30.8.07

El periodista rosarino podría ir a prisión por denunciar negocios turbios de un dirigente del fútbol

Del Frade: 'Democracia o feudalismo del tercer milenio'

Por Nadia Mansilla

Carlos Del Frade, periodista rosarino de amplia trayectoria, afronta una querella por parte de Eduardo López -quien es desde 1994 presidente del club Newell’s Old Boys de esa ciudad santafesina- por “calumnias, injurias e instigación al secuestro extorsivo”, que prevé una pena máxima de un año de prisión efectiva. Todo comenzó cuando en agosto de 2005 Del Frade publicó una nota en el periódico independiente “El Eslabón”, donde informó sobre todo lo que significa Eduardo López en Rosario: “Se trata de un empresario que tiene varias causas judiciales abiertas en la Justicia federal y provincial; una investigación que siguió la Administración Federal de Ingresos Públicos por el presunto delito de lavado de dinero; una persona que pasó de ser un deudor moroso en los años 80 a tener una de las principales riquezas de la ciudad de Rosario, porque según dicen los propios documentos de la municipalidad rosarina, es una de las 680 firmas que más contribuyen”, explica Del Frade sobre la nota que se originó cuando López pretendía darle un cierre temporario al diario “El ciudadano” en el marco de una lucha salarial que llevaban a cabo sus trabajadores y que dejaría a 60 familias en la calle.
Cuando quedó trunco el intento de cierre, se evidenció la manera en que se maneja el actual presidente de Newell’s: “Esas informaciones, en una nota de 60 líneas, eran la ratificación de los datos que habíamos podido publicar en el libro de julio de 2005 que se llama ‘Central-Ñuls. La ciudad goleada. Fútbol, lavado, dinero y poder’, que López no objetó en un punto ni en una coma a pesar que fue uno de los libros más vendidos en Rosario en los últimos tiempos”, indica Del Frade.
Luego, hacia fines de 2005, los abogados de López le presentaron a Del Frade una querella “por calumnias, injurias e instigación al secuestro extorsivo, por haber informado que era uno más de las 680 grandes firmas contribuyentes de Rosario”, relata Del Frade. Una vez desatado el proceso judicial, en marzo del 2006 se convocó a una primera audiencia que no prosperó en su intento de cita conciliatoria. Ese mismo día fue despedido, por sexta vez consecutiva en su trayectoria, de la radio LT8.
Finalmente, cuando los alegatos de cada una de las partes se llevaron a cabo, el último 7 de agosto, los abogados de López, distintos a los que originaron la causa, pidieron prisión efectiva de un año para Del Frade. El fallo, próximo a salir, se ve atrasado ya que la Justicia debe certificar toda la documentación presentada: “Estamos esperando la sentencia del juez. Creemos que si fuera todo normal no habría nada que saliera mal. Pero no hay normalidad posible dentro de la historia política del poder judicial en la provincia de Santa Fé y de la Argentina, por lo que significa la manipulación de la justicia por intereses económicos y políticos”, indica Del Frade, quien añadió que todo el proceso se dio “en medio de una extraordinaria campaña de solidaridad de estudiantes de comunicación social, y con el apoyo de los abogados del Sindicato de Prensa de Rosario”.
Sobre la llegada de toda la información del caso al diario Clarín, Del Frade explicó que “se trata de un dato interesante porque de alguna manera evidencia que en definitiva esta puja se da entre sectores fascistas en una sociedad que todavía sigue definiéndose por la construcción democrática de la que todavía falta mucho”.
“Esta se inscribe en una pelea colectiva de lo que supone todavía la impunidad de la matriz de los años 90 donde los hombres empresarios subyugan a los organismos de control de los poderes del Estado y los dejan hacer, ser y deshacer a su antojo. Esto no tiene que ver con la democracia, tiene más que ver con una especie de institucionalización de los poderes feudales y esto es lo que está de fondo: democracia o feudalismo del tercer milenio”, concluyó el periodista.

28.8.07

Entrevista 4° espacio

“Hay muchas bandas que están inmersas en una baja importante de imaginación"

Si colocamos dentro de la sala de ensayo hogareña del “Flaco” Luis Alberto Spinetta a un grupo de músicos amantes de la época de oro del rock nacional, con gustos literarios que van desde Kawabata hasta Cortázar, no hay dudas que el plato final tendrá un rico sabor artístico.

Por Fernando Neira

El resultado de esa mixtura es 4° espacio, un trío intimista conformado por Daniel Ferrón en voz y bajo, Matías Camisani en guitarra y el multifacético Nicolás Pauls en batería.
Una banda que con sus letras cargadas de lirismo y sentimiento le hacen honor a la narrativa del prestigioso autor japonés, con un parentesco musical y compositivo muy cercano a los fundadores del género más popular de los últimos 40 años.
Dejando de lado los prejuicios farandulescos, un combo rico en proteínas musicales ideal para acompañar una velada romántica y aterciopelada.

Por el tipo de música que hace la banda deben prestar mucha atención a los lugares donde se presentan a tocar, la calidad del sonido, la ambientación…

Matías: Sí totalmente. Hay excepciones también, nos pasa mucho por ejemplo cuando viajamos a tocar al interior, en esos casos es muy difícil conocer el lugar de antemano. Tratamos de tener cuidado con ciertas cuestiones que son delicadas, como no tocar en un boliche a las 5 de la mañana cuando está el ambiente al re palo, porque es contraproducente y hasta peligroso para la vida de los músicos (risas).

Hablando de lugares, ¿cómo fue la experiencia de haber tocado en el Hotel Faena de Puerto Madero?
Daniel: Estuvo muy bueno, vieron lo que es el hotel, es una cosa de locos. Creo que hicimos la presentación en la sala Púrpura.
Interrumpe Matías: si, es que hay como varios salones, uno que se llama Lobby, otro Cabaret, ahí no nos dejaron entrar (mas risas). Son como anexos al hotel. Fue muy loco porque la entrada al recital valía 50 mangos.
Lo corrige Daniel: 70 mangos!!!.
Matías: La verdad que pagar 70 mangos para vernos a nosotros es como mucho.

¿Y eso fue bueno o malo?

Matías: Fue raro, en principio nuestros amigos no pudieron ir (carcajadas).


¿Son de prestarle atención a los precios de las entradas?

Daniel: En cada lugar que tocamos y cuando organizamos nosotros la fecha pedimos bajar el precio de las entradas, de hecho en el Club del Vino que hemos hecho unos cuantos ciclos, estaba estipulado un precio fijo y lo bajábamos a la mitad. Nos parece que no tiene sentido cobrar tan caro un boleto.

Es casi una constante que a la hora de realizar una entrevista con un grupo de rock no venga el baterista. ¿Qué excusa puso el señor Nicolás Pauls para no asistir?

Daniel: Nico es un tipo muy ocupado, maneja horarios de grabación con su rol de actor que son muy complicados.
Al escuchar los discos de 4º espacio se respira un aire Spinettiano bastante constante. ¿Qué relación hay con el "Flaco" más allá de la reconocida influencia musical?

Daniel: En principio los dos discos que tenemos se grabaron en el estudio de Luis (La diosa Salvaje).
Matías: Si que además de ser un estudio de grabación es el hogar de él, y no es una sala abierta al público, no cualquiera puede alquilarlo y grabar. O sea, nos invitó a grabar a su casa. Ya nos conocíamos de antes y haber grabado los dos discos ahí sirvió para reforzar aún más la relación. Simplemente hay admiración y mucho cariño de nuestra parte.
¿Cuál es tu trayectoria musical Daniel, porque no comenzó con 4ª espacio sino que viene de muchos años atrás no?

Daniel: A los 17 años empecé a tocar con un loco llamado Alejandro Del Prado, en la época de Los locos de Buenos Aires, y después anduve pululando con otros músicos no tan conocidos y así llegué a Jairo. Ya se van a cumplir 14 años que estoy tocando junto a él, que eso es lo que me permite llevar adelante este proyecto paralelo. Y he trabajado con otros artistas muy conocidos pero no vienen al caso.

¿Trabajaste alguna vez por fuera del ámbito musical?

Siempre trabajé de músico, en ese sentido soy un privilegiado. La música que hacemos con 4° espacio es la que realmente me gusta, siento que este sí es mi proyecto y lo que hago con el resto de los artistas es solo un trabajo, pero igual lo concibo con todo el amor del mundo, porque me ha dado muchas cosas.
¿Cómo se conocieron ustedes?

Matías: Daniel además de ser músico es productor, y fue el que produjo el disco de la banda en la que tocábamos anteriormente junto a Nico Pauls (La Terminal) y ahí fue donde nos conocimos.
Daniel: Si yo compuse varios temas de ese disco y del laburo diario surgió la idea de formar una banda entre nosotros tres.
¿Cómo fue que el video clip del tema "Amo" del segundo disco ganó el premio Best Internacional Music en New York?

Matías: El video fue filmado por dos amigos, Luciano Leyrado y Álvaro Vázquez. Quedamos muy entusiasmados con el resultado final, y por eso los productores lo mandaron a participar a un par de festivales. En principio les avisaron que había quedado seleccionado para participar, después le volvieron a comunicar que había quedado nominado y finalmente que había ganado el premio. Lógicamente es un festival independiente que no tenía presupuesto para que viajemos a recibir el premio, pero igual fue una grata noticia.
Daniel: Lo bueno de todo esto es que el video no lo pasan acá. Salvo Crónica musical, el resto nada.

¿Cómo manejás Matías el tema del prejuicio que sobrevuela ciertas cabezas de pensar que sos alguien que viene de un palo muy distinto al del rock y que la música la tomas como en un segundo plano, que es algo que calculo también le debe suceder a Nico. ¿Que lugar ocupa 4 espacio en tu vida?

Matías: Es una prioridad, porque mi intención es dedicarme solo a esto y realmente le pongo energía y todas las fichas. Además yo también toco con otra banda que se llama Mamporro junto con Jorge Minissale y Gustavo Glusman. Pero en realidad, coincidiendo con lo que comentaba Dani, lo que a mí me gusta realmente es este proyecto. También tengo mi laburo que es trabajar de modelo y en realidad son dos cosas que no se mezclan más que en mí, porque es la misma persona que lo hace. Lo tomo como un trabajo más, trato de escuchar los comentarios o las críticas de la gente que me interesa, porque si uno se tiene que hacer cargo de todo lo que le dicen te volvés loco.
Daniel: Acá se habla tan fácilmente. Mucha gente habla de la banda sin haberla escuchado y eso no está bien.
Matías: tratamos de no mezclar nada que no tenga que ver con la música, por eso prestamos mucha atención a los lugares donde tocamos. Si vamos a la tele tratamos que sean apropiados más allá de su alcance, hemos ido por ejemplo a Music Country y fue genial, después de esa presentación nos escribieron desde Bolivia, México, Perú, fue increíble.
Daniel: Lastima que en esa señal después pusieron el canal de Boca, una pena porque iban muchas bandas a tocar y te pasaban los temas durante toda la semana.

¿Por donde van los gustos musicales de ustedes y qué fueron incorporando directa o indirectamente en la banda, no vale contestar Spinetta (risas)?

Daniel: Spinetta es lo más (más risas).
Matías: Creo que todos coincidimos en el rock nacional, y en aquella época de oro del género, Pescado Rabioso, Serú Girán, Aquelarre. Personalmente me gusta también el Jazz, la música india, que hemos ido aplicado algunos elementos en la banda. Convergemos en muchas cosas pero también tenemos cada uno sus particularidades.
Daniel: Siempre nos dicen que tenemos cierto parentesco con la música del Flaco, lo que pasa es que llevamos muchos años escuchándolo, viéndolo tocar en vivo, disfrutando de su poesía, y las influencias penetran. También existen millones de bandas que suenan como los Rolling Stones, hace 20 años que vengo escuchando hablar de son los Rolling argentinos, así que no tiene nada de malo tener reminiscencias de artistas argentinos consagrados.
Además nunca usamos nuestra relación con el Flaco como muletilla ni nada que se le parezca para escalar posiciones. Nosotros solo hablamos de Luis desde la admiración a su obra. Para nosotros es un privilegio tenerlo cerca.

¿Cómo ven el rock nacional hoy?

Daniel: Hay muchas bandas que están inmersas en una baja importante de imaginación, de poesía. Como con falta de armonía, y me parece hasta necesario volver a nutrirse un poco de las fuentes.

¿Cómo se llevan ustedes con el entorno de ese rock tan hegemónico al que hacen mención?

Matías: Es obvio que estamos fuera del circuito de difusión, es una realidad. Y las bandas que no tienen difusión no existen para el mercado. Pero si existen en realidad, porque hay un panorama gigante de grupos que están tocando por todos lados. A nosotros nos ha pasado algo muy loco, gente de la radio Mega (FM 98.3) nos ha venido a pedir discos y nosotros le contestamos "si ya se los mandamos y no los pusieron nunca y ahora nos lo vuelven a pedir". Lógicamente no pasa por ellos la voluntad de ponerlo o no, el listado viene de arriba, y si no estás en ese circuito es muy difícil sonar en las emisoras más importantes.

¿Quién es el encargado de componer las letras en la banda?

Matías: En el primer disco había varias letras de Nicolás y de Daniel, y otras con colaboraciones de todos. El segundo álbum fue más monopolizado por Dani.

¿Que te ayuda a componer?

Daniel: Un montón de cosas, yo por ejemplo no soy un tipo que lea poesía, al contrario. Me gusta Kawabata, Artaud, Cortazar. Yo de hobbie hice la carrera de psicología, no ejercí nunca ni lo voy a hacer, eso lo tengo clarísimo.
Matías: Si de hecho recuerdo que Daniel hizo una canción a partir de un libro que le prestó Nico y salió una letra bárbara.

¿Cuáles son los próximos pasos de la banda?

Matías: Ensayar intensamente las canciones del nuevo disco que está en gateras. No nos queremos apurar para lanzarlo, estamos esperando la respuesta de algunas discográficas que están interesadas.
No estamos tocando mucho, por las restricciones conocidas por todos. Hay lugares que prefieren llevar a tocar a un dj antes que a una banda. Es un poco la realidad de muchos otros grupos.
Daniel: Además estamos en época de hacer un disco. Nosotros cada 2 años lanzamos un disco, así que vamos a tener que sacarlo sí o sí.

¿Ya hay canciones suficientes?

Daniel: Hay temas como para hacer un disco triple.
Matías: Si, hay temas de sobra. Tampoco queremos que pase mucho tiempo sin grabar las canciones porque de tanto cambiarlas en el estudio como que van envejeciendo y se te van yendo las ganas de tocarlas.



Formación:

Daniel Ferrón: voz y bajo
Matías Camisani: guitarra
Nicolás Pauls: batería

Discografía:

4º espacio, 2003
Ventanas, 2005

Web oficial: www.4espacio.com

23.8.07

"Tucumán arde"



Luche y vuelve

Este jueves 23 de agosto se reinaugura la muestra "Tucumán arde. Contratapas de la revista Barcelona" en la peatonal Muñecas al 200, frente a la librería El Griego, en San Miguel de Tucumán.
A diferencia de lo que ocurrió con Julio López, la muestra "Tucumán arde", de contratapas de la revista Barcelona, apareció sana y salva. De todos modos es bueno aclarar que ninguna autoridad de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán aclaró por qué se llevaron las gigantografías ni por qué le pegaron a uno de los organizadores.

Tampoco hubo una explicación sobre quién dio la orden de secuestrar la muestra ni mucho menos una disculpa. Las contratapas fueron devueltas por la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, en un gesto que la ennoblece y la aleja de toda sospecha.

La redacción de la revista Barcelona aclara que en ningún momento buscó la exposición mediática de los últimos días y que no tiene ninguna responsabilidad por la enorme estupidez e impunidad con que se manejaron los agresores. Asimismo, la redacción de la revista Barcelona no tiene más remedio que agradecer todas las muestras de solidaridad recibidas desde el secuestro de la muestra y espera que a partir de ahora el canal de diálogo con los lectores vuelva a su cauce natural: el de las puteadas y los insultos.


Redacción de la revista Barcelona: Ingrid Beck, Mariano Lucano, Pablo Marchetti, Fernando Sanchez, Javier Aguirre, Eduardo Blanco, Mariana Pellegrini, Daniel Riera, Hernán Ameijeiras, F.G. Mazzeo, Carolina Topatigh.

20.8.07

Levantan una muestra de la revista “Barcelona”


Una solución tucumana a los problemas de la expresión


Un grupo de municipales secuestró las contratapas de la publicación, exhibidas en la peatonal de la capital provincial.


Por Mariano Blejman

Tucumán arde. Es otra de las verdades de Perogrullo que la revista de humor Barcelona ha sabido explotar (perdón por la expresión, pero es la mejor palabra). Porque si Barcelona es “una solución europea a los problemas de los argentinos”, el “levantamiento” arbitrario y a plena luz del día de la muestra de Contratapa’s (cuyo nombre era justamente Tucumán Arde), en pleno centro de la capital de esa provincia, pareciera ser la “solución tucumana a los problemas de las elecciones”.
Preparados para el efecto boomerang que provocó el secuestro de la muestra, Pablo Marchetti, uno de los fundadores de la revista, ironizó ante la consulta de Página/12: “En realidad estamos contentos: sabemos que fue una operación para llevarle la muestra a Julio López (el testigo secuestrado en la provincia de Buenos Aires), así él también podía verla”, dijo.
El jueves a la tarde un verdadero grupo de “tareas” de la municipalidad se acercó hasta la puerta de la librería El Griego, ubicada en la peatonal Muñecas 287, pidiendo los permisos de instalación de la muestra, que resulta un panegírico irónico de la realidad social argentina: Videla, con su número de teléfono real y un asterisco que dice: “si llama del interior del país disque 011”; la imagen de Juan Carlos Blumberg disfrazado de Papá Noel quien reza: “Feliz Navidad, me entiende”; o la imagen de Cecilia Bolocco embarazada y de perfil, con la frase “Feliz día mamá” y una mira telescópica apuntando a la panza, entre las contratapas más recordadas.
La muestra Tucumán Arde (en honor a otra muestra sobre Tucumán realizada a fines de los ’60 en Rosario, que llevaba ese título) estaba colgada en la peatonal tucumana desde el 3 de agosto pasado, pero los municipales –aunque en un principio no se identificaron– aparecieron recién cuando al “griego” Miguel Frangoulis (dueño de la librería) se le ocurrió poner dos tapas más: una era la de la imagen de Barbarita, la niña desnutrida de la Tucumán de la poscrisis; y la otra, una del cura Grassi con leche en la boca, con un bebé bajo el brazo y la frase “Got Milk”.
Según contó ayer Frangoulis a Página/12, “vinieron a pedirme la autorización, les dijimos que Germán Alfaro, el secretario del intendente, le había dado el permiso a la Asociación de Prensa de Tucumán; pero como el papel no estaba decidieron levantarla”. Frangoulis pidió una identificación o una orden judicial, pero recibió una negativa.

En el acto, uno de los operarios sugirió a Frangoulis que “esto se arreglaba”. Ante la negativa, procedieron a descolgar las contratapas. Mientras el hijo del “griego” sacaba fotos de los municipales (fotos que ayer colgaban frente a la librería, bajo la frase “mírenlos bien, y tengan cuidado”), el gesto fue devuelto con una golpiza por uno de los municipales. “Evidentemente no querían ser identificados”, reflexionó Frangoulis. Según el librero, ante su insistencia, los municipales dijeron que habían sido enviados por “el comisario Martínez”.
En este punto, las versiones sobre la responsabilidad de la decisión de levantar la muestra entran en franca contradicción.

El jueves, el director de Tránsito de la Municipalidad, Miguel Angel Molins, dijo al diario La Gaceta: “No se otorga permiso para ocupar ninguna zona del microcentro, porque hay una orden judicial que dispone que el microcentro debe estar libre”. Ayer, en cambio, Molins le dijo a una radio local: “Jamás autoricé a que se levantara la muestra”. Autorizada o no, las contratapas yacían ayer en el área de Tránsito de la Municipalidad, según el vocero de la Asociación de Prensa de Tucumán, Ramiro Rearte (organizador de la muestra), “a la espera de la autorización del intendente Domingo Amaya para poder ser retirada del lugar”.
Como si se tratara de otro chiste de Barcelona, el director de Tránsito, Molins, atendió una vez su teléfono celular ante el llamado de Página/12 y pidió un favor: “¿Me puede llamar más tarde porque estoy manejando?”. “¿Va a volver a atender o vamos a tener que decir que no quiso hablar con este diario?”, requirió este cronista. “Ponga lo que quiera”, sugirió Molins. Por las dudas, el funcionario no volvió a prender el aparato. “Hasta ayer, las contratapas estaban desaparecidas, con los mismos métodos que seguramente usaron en el pasado”, dijo Frangoulis.
La muestra se viene realizando desde hace meses en distintas provincias y es un punto de partida para la incursión de Barcelona en el interior. “Seguramente, las contratapas van a aparecer, pero con algunos cambios”, ironizaba ayer Marchetti. Dispuestas en la calle, las contratapas compiten gráficamente con la ciudad empapelada que el domingo 26 elige gobernador y legisladores. Había dos citas que aludían a la situación de la provincia: una hacía referencia a la canción de Donald (“Las olas y el viento”), que había servido de inspiración a la Secretaría de Turismo para usar el slogan “La tierra y el valle, sucundúm, sucundúm”. Los de Barcelona usaron la frase “El hambre y el Chagas, sucundúm, sucundúm” con la foto de Barbarita, la niña desnutrida, para armar la polémica contratapa. La otra mención era un recorte de la revista Gente de 1975, que decía “Con Videla en el frente”, mientras en la tapa se ve la cara de una modelo. “Es similar al tono para vender una nota ‘Con Vilas en la Costa Azul’”, reflexionó Marchetti.
¿Molestaban las alusiones en la recta final de la carrera electoral? ¿O se trató de un intento de coima, que no llegó a buen puerto? Como sea, la cuestión creció inesperadamente: ayer el intendente dijo que la muestra iba a ser “devuelta”. Según Rearte, “la presencia de los carteles con contratapas críticas a la política nacional y provincial, puestas en la peatonal, era un espacio de comentarios y fotografías para los espectadores, lo cual no debe haberles gustado mucho”. Pero Frangoulis fue más allá: “No hay mayor diferencia entre esta gente sin uniforme y una patota de la dictadura. Esto y que Scilingo te tire de un avión es similar en cuanto a los procedimientos. Quiero recibir las disculpas del intendente. La dictadura se terminó en el ’82. Me emocioné cuando bajamos la foto de Videla y cuando entregamos la ESMA a los compañeros presos, detenidos y desaparecidos, pero esos actos tienen que seguir con otras políticas”.

15.8.07

General Jorge Alberto Tereso

Actuó en la ESMA, Massera lo premió y Kirchner lo ascendió




El actual director de Planeamiento del Ejército Argentino (foto izquierda) actuó en el emblemático campo de concentración de la última dictadura entre 1976 y 1977. El entonces jefe de la Armada propuso condecorarlo por esos servicios y el temible Carlos Suárez Mason ordenó que aceptara la distinción, junto a otros oficiales de su arma. Al inicio de la gestión K, el general Tereso había sido sancionado por pedir que otros represores presos pasaran la Navidad en familia. Pero después elevó su jerarquía.


Por Pepe Eliaschev


Condecorado por Emilio Eduardo Massera y con el aval personal de Carlos Guillermo Suárez Mason, un general de división del Ejército Argentino promovido a su actual grado por el presidente Néstor Kirchner ocupa hoy el cargo de director de Planeamiento del Estado Mayor General del arma.
Jorge Alberto Tereso ascendió a general de división al comenzar 2005, un año después de que fuera bloqueada su nominación como secretario general del Ejército, cargo al que llegó de la mano del jefe del arma, teniente general Roberto Bendini.
Una investigación le permitió a PERFIL comprobar que, siendo teniente 1º, Tereso participó del célebre Grupo de Tareas 3.3, de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), durante los peores años de la guerra sucia contra la subversión, de 1976 a 1977.
La presencia de Tereso en el GT3.3, en el que sobresalieron los exponentes más celebres del terror de Estado, como Antonio Pernías, el “Tigre” Acosta, Rubén Chamorro y Alfredo Astiz, entre otros, motivó la condecoración de la Armada. En la edición 4254 del Boletín Público del Ejército (BPE), fechada el 13 de junio de 1979, se publica en página 434 la disposición firmada por el entonces general Suárez Mason, autorizando a Tereso y otros oficiales a aceptar la medalla de Massera. El texto completo del documento se publica en página 14.
Foja de servicios. Jorge Alberto Tereso se hizo notorio a fines de 2004, pocos meses después de que Kirchner asumiera la presidencia, cuando el juez federal Jorge Ballestero denegó un pedido del Ejército para que seis represores pasaran en sus hogares la semana de las fiestas de Navidad. Procesados con prisión preventiva en una causa por el secuestro y desaparición de una veintena de montoneros en 1980, fueron defendidos por Tereso y su superior, Bendini. En coincidencia, la Sala II de la Cámara Federal porteña ordenó prisión preventiva, en la misma causa, para los represores Julio Bellene, Jorge Granada, Jorge Arias Duval y Julio A. Simón.
Al resolver varias situaciones procesales de los imputados, la Sala II (Horacio Cattani, Martín Irurzún, Eduardo Luraschi), mantuvo a finales de 2003 los criterios ya expuestos en enero de ese año (cuando ratificó la preventiva para 13 represores) y rechazó varios planteos de las defensas.
Tereso era secretario general de Bendini cuando pidió el 13 de diciembre de 2003 que en las familiares fiestas navideñas los arrestados en unidades militares pudieran esperar a Papá Noel junto a sus seres queridos. Y no elevó entonces el pedido a título meramente personal. Su solicitud fue acompañada por cartas escritas por los militares presos, que apelaban a “razones humanitarias” y al “contenido espiritual” de las celebraciones. El propio Tereso se refería a los acusados como “personal militar afectado” y argumentaba ante el juez el “carácter excepcional que la denegatoria de la libertad tiene respecto a la regla de la libertad personal de los afectados”.
Como secretario general del Ejército, Tereso dirigía el órgano de asesoramiento político del jefe del arma, con quien funcionaba en el más estrecho vínculo. No obró solo. Alegó ante Ballestero que en 2002 el juez Claudio Bonadío, que entonces llevaba la causa, había autorizado una solicitud idéntica para beneficiar a varios represores detenidos, como Pascual Guerrieri, Carlos Fontana, José Pereiro, Julián Marina y los citados Granada y Simón, seis de los 13 detenidos con prisión preventiva por su actuación en la llamada “Operación Murciélago”, nombre que le puso el Ejército a la eliminación de una veintena de montoneros que en 1980 regresaron al país en la llamada “contraofensiva” de la organización comandada por Mario Eduardo Firmenich.
La Justicia determinó entonces que esos procesados integraban los Cuerpos I y II de Ejército, el Batallón 601 de Inteligencia y los Destacamentos de Inteligencia 123 y 201. Eran una “asociación ilícita”. Al frente del grupo estaban el ex presidente Leopoldo Fortunato Galtieri, fallecido el 12 de enero de 2003, y el ex general Suárez Mason, muerto el 21 de junio de 2005.
La defensa de sus camaradas presos que hizo Tereso como secretario general de Bendini fracasó. Kirchner asumió una actitud típica: lo defenestró a Tereso, pero meses más tarde lo premió con un ascenso.
El reto. El entonces ministro de Defensa, José Pampuro, removió a Jorge A. Tereso como secretario general del Ejército, le aplicó una sanción disciplinaria y refutó las explicaciones administrativas que Bendini había dado para justificar a su subordinado. En ese momento, Página/12 conjeturó que el relevo de Tereso apuntaba contra el corazón de la cúpula castrense y dejaba “en un incómodo lugar al titular de la fuerza, Roberto Bendini”.
Ninguna incomodidad: Bendini y Tereso sobrevivieron hasta este domingo 12 de agosto de 2007.
El Gobierno salió de ese atolladero de principios de 2004 responsabilizando personalmente a Tereso por el pedido, pero nadie podía ignorar que, en realidad, el secretario general del Ejército no actúa sin la venia del jefe del Estado Mayor. Pampuro le aplicó a Tereso una sanción disciplinaria por “haber actuado en ese tema sin solicitar la correspondiente autorización de las máximas autoridades de la cartera castrense”. Tereso y Bendini pertenecen al arma de Caballería.
En el gobierno de Fernando de la Rúa, durante la gestión del ya fallecido Ricardo Brinzoni como jefe del arma, el secretario general Eduardo Alfonso brindó asistencia a los presos, avalado por el ministro de Defensa, Ricardo López Murphy. Y durante el gobierno de Eduardo Duhalde, su ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, tampoco cuestionó el trámite realizado por el entonces secretario general, Daniel Raimundes, que pidió el beneficio que en 2003 le costó el puesto a Tereso. No hubo sorpresas. La Casa Rosada de Kirchner avaló a Bendini y preservó a Tereso.
El 5 de enero de 2004, Clarín aseguraba que “golpeado por la decisión del presidente Néstor Kirchner de remover a Tereso, el jefe del Ejército, teniente general Roberto Bendini, quiere que el ex secretario general permanezca en funciones en la cúpula de la fuerza. Sería una forma de atemperar el nuevo golpe sobre el generalato que significó el desplazamiento de Tereso, luego de que una veintena de generales pasara a retiro en mayo a raíz de la purga desatada en las cúpulas de las Fuerzas Armadas luego de la asunción de Kirchner”.
Era cierto, Kirchner y Bendini protegieron a Tereso. Tres años después de haber sido removido como secretario general del Ejército, el ex integrante del Grupo de Tareas de la ESMA era ascendido a general de división, en un pelotón de 187 oficiales.






El ascenso. El trámite del Senado dominado por Kirchner fue ultraveloz ese 20 de diciembre de 2006. De los 187 pliegos de ascenso considerados por la Cámara alta, se destacaban dos, el del general Tereso y el del capitán de navío Carlos Anzoátegui, cuestionados por organismos de derechos humanos, pero que sin duda ignoraban que el primero era un hombre de la ESMA.
Sobre Anzoátegui existía, además, una denuncia en la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep), creada por el gobierno de Raúl Alfonsín en 1984, que lo vinculaba con la muerte de un soldado conscripto en 1977. Pero la obediente bancada oficialista se afanó por subrayar que ninguno de los pliegos había sido objetado por la Secretaría de Derechos Humanos dirigida por Eduardo Luis Duhalde, quien sí tuvo acceso a los legajos de cada uno de los militares.
Este diario está en condiciones de asegurar que muchos legajos de oficiales de alto rango aún en actividad, como Tereso, fueron retocados para depurarlos de cuestiones comprometedoras. Tereso fue reclutado en la ESMA porque el Ejército de entonces así lo dispuso y el hecho no podría haber sido sencillamente obviado de su historia profesional.
El kirchnerismo se esforzó en presentar un detallado dictamen en el caso de Tereso, enfatizando que en 2003 éste había cumplido con un trámite que en verdad impulsaba el jefe de la fuerza, el teniente general Bendini, reforzado por el informe que el propio Pampuro entregó, en defensa de Tereso y por escrito, a la Comisión de Acuerdos.
En el debate que precedió al ascenso de Tereso, el senador kirchnerista Marcelo Guinle aclaró que del informe de Pampuro se desprendía que “Tereso no había actuado por iniciativa personal, sino en el marco del vínculo jerárquico”, o sea en nombre de Bendini, su superior y titular del Ejército. Según “un destacado senador del oficialismo” citado por Página/12 ese año, “Tereso se estaba comiendo un garrón”. ¿Se comía un “garrón”? Claro que no.
Todo un “demócrata”. Un proyecto de resolución firmado por los diputados Jorge Rivas, Ariel Basteiro, Eduardo Di Pollina, Patricia Walsh, Margarita Jarque, Héctor Polino, Eduardo García, Claudio Lozano y Fabiana Ríos le pedía, ya en 2004, al ministro José Pampuro que explicara qué funciones efectivamente desempeñaba en el Ejército el todavía general de brigada Tereso, relevado de su cargo en diciembre de 2003 por orden del presidente de la República y designado director de Planeamiento de la Secretaría General del Ejército, apenas cuatro meses después de ser relevado de su cargo al frente de la misma secretaría por disposición de Kirchner.
El 2 de mayo de 2004, Página/12 reportaba la puesta en marcha de la segunda etapa del proyecto “La defensa nacional en la agenda democrática”. Según consignaba, el Ejército había comunicado que “el encargado de esa fuerza para coordinar el trabajo destinado a definir el rol de las fuerzas armadas en la Argentina” sería el general Tereso. Al día siguiente, el mismo diario aseguraba que la designación de Tereso como encargado del Ejército en el programa “La defensa nacional en la agenda democrática”, no había sido decisión de Pampuro, “sino una resolución castrense”, que el ministro no había hecho más que aceptar. La noticia, de todos modos, era que Tereso acababa de ser retirado de esa función.
Los diputados, muchos de ellos críticos del Gobierno, confesaban su confusión, porque “por un lado, de acuerdo con la documentación de que disponemos, Tereso no fue nunca encargado del Ejército en el programa ‘La defensa nacional en la agenda democrática’”. Es, o era, sí, integrante del comité académico de ese programa, para el que había sido convocado a título personal por el comité asesor, que preside nada menos que el ministro Pampuro. Por otra parte, si se ha relevado a Tereso de esa función, quien sea el que lo haya hecho debe considerar que si el general fue en un momento considerado apto para ella, ya no lo es. Pero entonces, decían, no se comprende por qué razones sigue al frente de la Dirección de Planeamiento, que debe llenar el encargo, según parece, de pensar el futuro del Ejército.
Como sucede con todas las iniciativas parlamentarias bloqueadas por el oficialismo, la del 3 de mayo de 2004 también capotó. El kirchnerismo no podía responder las preguntas centrales de aquel pedido de informes:
· ¿Existió algún cambio en la evaluación que el Ejecutivo efectuara oportunamente sobre la conducta adjudicada a Tereso y que avalara su designación al frente de la Dirección de Planeamiento de la Secretaría General del Ejército?
· ¿Es correcto que, según se hizo público, juntamente con la decisión de remover de su cargo a Tereso, el Ejecutivo, a través del Ministerio de Defensa, resolvió “aplicarle una sanción disciplinaria por el hecho de haber actuado en ese tema sin solicitar la correspondiente autorización de las máximas autoridades de la cartera castrense”?
· ¿Tereso fue sancionado tal como lo ordenara el Ejecutivo? De haber sido así, ¿en qué consistió la sanción aplicada? Dicha sanción, ¿tuvo cumplimiento efectivo?
· En caso de que Tereso no haya sido sancionado o de que, habiéndolo sido, no se haya efectivizado la sanción aplicada, ¿qué razones justifican una u otra alternativa?
· ¿Es correcto que la Dirección de Planeamiento depende de la Secretaría General del Ejército?
· ¿Es igualmente correcto que la Secretaría General del Ejército se halla a cargo del subsecretario general del Ejército, coronel Oscar Roberto Gómez?
· En caso de que los dos puntos anteriores hubiesen tenido respuesta afirmativa, justifique la circunstancia de que un general de brigada, como Tereso, dependa de un inferior jerárquico, como lo es el coronel Gómez.
· ¿Es correcta la información periodística (Clarín, 19-03-2004), según la cual “la recién creada Dirección de Planeamiento se ocupará de pensar el Ejército del futuro”?
· En caso afirmativo, ¿existen lineamientos políticos emanados del PEN que encuadren la tarea de pensar al Ejército del futuro; o, por el contrario, tal tarea se realiza a partir de criterios determinados de manera autónoma por el propio Ejército?
Algunos firmantes del pedido de informes (Rivas y Basteiro) fueron posteriormente reclutados por la Casa Rosada.
Azopardo 250, piso 5º. Desde el oficialismo se hizo lo humanamente posible para proteger a Kirchner. El 21 de marzo de 2004, Horacio Verbitsky escribió que “cuando el juez Jorge Ballestero negó la autorización (a lo solicitado por Tereso), el Gobierno se enteró y Kirchner ordenó relevar y sancionar a Tereso. Bendini respondió con un subterfugio burocrático para que no cumpliera el arresto”.
Las “sanciones” de Kirchner no son tan terribles. El decreto 431/2004 publicado en el Boletín Oficial del 12 de abril de ese año designaba al general de brigada Tereso como titular de la Dirección de Planeamiento de la Secretaría General del Ejército. ¿Las razones invocadas por la Casa Rosada? “Resulta necesario designar a un oficial superior en la fuerza Ejército”.
Tereso ocupa su cargo en el 5º piso del edificio del Estado Mayor General, Azopardo 250, el mismo solar desde donde despacha a partir del 1º de diciembre de 2005 la ministra de Defensa de Kirchner, la Dra. Nilda Garré.
Es una cruel pero elocuente mueca del destino que un condecorado integrante del Grupo de Tareas de la ESMA comparta el mismo techo con la ministra de un presidente que el 24 de marzo de 2004, desde el emplazamiento de la tétrica ex repartición naval, dijo, furioso: “Vengo a pedir perdón de parte del Estado nacional por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia, tantas atrocidades”. ¿Quién calló?

12.8.07

OTRA MIRADA SOBRE ´GRAN HERMANO´


Por Cesar Hazaki (*)





El programa de televisión Gran Hermano –exitoso en gran parte del mundo– gira en torno del eje inclusión/exclusión: los participantes son votados para quedar o salir expulsados. El formato se ha extendido a otros programas como Cuestión de peso, donde los participantes deben adelgazar semana a semana y el que no cumple queda afuera, en otros donde se trata de conseguir pareja o de bailar en busca de un sueño del que casi todos quedarán excluidos. En el orbe, semana a semana, en eventos televisivos, millones de personas toman partido para excluir a alguien. Lo notable es que el eje inclusión/exclusión propugna una identificación con el modelo social imperante.

Suele insistirse en que el discurso político ha decaído, que ya no produce efectos aglutinantes, apasionados en los ciudadanos; que hay un divorcio entre la población y la política. Sin embargo, la aceptación de la ideología predominante no se establece sólo de manera directa: muchas veces las propuestas mediáticas, sobre todo esas que hacen estallar pasiones masivas, hablan para y por los poderosos. Nos hacen ver lo que necesitan imponer en el día a día en la cultura del sometimiento.

Los exitosos Gran Hermano, con su eje en el par inclusión/exclusión, ponen en evidencia el darwinismo social con el que el poder procura someter a los excluidos y amenazar a los incluidos. El modelo social se hace entretenimiento masivo. Este proyecto de supervivencia del más apto abreva en las ideas de Malthus y Herbert Spencer, quien, en el siglo XIX, sostuvo: “Me limito a desarrollar las opiniones del señor Darwin relacionadas con la raza humana. Sólo aquellos que progresan llegan finalmente a sobrevivir y son los seleccionados de su generación”. Una clara división entre winners y losers, que establece como premio la inclusión social para los primeros y la desaparición de la vida comunitaria para los segundos.

¿Qué hace el público cuando asume un rol protagónico en la exclusión, cuando decide que una persona debe ser expulsada? Por de pronto, su “voto” lo constituye como consumidor: él debe pagar por su elección. En su subjetividad, se dan identificaciones que lo llevan a ser parte del proyecto. En éste, hay un adentro y un afuera. Y el consumidor-votante actúa con pasión: “Vos quedás afuera y yo, entre muchos miles, lo decido”. Pero el que quede afuera estará allí por sus propias dificultades o limitaciones.

El drama de la exclusión social se transforma así en una ordalía, una aventura: cada participante podría torcer ese destino si acertara con las actitudes adaptativas correctas. La transparencia de la exclusión mediática solicita explicar en forma exhaustiva, sesuda, las razones, los pecados que cometió el que queda afuera. Se lo echa porque no merece estar en esa comunidad. Es un inadaptado social, un perdedor.

En los noventa, el neoliberalismo necesitaba una ciudadanía que aceptara el desguazamiento del Estado y los índices de desocupación en alarmante aumento que vendrían. Se trataba de preparar a los ciudadanos para que no se indignaran ante la desigualdad creciente. El miedo a la desocupación fue el eje del sometimiento social. La televisión aportó lo suyo. Mientras los padres eran ganados por Grondona y Neustadt, hubo una propuesta dirigida especialmente a los jóvenes: los bloopers –también una moda mundial entonces–. Se trataba de disfrutar con un humor que sólo era una expansión sin límite del sadismo dirigido contra el débil. Para el poder era necesario un tipo de humor que reiteraba la celada a un inocente, un castigo que la víctima no sabía por qué debía recibir; y la traición era realizada por amigos. Había un correlato entre ese espectáculo y el proceso neoliberal que propugnaba la ruptura de todo tipo de lazo solidario para realizar, sin costo, la exclusión social que el capitalismo necesitaba.

Si durante la dictadura militar, la fórmula que sintonizaba con el poder era “Algo habrán hecho”, ahora “Es una jodita para Tinelli”: se trataba de reírse de la desgracia ajena. Aquella frase paradigmática justificaba la crueldad más terrible, dirigida hacia una sola persona y que contenía en sí los estereotipos del machismo. Con ese plafond, el menemismo completó el trabajo que la dictadura había dejado sin terminar.

Las transformaciones tecnológicas permitieron que los espectadores hayan dejado atrás la pasividad ante la pantalla que dominaba la inicial cultura televisiva. Hoy la velocidad e inmediatez de la comunicación necesita que el espectador sea un actor (de reparto) imprescindible en los medios. Pero las políticas de seducción que desarrollan los medios hacen jugar, en el entretenimiento, fenómenos masivos que son parte de las políticas neoliberales.



Gala de exclusión social



Tomemos por caso la “velada de gala” de Gran Hermano: históricamente, se trató de un tipo de reunión de las clases dominantes; retrotrae a lugares exclusivos y de selectivo acceso. Smoking, frac, vestidos largos; brillo y riqueza. La fiesta era a puertas cerradas, y el pueblo, “la chusma”, sólo podía ver entrar o salir a los elegidos, comentar quién venía con quién, admirar sus joyas, tomar partido por alguno, rechazar a otro.

Recogiendo esa tradición aristocrática, la partida de uno de los participantes se concreta en una “velada de gala”. El televidente que, por teléfono o por mail, excluye a alguien, se cree un partícipe más de la velada de gala. Así el proceso de identificación ha realizado todo el camino que el poder requiere. El televidente ha sido cooptado por la ideología del poderoso. Al votar (con más pasión que en una elección de diputados), está identificada con un modelo que banaliza la exclusión social.

Por vía del entretenimiento, se ha identificado con el agresor. La seducción del poderoso ya está en sus deseos y en sus actos. Acepta las reglas del juego, que lo llevan a aceptar y banalizar la injusticia social. Este circuito subjetivo va sumando voluntades para que la sociedad civil se incline hacia la aceptación creciente de la resignación.

Dado el contexto mundial de segregación, superpoblación y desempleo creciente, ¿por qué muchas sociedades que, en otros momentos históricos, rechazaron la injusticia y la exclusión, hoy asumen estos costos sociales sin mayor dificultad? Christophe Dejours, en La banalización de la injusticia social (ed. Topía), dice: “En 1980, frente a la creciente crisis del empleo, los analistas políticos franceses preveían que el número de desocupados no podría tolerar un índice del 4 por ciento de la población económicamente activa sin que surgiese una crisis política de envergadura, con disturbios sociales y movimientos de carácter insurreccional capaces de desestabilizar al Estado y la sociedad en su conjunto.

Ocurría, en esos años, lo mismo en Japón: los analistas políticos preveían que la sociedad japonesa no podría asimilar, ni política ni socialmente, una tasa de desempleo superior al 4 por ciento. Los franceses, como la mayoría de las sociedades del denominado Primer Mundo, pueden soportar hoy sin graves conflictos un 13 por ciento o más de su población desocupada”. Sigue Dejours: “Hay en Francia un cambio cualitativo de la sociedad en su conjunto que implica una atenuación de las reacciones de indignación, cólera y la justicia. Atenuación paralela al surgimiento de reacciones de reserva, duda y perplejidad o franca indiferencia, junto con una tolerancia colectiva a la inacción y una resignación frente a la injusticia y al sufrimiento del otro”.

Parafraseando a Dejours, podemos decir que esos programas son una preparación psicológica para soportar la infelicidad y colaboran en anular cualquier acción contestaria. Jugar a ser verdugo del que se ganó su ejecución es incorporarse a la banalización del mal, eje de las políticas del darwinismo social; es agregarse a los que resuelven sin dolor ni indignación cuánta gente debe quedar afuera de la distribución de bienes materiales y simbólicos. Las audiencias, al votar en la velada de gala, actúan las razones del exterminio. Claro que, para el poder, la mayoría de los televidentes son tan prescindibles como los expulsados.



(*) Extractado del artículo “La ordalía mediática de la exclusión”, que aparecerá en el próximo número de la revista Topía. Psicoanálisis, sociedad y cultura.

8.8.07

Pudo ser Fontanarrosa

Le pusieron Cablevisión al campeonato. Pudo ser Fontanarrosa. Pero al final, en un alarde de sinceridad, le dieron ese nombre al engendro miserable parido al cabo de la cópula del diablo con una bruja borracha.


Por Victor Hugo Morales

Le pusieron Cablevisión al campeonato. Pudo ser Fontanarrosa. Pero al final, en un alarde de sinceridad, le dieron ese nombre al engendro miserable parido al cabo de la cópula del diablo con una bruja borracha. Padres de una criatura desvalida, desamparada, la televisión del fútbol y los demás firmantes se levantan como un ejército de Hulks que aparece de atrás de la montaña y cada vez se hace más grande e invencible. Las modestas hondas y las pequeñas lanzas de madera de los aficionados, eso que vienen a ser sus protestas a los pocos medios que pueden escucharlos, están vencidas de antemano. Millones de excluidos, otros cientos de miles de rehenes del cable, el botín de decodificadores, nuevos abonados y el eterno robo perpetrado al fútbol se consuman en una lucha desigual.
Ante la batalla absurda –todo se resuelve con los Hulks caminando por encima del ejército derrotado– el Gobierno mira para otro lado y el periodismo cautivo aplaude frenéticamente. ¿Se puede hacer periodismo contando el miserable robo de un arquero suplente, diciendo que Estudiantes ganó un intenso partido y que Vélez se mandó una pequeña hazaña? Más del 90 por ciento de los actores de la noble profesión están en la onda. Y como se puede, se hace. El arte de disimular. Periodistas enérgicos (gente que parece decir la justa) se ocupan de los árbitros y los líneas, hablan de las barras bravas, discuten sobre las tácticas y el fútbol que le gusta a la gente, y pasan por caja a fin de mes, lo más campantes. El Gobierno sabe quién es Grondona, nadie puede no saberlo en el país. Trata diariamente con las empresas que lo dominan. Saben cuánto grupo hay en el asunto. Pero no está dispuesto a dar la batalla. Sueña, quizá, con destruir a un gigante que al final, lo sabe, le jugará siempre en contra, una vez consumados sus caprichos, y calmada su voracidad, pero no se anima.
El coraje del atril famoso conoce sus límites. Es esa inteligencia su debilidad moral. El Real Madrid, sólo el Real, recibió por sus contratos para 2007, unos cuatro mil cuatrocientos millones de pesos argentinos de Mediapro, la empresa que compra fútbol en España. El Atlético Madrid, más de 1.200 millones de pesos. Basten esos ejemplos –y no haga la suma, para poder hacer la digestión– para calibrar la estafa perpetrada cuando se menciona los 180 millones que recibe el fútbol argentino.
Los pobres dirigentes, cómplices o incapaces, no conocen los contratos. Esperan sentados algún viaje de familia a los próximos partidos internacionales o la jauja de los chárters del Mundial. Todo lo firman, nada desaprueban. La gremial de jugadores observa en silencio cómo son explotados por un mercado deprimido, esperando que algún pase los eyecte del país. El torneo se inicia al cabo de una sangría que lo arroja en los brazos de la indigencia. River roba un arquero de la reserva por la madrugada.
El técnico de Racing no sabe con qué jugadores cuenta para el debut. Boca y River no se pueden dar un sólo gusto y, si se va Riquelme, el mayor atractivo del campeonato –eso es bueno– es la ausencia de favoritos. La televisión ahora pasa diez partidos cuando hace un año, sólo un año, Grondona proclamaba que de ninguna manera se estaba estudiando dar el séptimo. Eran los días en los que aseguraba que los 180 millones que ofrecía el Hulk mayor del país, no alcanzaban para nada. Trescientos días después, los partidos son diez, y la plata es aquella que para nada servía a los clubes. El único drama de la vida de Grondona son los archivos con esa voz suya diciendo cualquier disparate que luego corrige o al revés, o todo al mismo tiempo. Serio, sincero, paternal, inimputable. Los juveniles ascienden sin quemar etapas.
Se compran jugadores del ascenso. Se repatría a los que se hastían de andar por el mundo y ya no pueden hacer una diferencia económica que lo justifique. Se arman de nuevo equipos que durarán cuatro meses. Y los periodistas, sobre todo los que nunca podrán mencionar la estafa, los grandes simuladores, dirán que se juega pegándole de punta y para arriba y criticarán a los sanjuaninos porque no tienen grandeza y se plantan defensivamente en la cancha de Boca. Le llaman Cablevisión al campeonato. Pudo ser Multicanal, TyC, Tricsa, Torneos y Competencias, un par de nombres de radios o de diarios. Estaba bueno para ponerle Fontanarrosa. Negro Fontanarrosa.
¿No suena lindo? Pero así está bien. Que le llamen Cablevisión. ¿Acaso un señor García, cuando pone un boliche, no lo bautiza Casa García? Cablevisión y hermanos S.A. en una puesta en el aire de Julio Grondona, con la asistencia de los dirigentes fulanos de tal, y la aquiescencia de los artistas que serán usados, presenta el Apertura 2007. Dale que va, dale nomás. ¿Será verdad, al menos, que allá en el horno nos vamo a encontrar?

2.8.07

Romea y Julieto

Debería darse por confirmado que el llamado kirchnerismo fue concebido por Montescos y Capuletos –es decir, por presuntos contrarios– en medio del último gran tumulto nacional.

Por Edi Zunino

“¡Cómo enseña a brillar a las antorchas! En el rostro de la noche es cual la joya que en la oreja de una etíope destella... No se hizo para el mundo tal belleza. Esa dama se distingue de las otras como de los cuervos la blanca paloma.” Romeo Montesco (En Romeo y Julieta, de William Shakespeare.)

“Que no tenga dudas el país, que se viene un gobierno mucho mejor del que me tocó llevar a mi adelante, que se viene la profundización del cambio. Cristina será el nuevo amanecer de la Patria”. Néstor Kirchner (En la Casa Rosada, 20 de julio de 2007.)

“¡Sí, está amaneciendo! ¡Huye, corre, vete! Es la alondra la que tanto desentona con su canto tan chillón y disonante. (...) ¡Vamos, márchate, que la luz ya se acerca!” Julieta Capuleto (En Romeo y Julieta, de William Shakespeare.)

“A usted, Presidente, los argentinos no lo van a olvidar. Lo único que espero, y permítanme un ejercicio de egoísmo personal –porque todos somos un poco egoístas-, espero que no lo extrañen demasiado”. Cristina Fernández de Kirchner (En el Teatro Argentino de La Plata, 19 de julio de 2007.)

Debería darse por confirmado que el llamado kirchnerismo fue concebido por Montescos y Capuletos –es decir, por presuntos contrarios– en medio del último gran tumulto nacional. Ahí está para comprobarlo una extensa fila de ex montoneros, ex menemistas, ex duhaldistas, ex cavallistas, ex frepasistas, ex piqueteros, ex radicales y otros ex que, abdicando prolijamente de sus pasados políticos, buscan convertir en un éxito rutilante la estrategia que debería convertir a la actual Primera Dama en presidenta y al Presidente, en novedosa primera dama. Al cabo del reciente viaje de Cristina K a España, el historiador y a la vez subdirector de Relaciones Internacionales del diario El País, Miguel Angel Bastenier, acaba de definir la movida en los siguientes términos: “Mejor Kirchner-Fernández que Kirchner y Cia o que el kirchnerismo, para lo que es un poco pronto, aunque exista un evidente afán de que todo esto acabe en un kirchnerato.
Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner, senadora, 54 años bien llevados con ayuda de la ciencia, es la primera piedra de un intento de ocupación a largo plazo de la jefatura del Estado por un matrimonio político, que puede llegar a rivalizar con otra pareja histórica, la del coronel Juan Domingo Perón y su esposa, la ex actriz y pasionaria de los descamisados, Eva Duarte”.
En síntesis, y más allá de algunas albricias públicas expresadas por la dirigencia hispana, lo cierto es que la visión eternizadora de los K ya trascendió las fronteras. Y promete convertirse pronto en materia de debate en más de un foro académico internacional. A Cristina se la ve un tanto crispada a la hora de explicar el experimento. Desde el lanzamiento de su candidatura en un teatro de La Plata hasta su estreno en la Madre Patria, debió entretenerse en aclaraciones como las que siguen: u “De aquí en más, soy Cristina Fernández o Cristina a secas”. u “Todo lo que soy me lo gané en elecciones”. u “Yo no quiero heredar nada de Evita ni de Kirchner”.
Es complejo el dilema de la señora. Como el joven Romeo al enterarse de que la hermosa Julieta era una Capuleto, a nuestra ya madura Romea parece erizársele la piel cuando alguien “descubre” que su amado Julieto –un “hombre poco común, aunque no un héroe”, según ella misma– es un Kirchner, con quien está casada desde 1975 y a quien casi seguro deberá aceptarle el bastón de mando el próximo 10 de diciembre.
El dislate no parece tener otra válvula de escape posible que el desarrollo, más temprano que tarde, de dos alas coincidentes y a la vez competitivas en el seno del Frente para la Victoria: algo así como un “nestorismo” por un lado y un “cristinismo” por el otro, polos que hace rato vienen insinuándose, aunque sin conflicto, acaso para ir abriéndole espacio a su nominación.
El problema de la política es que aquello que se actúa a paso de comedia en las alturas del poder, suele traducirse como tragedia cuanto más se llega a la base de la pirámide. Lo que por arriba “se dice”, por abajo “se hace” sin medir costos o consecuencias Traduzcamos: cuando Cristina niega su parte de Kirchner, está avisándole a un montón de kirchneristas que su tiempo en la función pública va llegando a su fin. De hecho, en el Teatro Argentino de La Plata lo hizo sin demasiados rodeos al criticar al propio entorno de su esposo porque ninguno de esos caballeros hubiera dado el paso al costado que él dio, habiendo podido quedarse otros cuatro años. Traduzcamos un poquito más: si Cristina dijo lo correcto, ¿por qué sería de esperar que la mayoría de los candidatos a futuros ex ministros o ex secretarios se vaya a casa sólo dando las gracias? El armado de las listas legislativas para las elecciones de octubre estará signado por esas tensiones. Se pregunta el editorialista español M. A. Bastenier, ya citado más arriba: “¿Qué queda de aquel peronismo en la actual versión de Cristina Fernández? ¿Una socialdemocracia europeizante en un conventillo?” Romea y Julieto. Versión sureña de la obra de William Shakespeare. No se la pierda. Está para alquilar balcones.

Se fue un tipo extraordinario

Su documento de identidad decía que mi viejo nació un 25 de agosto de 1933, aunque en realidad su cumpleaños era el 23 de agosto, se ve que ...