27.5.09

Conurbano + 10

Por Fernando Neira (*)


No se trata de una declaración rimbombante del director técnico de la selección nacional, Diego Armando Maradona, para definir las cualidades de un gran futbolista, sino un juego de palabras para ejemplificar la importancia del voto en el Conurbano bonaerense y lo que significa dominar ese cordón.


En términos crudos de porcentajes, es el 23 por ciento del electorado nacional y siempre resultó ser un bastión determinante para las elecciones presidenciales. En el caso de las legislativas, los candidatos saben que también es significativo tener una buen performance para la obtención de bancadas en las cámaras, ya que uno de cada cuatro votos del país está centralizado en esa zona geográfica. El municipio estrella es La Matanza, no por la calidad de vida de sus vecinos ni muchos menos, sino porque acumula casi tantos votantes como la suma de los padrones de las seis provincias más chicas.


Dividido en tres grandes cordones, los habitantes del Conurbano tienen muchas características, o deficiencias, en común: el 40 por ciento no tiene red de agua potable, más del 65 por ciento no tiene cloacas y el gas natural no alcanza al 50 por ciento de las viviendas. Sin dudas que es una región con un panorama propicio para trabajar política y socialmente a conciencia y que los resultados se deberían ver reflejados rápidamente. Pero en cambio, a los funcionarios del gobierno y de la oposición poco les importan verdaderamente las necesidades básicas insatisfechas de los habitantes, la pobreza generalizada y la falta de educación que sufren los menores.


Lo que les interesa es su voto. Y en base a esto y a la vulnerabilidad que tienen los bonaerenses por la falta de recursos, es que desarrollaron un plan clientelista que los tiene como rehenes. Son dependientes de la ayuda o de las promesas de los que los gobiernan.
Sería bueno que no sólo se acuerden de realizar o anunciar obras en épocas electorales. Que de una vez por todas alguien, al menos, intente o proponga desarticular la maquinaria clientelista que mueve millones de pesos y que es funcional a cierta clase política.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)
Las hilachas y los candidatos

Por Fernando Neira (*)


Con la incorporación de los asesores de imagen en las campañas políticas, la mayoría de los candidatos suelen parecer excelentes opciones para el electorado. Dicen lo que la gente quiere escuchar y con las palabras apropiadas, según le recomiendan sus consejeros privados. Pero a veces sucede que los personajes en cuestión se salen del libreto a la hora de opinar sobre algún tema puntual de la coyuntura y quedan expuestos. Como se suele decir en el barrio muestran la hilacha, o mejor dicho sus verdaderas intenciones.


Con la visita al país de la semana pasada del presidente venezolano, Hugo Chavez, se puso sobre la agenda el debate acerca de la estatización de grandes empresas privadas. Ya que el líder bolivariano anunció el jueves último que su gobierno se hará cargo de cinco empresas siderúrgicas, de las cuales dos de ellas pertenecen al grupo argentino Techint. Por su parte el gobierno nacional comandado por los Kirchner ya ha hecho camino en ese sentido durante su gestión, con la estatización de, entre otras, Aguas Argentinas, Aerolíneas o las AFJP. Y en épocas proselitistas como las que corren, los candidatos no se quisieron quedar callados y salieron a dar sus puntos de vista. Sería conveniente tomar nota de las posturas y opiniones de los funcionarios que pretenden una bancada en las cámaras del Congreso de la Nación para intentar descifrar un posible desempeño futuro al servicio del poder legislativo.


El candidato a diputado que encabeza la lista de Unión-Pro en la provincia de Buenos Aires, Francisco De Narváez, dejó en claro su postura respecto a las estatizaciones diciendo que “no iba a permitir que haya un atropello sobre lo privado como tampoco iba a dejar avanzar el proyecto de radiodifusión que impulsa el kirchnerismo”. En sintonía con las declaraciones del accionista de Multimedios América estuvo la candidata por el Acuerdo Cívico y Social, Margarita Stolbizer, que acusó al gobierno de “no defender el trabajo nacional” y de “desproteger a las empresas”. Diferenciándose de los anteriores, la postulante a diputada nacional por el movimiento MST-Nueva Izquierda, Vilma Ripoll, apoyó la nacionalización de las empresas adoptadas por el venezolano y acusó a los que están en contra de la medida de “mirar para otro lado cuando estas grandes compañías echan a cientos de trabajadores impunemente”.


Por su parte el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, en representación del sector agropecuario, también se pronunció en contra de la estatización de las empresas y llamó al gobierno “a que defienda la propiedad privada, tanto dentro como fuera del país”. Luis Zamora, en cambio, no reprochó la nacionalización de las empresas pero criticó la discrecionalidad de la utilización de los fondos que la actual gestión se acreditó con el pase de los activos de las AFJP a las arcas del Estado, ya que para el candidato a una bancada en la cámara baja por el partido Autodeterminación y Libertad, “los fondos han llegado a manos de los Kirchner pero los jubilados siguen sin disponer de sus aportes”.


Falta poco más de un mes para las elecciones legislativas y los candidatos seguirán hablando y opinando acerca de todo y de todos, hay que estar atentos porque seguramente en algún momento se salgan del libreto y muestren la hilacha.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)

25.5.09

Más Solá que Felipe


Por Fernando Neira (*)



El ex gobernador de la provincia de Buenos Aires designado por Eduardo Duhalde durante su mandato presidencial y actual candidato a diputado por la fuerza Unión-Pro, Felipe Solá, está cada vez más relegado de los actos de campaña de su propio partido.


A mediados del año pasado Solá decidió que lo mejor para el futuro de su carrera política era romper los lazos que mantenía con el matrimonio Kirchner a partir del las diferencias que se hicieron publicas en el conflicto con cierto sector agropecuario. Con su voto negativo en el tratamiento de la resolución 125, se ganó el mote de “traidor” por parte de algunos funcionarios kirchneristas como Carlos Kunkel. Esta postura contraria a los intereses del Gobierno de turno lo alejó del oficialismo y comenzó a ser visto con buenos ojos por una oposición necesitada de una importante pata justicialista disidente que traccione votos. Así fue que al poco tiempo comenzó a frecuentar reuniones junto al el líder del Pro, Mauricio Macri y a su aliado político-capitalista, Francisco De Narváez.


La historia del armado de las listas es historia conocida, y podría resumirse con la frase billetera mata galán, y no precisamente porque Felipe sea sólo una cara bonita. Aquel 9 de mayo por la noche, previo a la oficialización de las nóminas, el ex gobernador no sólo accedió a no encabezar la boleta, sino que también debió ceder ante las presiones del colombiano y no pudo colocar a un hombre de su riñón, como Jorge Sarghini, en los puestos de vanguardia. Y el ex presidente del Banco Provincia, que en 2007 había criticado duramente a De Narváez durante la campaña por la gobernación, se quedó afuera de la composición. Luego fue el turno de que resignara también el lugar de su esposa, María Helena Chávez, por cuestionamientos internos y externos.


A partir de ahí la relación entre Solá y De Narváez nunca progresó, y más allá de que los asesores de imagen del Pro intenten disimular las fisuras, la relación entre ellos es casi nula. Por su parte Macri, que había dicho que no iba a destinar tiempo de su gestión para hacer campaña, la semana pasada acompañó al propietario de Multimedios América a una caminata proselitista por la localidad bonaerense de Lomas de Zamora. Estas son señales que Solá seguramente interpreta y analiza, ya está claro que para De Narváez es más rentable popularmente hacer campaña con el ex presidente de Boca que con él.


Lo cierto es que Solá no aparece en casi ninguna foto, y esto de alguna manera puede debilitar al propio partido y, sin quererlo, alimentar al oficialismo. Que desde la otra vereda ve como los egos de los que se jactan de ser la “oposición renovadora” se posan por encima de las esperanzas de un buen resultado electoral.
(*) Artículo publicado en el sitio Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)
El simulador

Por Fernando Neira (*)

A diferencia de lo que algunos medios interpretaron acerca del cambio del modo de hacer campaña del líder del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, a partir de la imitación que hicieron de su persona en el programa televisivo conducido por Marcelo Tinelli, las razones de la mutación del candidato por la provincia de Buenos Aires seguramente no sean tan superfluas como lo quieren hacer parecer.

Si bien hoy hay muchos personajes de la política que carecen de seriedad y rozan lo ridículo, caer en una conclusión tan precaria suena cuanto menos simplista.La primera señal clara de cambio que esgrimió el ex presidente de la Nación se notó la semana pasada durante el discurso del lanzamiento de la campaña del Frente para la Victoria en el Teatro Argentino de La Plata, donde utilizó un tono de voz sereno y sin sobresaltos, algo bastante inusual en sus oratorias, y donde escogió utilizar palabras conciliadoras en lugar de las descalificadoras. Tanto Kirchner, como sus colaboradores más cercanos, están muy pendientes de todas las encuestas que circulan por los medios, de las propias y las ajenas, y en los últimos sondeos notaron que aquella victoria holgada que otrora conseguían en la provincia de Buenos Aires ya no es tan cómoda.

Más allá del color y los intereses de las distintas mediciones, ninguna de ellas da como ganadora a la formula oficial encabezada por el santacruceño y Daniel Scioli por más de 4 o 5 puntos promedio por sobre su perseguidor inmediato, el polémico Francisco De Narváez del Pro. Si bien en el entorno del kirchnersimo saben que es difícil que cedan el liderazgo en las encuestas en el corto plazo que resta para la realización de los comicios parlamentarios, de consolidarse estos pronósticos el oficialismo perdería con la renovación de funcionarios entre 5 o 6 diputados en la cámara baja y pondrían en riesgo la mayoría propia que ostentan. En un primer momento y alertados de una baja considerable en la popularidad de la gestión del Gobierno, los K determinaron que lo mejor sería adelantar las elecciones de octubre para el 28 de junio para no seguir cayendo, y ahora, entre otras medidas estratégicas, optaron por atenuar el tono ofensivo de la campaña. Saben que en un futuro no muy lejano posiblemente necesiten de recomponer algunas alianzas parlamentarias para debatir leyes, más precisamente a partir de diciembre, cuando la renovación de los diputados y senadores se haga efectiva en las cámaras.

Hay algo claro en épocas electorales, y es que un político en campaña es capaz de todo, ya sea de la oposición o del oficialismo. De contestar preguntas con frases hechas y eslóganes utópicos vacíos de contenido, de decir lo que el común de la gente quiere escuchar a pesar de no estar convencido de poder cumplirlo, y sobre todas las cosas, de simular lo que no es.

(*) Artículo publicado en el sitio Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)

16.5.09

Toda la carne al asador


Por Fernando Neira (*)




Como si se tratase de una elección presidencial y no una de término medio, el líder del PJ, Néstor Kirchner, se puso el delantal de parrillero y se cargó en el lomo la responsabilidad de “garantizar la gobernabilidad del mandato de Cristina Fernández”, según sus propias palabras.


Se trata de algo así como pregona el tango Sur de Homero Manzi paredón o después, o la famosa frase futbolera de la gloria o Devoto, para lo cual se ha acudido a una serie de artilugios ya mencionados en este medio, como las candidaturas testimoniales, los postulantes nómades o la incorporación de figuras del espectáculo para traccionar votos. Ahora bien, cabe analizar por qué el ex gobernador de Santa Cruz tomo tal protagonismo en la conformación de las listas para las elecciones parlamentarias del 28 de junio y por qué las considera tan importantes. ¿Será como denuncia la oposición porque nunca dejó verdaderamente las responsabilidades que tenia cuando era primer mandatario o porque ve debilitada la imagen actual del gobierno nacional encabezado por su esposa?


Lo cierto es que el kirchnerismo no tiene una buena noticia electoral desde aquel categórico triunfo con el 47 por ciento de los votos en las presidenciales del año 2007, y su mentor lo sabe. Kirchner debe remediar en el corto plazo una coyuntura política que no le es del todo favorable, que comenzó a desgastarse a partir de las medidas impositivas que despertaron diferencias con sectores agropecuarios a mediados del año pasado y que se hicieron carne con el voto “no positivo” de la Resolución 125 de Julio Cobos en el Senado. Si a este panorama le sumamos la inflación acumulada de los últimos trimestres, el estancamiento de sectores productivos claves para la economía y la crisis financiera mundial, es un combo cuanto menos comprometido.


Quizás este fue el cuadro que divisaron desde el oficialismo a la hora de tomar la determinación de adelantar los comicios que estaban previstos para octubre y al momento de optar por refugiarse bajo el ala de cierto sector del pejotismo tradicional y de establecer alianzas con algunos caudillos del conurbano. Más allá de las declaraciones apocalípticas, que deben ser tomadas como tales, que hablan de “volver a la crisis del 2001” si alguna agrupación suma o resta bancadas en las cámaras, es cierto que las elecciones de termino medio suelen marcar una tendencia. Pero no por esto el electorado debe atemorizarse y pensar que con la acción del voto puede causar un mal mayor. En todo caso podrá marcar, en mayor o menor medida, la discrecionalidad del poder de turno, o de mantenerlo si se está de acuerdo con él.
(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (http://www.cuartointermedio.com.ar/)

15.5.09

Táctica y estrategia

Por Fernando Neira (*)


Al igual que algunos técnicos del fútbol argentino que especulan hasta minutos antes del inicio del partido para develar las formaciones de sus equipos, los políticos de turno hicieron lo propio para oficializar las listas de los candidatos para los comicios parlamentarios del 28 de junio.

Esta actitud, reprochable por cierto por la falta de internas y el exceso de billeteras, le dio a los medios de comunicación la posibilidad de derrochar millones de bits para tejer todo tipo de hipótesis acerca de quién entraba y quién se quedaba afuera, y no tanto para debatir otros puntos importantes.Desde que estalló el bipartidismo en la Argentina a comienzos de la última década, fue tal el deterioro de las instituciones partidarias clásicas, que en la mayoría de los casos los votantes se están viendo obligados a elegir “personalidades” o “caras conocidas” dentro del abanico político. En algunas ocasiones funcionarios con una basta trayectoria política, buena o mala, y en otros sólo por un reconocimiento mediático en otras áreas. Pero en ambas opciones basándose en las experiencias previas de estos personajes y no tanto en la estructura y el recorrido histórico del frente por el cual se presentan a la elección.


No es nuevo el hecho de que los políticos de raza recurran a figuras del espectáculo o del deporte para captar votos. Basta sólo con recordar algunos ejemplos resonantes como el de Ramón Ortega en Tucumán o Carlos Reutemann en Santa Fe, que surgieron bajo el padrinazgo del ex presidente Carlos Menem. Para estás elecciones de término medio se han barajado cientos de nombres, que fueron desde la actriz Nacha Guevara, (que irá tercera en la lista oficialista en la provincia de Buenos Aires), hasta la Tigresa Acuña, que ocupará el cuarto lugar en la boleta de concejales del PJ en el partido de Tres de Febrero.


Estas estrategias no suelen ser otra cosa que manotazos de ahogados, ya que son contados los casos donde estás figuritas externas a la política trascienden como grandes funcionarios. Si bien suelen tener previamente una buena aceptación en el votante, la relación que establecen suele ser epidérmica o muy superficial. Pero al momento de escucharlos debatir conceptos o de rascar un poco más en profundidad, las diferencias salen a la luz. A quién no se le erizó la piel cuando la vedette Moria Casán dijo que adoraba a Juan Domingo Perón porque el general “era un enamorado de Adolf Hitler y Benito Mussollini”.


Los medios masivos son los que les dan espacio y fogonean este tipo de discusiones sin sentido que no hacen más que alejar a la gente de la vida política. Habrá que preguntarse por qué aquellos candidatos racionales que quieren debatir ideas o proyectos concretos no aparecen tanto en pantalla, y cuál es verdaderamente la franja de aceptación de la sociedad que los consume. Y a prepararse porque el partido recién comienza.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)

Se fue un tipo extraordinario

Su documento de identidad decía que mi viejo nació un 25 de agosto de 1933, aunque en realidad su cumpleaños era el 23 de agosto, se ve que ...