30.6.09

Gobernabilidad

Por Fernando Neira

Esa pareció ser la palabra clave que eligieron, tanto el ex presidente del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, al momento de digerir la derrota consumada en la provincia de Buenos Aires en la madrugada del lunes, como su esposa, Cristina Fernández, en la conferencia de prensa que brindó ayer por la tarde en el salón Sur de la Casa de Gobierno.

Luego de un comienzo discursivo donde la presidenta de la Nación analizó el resultado de las elecciones a nivel nacional, que de acuerdo a su análisis, el oficialismo se impuso con un 31.03 por ciento de los sufragios, o sea con un 2.03 por ciento más de votos que la siguiente fuerza opositora, comenzaron las preguntas. Ante la consulta sobre los pasos a seguir del gobierno luego del revés electoral que sufrieron en varias provincias (Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Santa Cruz), la primera mandataria anunció que “confía en que los opositores que durante la campaña prometieron que iban a apoyar a la gobernabilidad cumplan con su palabra”. A la hora de analizar la derrota, Cristina Fernández no puso excusas y la justificó aludiendo a que “fue la voluntad de la gente, sumados al desgaste que significan seis años de gestión”.

La presidenta también elogió la performance del líder de Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas, por el segundo lugar que obtuvo el cineasta en la Capital Federal con tan poco tiempo de trabajo. Subrayó negativamente en cambio, que el PRO haya reducido casi a la mitad el porcentaje de votos que esa fuerza había conseguido respecto a la última elección que coronó a Mauricio Macri como Jefe de Gobierno porteño en 2007. Fue en ese momento donde la ex senadora de Santa Cruz acusó a una parte de la prensa acerca del modo en que los medios de comunicación tratan a las noticias y a los protagonistas, aludiendo que al momento de hablar con funcionarios del oficialismo ellos se sienten “interrogados”, y que en cambio, al enfrentarse con miembros de la oposición, “los escuchan con otro rigor profesional”.

Más allá de estas impresiones respecto del oficio del periodista y los intereses que éste representa, la presidenta anunció que no tiene pensado realizar cambios en ninguno de los ministerios a causa del resultado de las elecciones legislativas, ya que no los cree responsables de lo sucedido. Además agregó que durante su gestión seguirán trabajando para “obtener consenso en la sociedad y lograr previsibilidad, que es sinónimo de gobernabilidad”.

Según las cifras que dio a conocer Cristina Fernández durante la conferencia respecto a la nueva conformación de las cámaras, en el Senado de la Nación el oficialismo resignó 2 legisladores propios y 2 aliados, mientras que en la cámara baja, de los 115 diputados propios con los que contaban antes de los sufragios pasaron a tener 107, pero a diferencia de lo que sucedió en la cámara alta, habían sumado 5 posibles aliados, que pasaron de 22 a 27 legisladores. La mandataria platense fundamentó el incremento de posibles adeptos considerando los altos porcentajes que sacaron algunas fuerzas progresistas como por ejemplo Proyecto Sur, con las cuales ella considera que las diferencias en líneas generales “son superficiales y no de fondo”. Insistió en más de una oportunidad con que las cosas que Pino Solanas le criticó a este gobierno es “que no hayan ido más a fondo con algunas cuestiones, pero no con los conceptos”. Toda una señal para una fuerza nueva que dará sus primeros pasos en el Congreso y que tendrá los ojos encima a la hora de debatir y proponer leyes.

Lo cierto es que como se anticipó meses atrás en este medio, el kirchnerismo tendrá que cambiar la forma de hacer y construir política. Modificar confrontación por dialogo, ahora si ya no más por una cuestión de estilo y mera formalidad, sino por necesidad. ¿Cómo reaccionará la oposición fragmentada entre macristas, disidentes, lilitos y cobistas?, es toda una incógnita para el bien de la gobernabilidad y de todos los argentinos.

26.6.09

Empinado

Por Fernando Neira (*)

Para la mayoría de las encuestadoras el candidato a diputado del frente Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas, alcanzó en los últimos días el segundo lugar en las mediciones de intención de voto para las elecciones legislativas que se llevarán a cabo el domingo próximo, relegando al postulante del Acuerdo Cívico y Social, Alfonso Prat Gay.

Según datos recientes de la consultora Aresco, el cineasta ha tenido un crecimiento de casi el 150 por ciento en los últimos 40 días, ya que a mediados de mayo promediaba un 8.7 en relación a los 19.3 por ciento que mide actualmente. Estás cifras despertaron el interés y la preocupación, tanto en el PRO como en el Acuerdo Cívico respectivamente. Por el lado del frente macrista, la ex vice Jefa de Gobierno renunciante que lidera con holgura las mediciones en Capital Federal, Gabriela Michetti, dijo que “Pino es un tipo sólido y piola”. Y que el autor de los films Memoria del saqueo o La próxima estación entre otras, había “captado la atención de cierta porción del electorado progresista o de centro izquierda porteña, que estaba bastante fragmentado”.

Las cifras que arrojaron el último sondeo realizado por la encuestadora de Julio Aurelio reflejaron que la candidata de Mauricio Macri lidera las mediciones con el 30.1 por ciento seguida por Solanas con un 19.3. Prat Gay quedo ubicado tercero con un 17.4 y más relegado en un cuarto lugar cómodo, el oficialista Carlos Heller con el 13.3 por ciento de intención de voto. Con estas cifras y con el posible crecimiento que pueda llegar a tener el representante de Proyecto Sur en los días que restan de campaña, lo que peligra es el ingreso a la cámara baja de la ex líder del Ari, Elisa Carrió, que vale recordar figura tercera en la lista de su partido, por debajo del constitucionalista Ricardo Gil Lavedra.

Ante este panorama sorpresivo la chaqueña salió a intentar reflotar la imagen de su candidato y a opacar a la de un rival al que no tenían muy en cuenta en la previa de la contienda electoral, como lo es Pino Solanas. Los argumentos que esgrimió Carrió para contrarrestar el crecimiento del ex candidato a presidente en las elecciones de 2007 no fueron del todo válidos, ya que optó por recordarle a los electores que “Solanas no nació en Fuerte Apache, sino en San Isidro”, como si la ubicación geográfica del natalicio de una persona sea una cuestión verdaderamente importante al momento de elegir un legislador. En cambio, y de manera casi contradictoria con la apreciación que hizo de Solanas, para defender a su candidato, la candidata del Acuerdo Cívico declaró que en la sociedad argentina existe un “prejuicio de clase” a la hora de valorar las condiciones de Prat Gay. Y a pesar de que Lilita intente desdramatizar la posibilidad de que ella no obtenga una bancada en diputados, seguramente este desenlace no era el que estaba en los planes del bloque opositor al momento de la conformación de las listas.

Mientras tanto Pino con el paso de los días se va afirmando en el segundo lugar, y considerando los porcentajes que le dan la mayoría de las encuestadoras (Ibarómetro, Aresco, Poliarquía) estaría obteniendo tres lugares en la nueva composición de la cámara baja a partir de diciembre. Los analistas coinciden en que los posibles votos de Solanas se sustentan básicamente en jóvenes, universitarios y menores de 30 años, que lo ven como una persona honesta, critica con el gobierno, defensora de los recursos naturales, y con un plus extra que incluso mencionaron hasta los contrincantes del PRO. Gabriela Michetti explicó que Solanas “corre con la ventaja de no estar atado a una gestión o el hecho de estar gobernando”.
(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)
Fernando Solanas plantea la urgente necesidad de recuperar los recursos naturales

“Podemos construir una Argentina justa y latinoamericanista”

Por Fernando Solanas

Nacionalizar: en las próximas elecciones legislativas, Fernando “Pino” Solanas se presenta como candidato a diputado nacional de Proyecto Sur por la Capital Federal. Su plataforma apunta a dar respuestas a las urgencias de la nación: recuperar la renta del petróleo y la minería, con una calidad medioambiental sustentable, para enfrentar la indigencia, la desindustrialización y el desempleo.


El próximo 28 de junio se realizarán nuevas elecciones legislativas nacionales y provinciales. El alicaído oficialismo ya ha encontrado todos los límites imaginables para construir un sendero alternativo al modelo de saqueo que vivimos. El bipartidismo que destruyó al país en la década de 1990 se recompone. Por un lado, se disputa una interna en el Partido Justicialista (PJ), entre el kirchnerismo que retrocede a pasos agigantados y el viejo duhaldismo que expresa la alianza Felipe Solá - Francisco De Narváez - Mauricio Macri - Gabriela Michetti. Por el otro lado, la Union Cívica Radical (UCR), luego de llevarnos a la peor crisis de las últimas décadas con Fernando De la Rúa, se muestra como la opción del cambio, donde confluyen la Coalición Cívica de Elisa Carrió y Alfonso Prat Gay, el Partido Socialista y el vicepresidente opositor Julio Cobos.

Detrás del kirchnerismo está la opción del banquero Carlos Heller y otros progresistas indefinidos, que no proponen salidas al modelo de crisis cíclicas que sufrimos. La idea de apoyar al Gobierno para evitar que avance la derecha ya la conocemos. En mayo de 2007, el progresismo se unió detrás del Frente para la Victoria para derrotar a Mauricio Macri, mientras daban luz verde a la Ley Antiterrorista y a la reprivatización del mayor yacimiento de petróleo de la Argentina, Cerro Dragón.

En seis años de gobierno, el kirchnerismo ha tomado medidas positivas y ha logrado acompañar el crecimiento económico mundial, pero no ha intentado dar un salto cualitativo con un proyecto nacional de desarrollo, ni ha modificado la matriz de desigualdad que pesa sobre nuestra población hundiendo al 30% de sus habitantes en la pobreza y al 15% en la indigencia, con graves insuficiencias sanitarias, alimenticias y educativas. Tenemos suficientes recursos humanos y materiales para transformar el país.

Baste pensar lo que es posible hacer con los más de 50 mil millones de dólares que entre 2003 y 2007 quedaron en manos de las petroleras como renta energética o con los 500 mil millones de dólares que se transferirán en 30 años por haber entregado Cerro Dragón.
Proyecto Sur demuestra que recuperando la renta del petróleo y la gran minería, se puede enfrentar la indigencia, la desindustrialización y el desempleo y dar respuestas a las urgencias de la Nación, con una calidad medioambiental sustentable. Se trata de superar el predominio del modelo agro-minero-exportador que tiende a dejarnos fuera de la historia.

Frente a una ciudadanía descreída que no sabe a quién votar, proponemos la coherencia y la ética como valores paradigmáticos. Somos copropietarios de un patrimonio acumulado por generaciones de argentinos; lo que es de todos debe ser cuidado por todos. Somos además la expresión concreta de la unidad de fuerzas –juntas desde 2007– en torno a un proyecto emancipador para la Nación.

Proyecto Sur reúne a argentinos provenientes de cuatro grandes vertientes: los del radicalismo fundante de Leandro N. Alem e Hipólito Yrigoyen, los de la causa originaria peronista, los de las expresiones de la izquierda y los de la militancia social, más ciudadanos independientes que quieren un país diferente. Nos reencontramos todos en este nuevo espacio para realizar una gran patriada, la causa Sur emancipatoria. Se trata de cambiar esta Argentina saqueada y esta pseudo-democracia para reemplazarla por una Argentina justa y latinoamericanista con pleno protagonismo popular.

Estamos en medio de una transición fundamental del funcionamiento del sistema global. Atrapados en la peor crisis financiera mundial desde la Gran Depresión de 1930, sin certezas sobre su futuro, cómo se puede entender la posibilidad de América Latina en el concierto de naciones, en tanto continente soberano, integrado, desarrollado, tecnificado, democratizado. En esta nueva etapa en que los pueblos latinoamericanos intentan encarar un camino alternativo al catastrófico orden actual, lo que divide aguas es, en definitiva, la necesidad de desnudar y romper la convivencia y connivencia con el orden neoliberal: la privatización de los espacios y recursos, el avasallamiento de las soberanías estatales, la ruina de las industrias nacionales, la sumisión de los mercados de cada país a las necesidades de los países centrales, la pauperización y empobrecimiento de las poblaciones.

Nuestro proyecto demuestra que es posible terminar en el corto plazo con el modelo de saqueo instalado en nuestra Argentina, si avanzamos en unidad y con decisión por un gran proyecto nacional.
¿Conoces a Martín Sabbatella?



Por Fernando Neira

Su personaje no forma parte del reality show televisivo que conduce Marcelo Tinelli por Canal 13. No es un político al que le sobre carisma a la hora de dar entrevistas y sus fondos de campaña son bastante magros en comparación al de sus contrincantes en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo Martín Sabbatella goza de algo que no muchos funcionarios públicos poseen: inspira confianza en la gente que lo conoce.

Será por esta razón que fue elegido tres veces consecutivas como intendente de Morón, partido del Conurbano bonaerense que alberga a más de 350 mil habitantes. Cargo al que asumió por primera vez en 1999 cuando sólo tenía 29 años y venía de liderar una comisión investigadora sobre delitos de corrupción en su distrito, que era gobernado hasta entonces nada menos que por el polémico Juan Carlos Rousselot. Cuando Sabbatella llegó al poder, la intendencia era un paradigma de la corrupción menemista, como muchas otras. Más de cien barras bravas del club de fútbol de la Primera B Nacional, Deportivo Morón, formaban parte del plantel de ñoquis del municipio, y en base a un trabajo intenso de recolección de denuncias y soportando aprietes de todo tipo, poco a poco los violentos fueron excluidos de la función pública.

Una de las primeras medidas que tomó como intendente fue crear una oficina Anticorrupción, y la transparencia se transformó en uno de los pilares de su gestión. Durante su función logró que el 49 por ciento de los hogares tuviera desagüe cloacal, que el 75 por ciento de las viviendas acceda al agua corriente de la red pública y bajar el índice de las necesidades básicas insatisfechas de los habitantes al 7.7 por ciento. Está claro que estas cifras por si solas no son muy alentadoras, pero si se las analiza dentro del contexto del conurbano bonaerense, la objetividad de los dígitos se valorizan más.

Si bien se inició políticamente como secretario del bloque parlamentario en el Frepaso, y luego fue uno de los pocos funcionarios de la malograda Alianza con el radicalismo que sobrevivió a la crisis del 2001, al año siguiente decidió formar su propio espacio político. Así fue que nació Nuevo Morón, frente con el que ganó las elecciones distritales en 2003 y 2007.

Comparte muchas de las posturas del gobierno nacional pero también critica otras tantas. Apoya la política de derechos humanos, la estatización de Aerolíneas Argentinas y de las AFJP, pero reniega de la falta de determinación del matrimonio presidencial para modificar las estructuras clásicas y clientelistas del Partido Justicialista.

Para el pesar de muchos de los vecinos de la zona oeste que lo saludan de forma amena por la calle y que le piden que “no los deje”, Sabbatella determinó que era el momento de dar el salto y apostar a jugar en ligas mayores. Para ello el 29 de abril de este año le dio forma institucional a Nuevo Encuentro, el partido político que lo lleva en el primer lugar de la lista de candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires.

Está claro que este joven político bonaerense de 39 años corre con desventaja respecto al aparato partidario con el que puede contar el presidente del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, o a los millones de pesos que Francisco de Narváez destinó para hacer campaña en todos los medios posibles, pero los que lo conocen saben que el ex intendente de Morón igual les dará pelea hasta el final. Y si las encuestas no fallan demasiado en sus cálculos previos, quizás hasta se asegure una banca en la nueva conformación de la cámara baja.
Murió Andrés Cascioli



Fue uno de los periodistas más influyentes de nuestro país; fundador de las revistas Satiricón y Humor.



A los 72 años y después de una larga enfermedad murió ayer el historietista y periodista Andrés Cascioli. Por su estilo inconfundible, osado y editorialista, se ganó un lugar en el Olimpo de la prensa gráfica argentina. Sin embargo, es su condición de Editor (así, con mayúscula), la que lo transforma en un pilar fundamental en las últimas tres décadas de la historia de los medios vernáculos.
Fundador de las revistas Satiricón (1972, junto a Oskar Blotta) y Humor (1978), uno de los pocos espacios de oposición y resistencia masiva en tiempos de dictadura, le abrió un espacio al rock a través de la emblemática sección Las Páginas de Gloria.
Y además de diversos proyectos desde Ediciones de la Urraca (Fierro, El Péndulo, El Periodista de Buenos Aires, y Humi).
En 2001 dirigió para la editorial Perfil la revista El Cacerolazo. En 2005 editó La revista Humor y la dictadura y en 2006, 30 años de Humor Político, con su obra política editada entre 1976 y 2006.
Fue él quien formó el equipo periodístico para publicar Rolling Stone en la Argentina, en la que también se lucieron y extrañarán sus ilustraciones.

24.6.09

Cómo votar y no morir en el intento

Por Fernando Neira (*)


Con un escenario tan cerrado y reñido como el que reflejan las encuestas en varias provincias, tanto en el oficialismo como en la oposición estarán pendientes de todos los detalles. Saben que uno o dos puntos pueden definir el futuro de una banca.


La oposición parece haber tomado los recaudos necesarios para evitar uno de los grandes males que afectó a la elección presidencial del 2007, como lo fue el robo de boletas. Es cierto lo que denunció la candidata del Acuerdo Cívico cuando dijo que cerca del mediodía de aquel domingo del 28 de octubre, ya no habían más boletas de su partido en muchos colegios de la provincia de Buenos Aires. Para evitar esto, los partidos optaron por repartir las papeletas previamente entre los vecinos, ya sea en la vía pública o casa por casa. De esta manera saben que pueden reducir el margen, al menos en esta modalidad.
Otra de las formas de perjudicar a los votantes y a los cuadros políticos, se da por la modificación electoral que entrará en vigencia en las elecciones del 28 de junio, que estableció la reducción del número de personas en los padrones. Hasta ahora las mesas albergaban a 390 electores y para estas elecciones el número máximo de sufragantes pasó a ser de 360. Esto derivó a que a muchos vecinos se les modifique el lugar de votación, y en algunos casos a distancias considerables. Hay habitantes del Partido de la Costa que por ejemplo se tienen que trasladar a más de 50 kilómetros de sus hogares para votar. Si a esto le sumamos la falta de compromiso político que tiene una porción importante de la sociedad, es un combo para nada alentador.
El “voto cadena” es otra de las modalidades que utilizan los partidos con cierta estructura para asegurarse el sufragio. Este sistema consta de cambiar dentro del cuarto oscuro el sobre oficial que le dan las autoridades de mesa a un puntero al ingresar por otro con firmas apócrifas. Al salir, éste le da el sobre original a un tercero que se encuentra afuera con la boleta del candidato que los contrató para asegurarse que no cambie el voto. Al momento del recuento final, se termina anulando el sobre con las firmas falsas y se cuenta como válido el sobre que contiene las signaturas de las autoridades con la lista del candidato adentro.
La aparición de las casi 50 mil boletas falsas de la fuerza Unión-Pro en el partido bonaerense de Ezeiza no hicieron más que embarrar la cancha. Algunos hablaron de una operación política para implantar la “sensación de fraude” por parte del candidato Francisco De Narváez. No obstante, desde el partido que lidera el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, no supieron esclarecer demasiado la situación. Primero intentaron por todos los medios que la noticia no salga a la luz y luego cuando era inevitable, se justificaron diciendo que “se trató de un error de la imprenta”, como declaró el senador Armando Nieto.
Para concluir vale recalcar que este empantanado panorama electoral, más allá de beneficiar a uno u otro candidato ya sea del oficialismo o de la oposición, lo único que hace es perjudicar al ciudadano y a la transparencia democrática.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)
El mundo que se viene

Por Tomas Abraham

Vivimos una época que ha conocido dos enormes crisis planetarias. En el año 1989 se derrumba una concepción del Estado y de la sociedad. Veinte años después, cae el mercado financiero. Sobre el sentido que acarrea esta última crisis todo está por decirse, y lo que se dice no deja de terminar en puntos suspensivos.

Con la caída del Muro hubo quienes lo vieron como el inicio de su integración al universo de la democracia. Muchos que habían apoyado a dictaduras criminales, los que estuvieron del lado de quienes alentaron invasiones a países que no respondieran a los intereses de las grandes corporaciones, y a favor de la acción de infiltración para derrocar a gobiernos populares, se sintieron en condiciones de abandonar sus cruzadas en defensa de Occidente. La Guerra Fría había terminado con el reconocimiento del fracaso de uno de los sistemas.
Ya no tenía sentido justificar por cualquier medio la defensa de los valores del individuo y de la libertad. El peligro comunista desaparecía. Fue el momento en que el anuncio del fin de la historia se ponía de moda.

Durante casi dos décadas, un discurso calificado como “único” tuvo la hegemonía en las cuestiones económicas. La tercera vía se presentó en escena para proponer reflexionar sobre un nuevo modelo dado el fracaso de las políticas neoliberales y de una socialdemocracia basada en un Estado de Bienestar ya insostenible.

Después del ’89 el socialismo pretendió adaptarse a la globalización y a los cambios en la tecnología, con un discurso que rescatara sus principios morales y sociales, y que fuera funcional a un mundo en expansión ilimitada y transformación continua.
La política de Bush dejó totalmente de lado las tibias aspiraciones de la tercera vía y aceleró la dinámica de los mercados desregulados.

Nadie previó el derrumbe del ’89 y menos aún el de 2008. Por supuesto que había señales de alarma, siempre las hay en el mundo de la interpretación infinita. Pero los visionarios de lo que vendrá, y efectivamente ocurrió, se perdieron en la muchedumbre de otros visionarios versados en un saber conjetural que no es una ciencia basada en predicciones ni en certezas demostradas.

La crisis de las hipotecas es la crisis de un paradigma crediticio y de una política financiera. El mundo creció durante años a tasas difícilmente homologables. La economía norteamericana aceleró su dinamismo y creó un estímulo tras otro para que todos se endeudaran y canalizó los flujos de capital hacia el mercado inmobiliario y la compra de acciones.

Estableció una tasa de interés mínima que abarató el crédito y fomentó la inversión hacia fondos especulativos. Los EE.UU. asociaron su política a la de China, y solventaron su déficit creciente con capitales de todo el mundo y la compra de sus bonos federales. China producía y los norteamericanos consumían, y la economía que concentra la cuarta parte de la riqueza mundial, junto a su asociado asiático en impresionante crecimiento, ponía en movimiento al resto del planeta.

El 30 de abril de este año, se reunieron en el Museo Metropolitano de Nueva York economistas de renombre, a propósito de un simposio de economía organizado por la New York Review. Fueron convocados Paul Krugman, George Soros, Jeff Madrick y Niall Ferguson, entre otros.
Ninguno de ellos se muestra optimista. Las soluciones que proponen desde perspectivas distintas están llenas de dudas. Admiten su desorientación. La palabra “apalancamiento” (leverage) es usada varias veces para describir un funcionamiento financiero a base de deuda futura que, según reconocen, produjo mucho daño.

No se ponen de acuerdo acerca de cuánto keynesianismo está en juego. Recuerdan que Keynes escribió su texto de referencia general en 1936, siete años después del desencadenamiento de la crisis. Ven en el gobierno de Obama una acción a dos puntas. Una es la inyección de ingentes cantidades de dinero con el fin de restablecer el crédito para que la recuperación no sea tan lenta y los efectos tan devastadores como los de la crisis del ’29. No consideran ajena a la misma el acceso al poder de los gobiernos fascistas y el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Ninguno quiere siquiera pensar que la crisis actual pueda dar lugar a nuevas formas de autoritarismo y a conflictos mundiales.

Por otro lado, el gobierno de Obama estimula una política de grandes inversiones. Con la monetización forzada de la economía vía emisión y la asunción de obras de infraestructura por el Estado, más el salvataje de corporaciones financieras e industriales, el déficit de los EE.UU. está cerca del 17% de su PBI.

Los economistas convocados hablan de trillones y billones destinados a un mercado paralizado. Las acciones bursátiles no valen nada, y los recuperos se deben a maniobras especulativas de corto alcance. El estímulo a la demanda no parece funcionar. Es normal que en una época como ésta los individuos teman al crédito y se inclinen por el ahorro. El mañana es temible.
Los inversores tampoco quieren arriesgar y no van más allá de pretender recuperar su capacidad instalada. El Estado se dispone a asumir por el momento el rol que los privados deberían cumplir. No deja de disiparse el fantasma de la deflación de precios, y una posterior estanflación.

Soros insiste en que los mercados financieros deben estar regulados. Ferguson no cree en las políticas de estatización ni en que la conducción de la economía deba estar en manos del Estado. Para él, la salida de la crisis depende de los avances tecnológicos y del incremento de la productividad que históricamente, sostiene, es impulsado por los capitales privados.
Krugman cree que el Estado debe cumplir un rol activo y tomar la iniciativa de la inversión sin temerle en exceso al gasto. Pero reconoce que el público norteamericano sólo volverá a gastar si el gobierno le despierta confianza.

La emisión de deuda futura, y el uso de los dineros públicos para incentivar un mercado de trabajo deteriorado por el aumento de la desocupación y para compensar la desfinanciación de las fuerzas productivas tendrá efectos positivos si los ciudadanos norteamericanos confían en la eficiencia y la honestidad de su gobierno. Krugman estima que Obama es el que está en las mejores condiciones para concitar tal credibilidad. Pero la bruma no se disipa.

Ante una realidad así, los agoreros del fin del capitalismo sienten que llegó su hora. Aún no se sabe muy bien para qué. Hay proyecciones de todo tipo. Utopías de “lo pequeño es hermoso”, de la fundación de una sociedad basada en la vida simple y solidaria de pueblos con espíritu cooperativo, la celebración de la nueva unión del Estado con los pueblos largamente desplazados por la ilimitada codicia del capital, la voluntad de poner la piedra basal de un nuevo modelo de sociedad que resulte de necesarias mutaciones culturales y, además, el deseo de un cambio drástico de una civilización que erró su camino hace siglos; todo indica que ésta es una época fértil para los anunciantes de una nueva aurora.
Un final a toda orquesta



Por Fernando Neira

A pocas horas de que se abran los comicios legislativos y con una paridad e indecisión importante en una porción del electorado, los candidatos y funcionarios involucrados en la campaña se ven, en algunos casos, obligados a doblegar la apuesta. Sin el consentimiento de sus asesores de imagen e improvisando el libreto sobre la marcha, suelen decir algo más de lo que hasta ahora habían dicho, ya sea en tono de broma en el programa pseudo humorístico de Marcelo Tinelli o en una caminata proselitista por algún barrio humilde que difícilmente vuelvan a transitar.

Las confesiones privatistas que realizó la semana pasada el líder del PRO, Mauricio Macri, son un claro ejemplo que seguramente haya sorprendido a su asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba, respecto al mensaje que dio a conocer públicamente su cliente. Nadie duda de la posición del Jefe de Gobierno porteño respecto a la estatización de las empresas multinacionales, pero exponerla tan abiertamente seguramente lo que no logrará es sumarle votos a su bloque. Al igual que la triste y antidemocrática reflexión que hizo el dirigente de Federación Agraria, Alfredo De Angeli, que recomendó “reunir a los peones de campo para decirles a quién tenían que votar el próximo domingo”. A la hora de improvisar no suele ser la mentira la que prevalece y sale a la luz con espontaneidad, así que conviene estar atentos a las declaraciones de los candidatos en estos últimos días de campaña, porque quizás se les escape alguna que otra verdad.

Pero no todos los políticos tienen el mismo perfil y vale rescatar también el contraste que reflejan candidatos como Fernando “Pino” Solanas de Proyecto Sur, en la Capital Federal, o la figura del ex intendente de Morón, Martín Sabbatella, de la agrupación Nuevo Encuentro en la provincia de Buenos Aires. Ya que la actitud de la mayoría de sus competidores los hacen quedar como bichos raros, por el sólo hecho de hacer campaña discutiendo ideas y proyectos con datos y estadísticas concretas, mientras otros basan su estrategia en la agresión o en la denuncia constante.
Otro dato llamativo de este particular cierre proselitista fueron las convocatorias que hicieron y luego suspendieron con cierto atino, por un lado el diputado nacional, Carlos Kunkel, y por el otro el dirigente social, Luis D´Elia. Ambas figuras allegadas al matrimonio Kirchner llamaron a “celebrar el domingo por la noche el triunfo del oficialismo en la Plaza de Mayo”. Cabe preguntarse qué es para ellos “triunfar” en unas elecciones legislativas de término medio, cuál era la intención positiva de dicho acto, y qué ocurriría si la victoria no es tal como presuponen. No son pocos los interrogantes, como tampoco lo son los antecedentes negativos del líder de la Federación de Tierra, Vivienda y Hábitat en sus últimas marchas por el centro porteño como para no preocuparse y estar alertas.

22.6.09

¿De qué hablamos cuando hablamos de modelo?

Por Fernando Neira (*)


A sólo días de que se lleven a cabo las parlamentarias, la estrategia del kirchnerismo es poner el foco de atención en “el modelo de gestión”, que comenzaron allá por el año 2003 durante la presidencia del santacruceño y que continúa hoy con el mandato de su esposa, Cristina Fernández.


Pocos se detuvieron a explicar en qué consta el hecho de profundizar o avanzar en el modelo K y si este planteo es acorde para una elección de término medio, donde lo que se renueva es la mitad de la cámara de diputados y un tercio de la del senado. Pero más allá del último punto discutible, por cierto, conviene repasar algunos puntos objetivos de la gestión del matrimonio para vislumbrar cuál puede ser el futuro si los Kirchner logran imponerse el 28 de junio, y pueden “continuar con el modelo de desarrollo”, según las propias palabras del Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.


Hoy el panorama es muy distinto al que era entonces y las recetas de antaño parecen no tener el mismo efecto. El gobierno de Cristina atravesó la crisis del campo y acarreó unas cuantas pérdidas por no poder implementar y negociar de manera inteligente una medida tributaria necesaria para la economía. El contexto de la crisis internacional actual no colabora y los números internos no son alentadores. Según un trabajo realizado por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que comparó la situación económica del país en 2007 respecto a la de 1997, determinó que la Argentina retrocedió en casi todos los aspectos socioeconómicos. Creció la informalidad laboral de un 37 por ciento a un 41.5 por ciento. La brecha que separa al 10 por ciento más rico de la sociedad se incrementó de un 22.1 durante el segundo gobierno de Menem a un 28.7 por ciento durante los primeros meses de gestión de Cristina Fernández. Y a pesar de que el Producto Bruto interno es un 32% mayor al de la década pasada, la cantidad de desocupados es aproximadamente la misma.


Se consiguió tener una economía más significativa en volumen, pero los indicadores sociales empeoraron. Estos valores reflejados por la CTA revelan, en contraposición a la llamada redistribución de los ingresos que utiliza el oficialismo como punta de lanza para su campaña, una concentración económica en un espacio reducido de beneficiarios.


Otra de las cuentas pendientes que tiene este gobierno según la crítica, fue no avanzar en una política de acuerdos, dialogo y de pluralidad concertada con los sectores opositores. Considerar la creación de una verdadera concertación, que por supuesto no exceptúa de tensiones y conflictos entre las partes, pero que al menos las encuadraría dentro de un marco de procedimientos legales y de respeto por las normas democráticas.


Entre otras cosas, de esto hablan los funcionarios cuando hablan de continuar con el modelo. Lo bueno sería que anuncien cómo van a hacer para corregir las falencias, que por lo visto, son importantes.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)
El gran titiritero



Por Fernando Neira (*)





Esta nota no abarca la vida del gran Javier Villafañe, aquel poeta y artista precursor en nuestro país de la realización de obras teatrales protagonizadas por muñequitos de trapo, los viejos y queridos títeres. Hombre de las artes que nació en la provincia de Buenos Aires a comienzos de mil novecientos y murió en la misma ciudad a los 86 años. Esta es más bien una historia con claro oscuros, y con protagonistas sin demasiadas virtudes loables, y que incluso en algunos casos, le han hecho mucho mal a la política criolla.


En los últimos días, salió por boca de Daniel Scioli la posibilidad de que el PJ acerque posiciones entre sus filas disidentes una vez pasadas las elecciones, ya que ésta sería una estrategia importante para asegurar la sustentabilidad del gobierno de Cristina Fernández hasta el final de su mandato.


Conocidas las declaraciones del ex motonauta campeón mundial, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, las utilizó como punta de lanza para su campaña, aludiendo que “en dos semanas se va a aclarar la trampa del PJ”. Y en esta ocasión puntual, puede que las acusaciones compulsivas de la chaqueña tengan algo de asidero, en considerar que la verdadera lucha actual del peronismo pasa por ver quién es el personaje que unifica al partido fundado por el General Juan Domingo Perón con vistas al 2011.

Siguiendo con esta hipótesis, es ineludible caer en un apellido con mucho peso en el partido en los últimos veinte años: Eduardo Duhalde. Para muchos no era el momento adecuado de que el caudillo bonaerense saliera a escena a dar batalla, y que para ello optó por mantenerse agazapado y apoyar a una especie de testaferro político: Francisco De Narváez.

El nexo fehaciente entre el ex presidente y el propietario de multimedios América, es la incorporación de Analía Duhalde y de Gustavo Ferri en las listas provinciales de Unión-PRO en Buenos Aires. Ferri, además de ser el yerno de Duhalde y candidato a diputado por el partido de Mauricio Macri, es la persona a la que se le atribuye un papel preponderante en el armado del PJ disidente. Analía, por su parte, es una de las dos hijas del ex vicepresidente de Carlos Menem, que mientras su padre era gobernador bonaerense allá por los años noventa, trabajaba en el Banco Provincia. Actualmente la hija de Hilda Chiche Duhalde forma parte de la Asociación Civil Idear para el Cambio, en su Lomas de Zamora natal.

En el entorno de Duhalde creen que el caudillo esta vez ha tomado los recaudos necesarios para que el multimillonario colombiano no tome tanto vuelo propio, como intentó hacer, y para algunos logró, Néstor Kirchner luego de las elecciones presidenciales de 2003. En ese punto es donde entra a jugar Mauricio Macri.

Es sabido que el objetivo primordial del ex presidente de Boca Juniors es pelear por el sillón presidencial dentro de dos años, como también es cierto, basándonos en la historia política de los últimos años, que sin el apoyo de una facción importante del justicialismo resulta casi imposible gobernar. La alianza reciente con Felipe Solá y De Narváez acerca a Mauricio a ese supuesto respaldo necesario.

Si bien todavía puede resultar prematuro tejer algunas hipótesis, la semana pasada en un acto de campaña en la Federación de Jubilados de Lomas, Chiche Duhalde salió a criticar duramente a Kirchner y llamó a los bonaerenses a respaldar a De Narváez y a Felipe Solá en las próximas elecciones de término medio. Todo un mensaje para los que forman parte del amplio abanico justicialista.




(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)
Entrevista


"Somos una alternativa de gobierno que combina juventud con experiencia"



Por Fernando Neira (*)



Cuestionada por algunos sectores de la oposición apenas se conoció su inclusión en la lista de candidatos a diputados nacionales del PRO por su pasado como directora de Poder Ciudadano, decidió renunciar al cargo que ocupaba en la institución y tomó la decisión de dejar atrás siete años de trayectoria en la ONG para sumarse al proyecto político de Mauricio Macri y Gabriela Michetti en la Ciudad de Buenos Aires. Laura Alonso, se enfrentó al cuestionario que Cuarto Intermedio elaboró para los candidatos parlamentarios y estas fueron sus respuestas:


¿Cuáles serían los tres primeros proyectos que presentaría en el parlamento?



-Como diputada nacional propongo llevar adelante muchas de las recomendaciones que hice como Directora Ejecutiva de Poder Ciudadano. Todas buscan crear un mayor nivel de transparencia y participación a través del control ciudadano. Estoy convencida de que el respeto por las leyes, reglas claras y transparencia son una combinación de base para discutir luego los problemas sociales, económicos, educativos y otros que tiene nuestro país.

Las tres primeras leyes que propongo impulsar son:

1. Ley de acceso a la información pública.

2. Ley de estadísticas y nuevo INDEC.

3. Reforma política: sistema de boleta única, limitación del uso de recursos públicos en campaña, nuevo régimen de autoridades de mesa.



¿Por qué, en líneas generales, los cuadros políticos mostraron una campaña proselitista tan superficial y no se discutieron proyectos o temas de fondo?



-Muchos candidatos no sólo estamos trabajando en la producción de propuestas sino también discutiéndolas. La explosión mediática causada por las declaraciones de algunos candidatos y funcionarios quita tiempo para el debate de ideas y propuestas. Sin embargo, ha habido oportunidades en actividades organizadas por universidades u ONG para el intercambio con otros candidatos y el público. En mi caso, participé de una charla pública organizada en la escuela de periodismo TEA e imagino que surgirán otras oportunidades en lo que queda de la campaña. También las acciones del PRO en las calles de la ciudad junto a los vecinos da la oportunidad de intercambiar ideas y contar los proyectos.Como viene la tendencia de las últimas campañas me atrevería a decir que en las últimas dos semanas los medios darán más cobertura a las propuestas y los debates.



¿Se consideran una oposición al gobierno o una alternativa?



-Somos las dos cosas. Es muy saludable para la democracia contar con una oposición seria y constructiva, dispuesta a dialogar y a acordar en todos los temas que le interesan a la gente. Como dice el politólogo italiano Gianfranco Pasquino, ‘la oposición evita que el gobierno malgobierne’.Además el PRO encarna una alternativa que se basa fundamentalmente en la experiencia de gestión gubernamental y legislativa en la Ciudad de Buenos Aires y en el Congreso Nacional, promoviendo nuevas y buenas prácticas en política mostrando que es posible cambiar escuchando las demandas de la sociedad e incorporando la voz de la ciudadanía.



¿De acuerdo a las listas oficializadas para las elecciones, cuál está más cerca de las propuestas de ustedes y cuál está en las antípodas?



-Hoy no se vislumbran grandes diferencias ideológicas entre los partidos que tienen un amplio apoyo popular. Lamentablemente algunos siguen desviando el uso de los recursos públicos para alimentar tenebrosas estructuras clientelares que reproducen situaciones propias de un modelo de esclavitud y niegan todo derecho a la ciudadanía.La moderación ideológica no es un mal signo en un sistema político democrático, aunque considero que las diferencias de estilo son las que hacen la diferencia. Por ejemplo, los discursos encendidos que atacan adversarios, o se nutren de la mentira y la chicana permanente, hacen recordar más a un pasado autoritario que queremos dejar atrás que a un presente democrático donde la diversidad y las diferencias son un activo. Debemos trabajar entre todos para incorporar la mayor cantidad de voces en el proceso de formulación de las políticas públicas. Es muy importante incorporar instrumentos y prácticas participativas en nuestra forma de hacer.



¿Por qué la gente tiene que votarlos?



a. Porque somos una alternativa de gobierno que combina juventud con experiencia, que respeta las distintas trayectorias personales, políticas y profesionales de sus miembros.

b. PRO es un ejercicio permanente de diálogo y toma de decisiones consensuadas y eso es lo que necesita nuestro país.

c. Porque creemos en la participación de los ciudadanos y porque sabemos trabajar en equipo.



(*) Entrevista publicada en la revista Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)

13.6.09

Cobos sigue sumando enemigos

Por Fernando Neira (*)


La reunión que mantuvo el miércoles pasado el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, con el candidato que encabeza la lista del PRO en la provincia de Buenos Aires, Francisco De Narváez, sigue dando que hablar en el mundillo político.


Un tipo de sorpresas dar resultó Cobos. Primero con el famoso voto “no positivo” en aquella madrugada del 17 de julio en el Congreso al momento de rechazar la resolución 125 impulsada por el oficialismo del que él mismo aún forma parte, y que le valió el mote de “traidor” por cierto sector del kirchnerismo. Luego fue el turno de que llegaran algunas visitas no gratas al despacho del presidente del Senado. Al poco tiempo de la anulación de las retenciones móviles, fue el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quién se juntó con el mendocino para tratar una agenda común a nivel legislativo. La semana pasada se reunió con el radical Ricardo Gil Lavedra, candidato a diputado nacional por el Acuerdo Cívico y Social en las próximas elecciones. Y la visita del multimillonario empresario colombiano pareció ser la gota que colmó el vaso, tanto en la Casa Rosada como en varios Comités.


Vale aclarar que De Narváez es el enemigo número uno que eligió el Gobierno para defenestrar en esta campaña a la que le sobra agresividad, y que el propietario de Multimedios América visite al vice de Cristina Fernández en el propio despacho oficial, no resultó para nada grato. Fue toda una señal pensando en el futuro. Para el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, se trató de una “torpeza institucional”, el hecho de que Cobos se haya “solidarizado” con el candidato del PRO por la supuesta persecución que está atravesando por la causa que lo vincula con “el Rey de la efedrina”.


En el Acuerdo Cívico también se mostraron molestos con el encuentro político de la semana. La candidata bonaerense, Margarita Stolbizer, calificó la reunión como “poco feliz”. Y desde la cúpula de la UCR entendieron la jugada de Cobos como “un pase de factura” por el retiro de algunos concejales aliados al ex gobernador de Mendoza que fueron borrados de la lista que definió Elisa Carrió para competir en la provincia de Buenos Aires.


Más allá de las declaraciones de cotillón que esgrimió el vicepresidente de la Nación para explicar la reunión con el aliado político y económico de Macri, que se excusó diciendo que “era su deber como funcionario” recibir a De Narváez como a cualquier otro legislador que lo requiera. No estamos hablando de carmelitas descalzas y las verdaderas causas del conclave seguramente vayan más allá de esas palabras de compromiso. Tan allá como el 2011.


Por escasos méritos propios y con una gran colaboración del Gobierno nacional y su coequiper de lujo, el juez Faggionato Márquez, De Narváez se convirtió de la noche a la mañana en el político del momento. Cobos apeló al oportunismo que caracteriza a los ávidos de esta raza, y no quiso perderse la posibilidad de charlar temas sensibles que podrían discutirse en el Congreso de acá a fin de año.


Como es sabido, el adelantamiento de las elecciones previstas para octubre que se llevarán a cabo el 28 de junio, no se traducen directamente en la caducidad de los mandatos actuales, por lo tanto hasta diciembre las cámaras permanecerán conformadas de la misma manera. Y no son pocos los interesados en que el oficialismo no avance en algunos proyectos puntuales, como por ejemplo la implementación de una nueva Ley de Comunicación Audiovisual o en la posible estatización de otras empresas privadas.


Está claro que es mucho más cómodo para ambos hablar de una “reunión institucional” entre dos funcionarios sin ribetes proselitistas, que blanquear una posible agenda política de intereses comunes. Mientras tanto Cobos sigue tachando posibilidades de que alguien lo llame para saludarlo el próximo 20 de julio.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartontermedio.com.ar)
Encuesta reaccionaria

Por Fernando Neira (*)


Los resultados del sondeo realizado por la consultora Poliarquía que fueron publicados el domingo en el diario La Nación que dan a la lista bonaerense del PRO de Francisco De Narváez con una leve ventaja en la intención de voto por sobre la nómina oficial, dejó sensaciones encontradas en todo el espectro político.


Esta claro que la noticia de los dos o tres puntos de ventaja que estaría sacando según la encuestadora privada el partido de Mauricio Macri por sobre el Frente Justicialista para la Victoria trajo un clima de alegría en el bunker del PRO. Aunque algunos miembros y asesores del partido hubiesen preferido que las cifras se dieran a conocer dentro de algunos días, para quitarle margen de maniobra al oficialismo. Apostar al factor sorpresa. Algo similar a lo que sucedió con la elección en primera vuelta para Jefe de Gobierno porteño que consagró al ex presidente de Boca, que en las semanas previas al escrutinio los sondeos le daban un número menor de puntos a los que realmente sacó.


En tanto desde el oficialismo salieron rápidamente a desacreditar la seriedad del sondeo, y a insistir en que la diferencia entre el ex presidente y el empresario colombiano sigue siendo de entre 7 y 10 puntos. Los kirchneristas intentan con esto dar por cerrada una batalla que parece va a tener un final más abierto que lo que se suponía. Con la sensación de la victoria consumada el oficialismo se aseguraba el voto de los empresarios, sindicalistas e intendentes que suelen apostar a ganador. Ahora el panorama no es tan claro.


Más allá de si las cifras son fehacientes o no, los verdaderos perjudicados con los resultados dados a conocer por Poliarquía son los integrantes del Acuerdo Cívico y Social de la provincia de Buenos Aires. Cuanto más se polarice la elección entre el PJ disidente y el oficialismo, menos margen le queda a la lista encabezada por Margarita Stolbizer. Reveladas estas cifras que consideraron como “manipuladas”, Carrió y los suyos optaron por la estrategia de colocar a Kirchner y De Narváez en la misma bolsa. “Votar por ellos es optar por más de lo mismo”, se escucha decir a los integrantes del Acuerdo, y hasta algunos aventuran que ambos frentes justicialistas podrían llegar a unificase después de las elecciones. Para tratar de contrarrestar la medición, el candidato Ricardo Alfonsín dijo que “lo preocupa la forma en la que se está induciendo al electorado” y pronosticó un “triple empate” en la provincia.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)


Nada nuevo bajo el sol

Por Fernando Neira (*)


Cuando restan solo veinte días para las elecciones, el análisis que puede hacerse de esta etapa proselitista es que fue caracterizada por tener un tono agresivo, destructivo para con el adversario, con escasas propuestas y con un alto grado de grasitud y belicosidad. Ahora bien, cabe preguntarse si esto es algo inédito en el país en tiempos de sufragios democráticos. Y aquellos que tengan algo de memoria política seguramente tengan la respuesta correcta: no lo es.


Si se quiere lo único novedoso fueron las famosas candidaturas testimoniales, que en realidad lo que tienen de nuevo es que ahora los propios protagonistas ya anunciaron antes de asumir un cargo que van a renunciar después de conseguirlo, porque el hecho en sí de que los políticos no terminen sus mandatos para los que fueron elegidos por el voto popular no es ninguna rareza. Lo bochornoso es que ahora algunos lo reconozcan de antemano.
Mauricio Macri discute en público y en plena campaña con la renunciante vicejefa de Gobierno de la Ciudad, Gabriel Michetti, que lidera la lista del PRO en Capital Federal. Elisa Carrió insiste con la teoría del apocalipsis mientras no logra disimular las fisuras con la facción de la UCR que la acompaña en el Acuerdo Cívico y Social. De Narváez no puede despegarse del todo de las denuncias que lo vinculan con “el rey” de la efedrina, mientras contraataca diciendo que las acusaciones son parte de una operación política para desprestigiarlo por su buen posicionamiento en las mediciones.


En la oposición atacan furiosos al ignoto candidato del Partido para Acción Solidaria Independiente Bonaerense, Fernando Narváez, por prestarse a una supuesta maniobra del oficialismo que confundiría a los votantes desprevenidos por tener el apellido homónimo al del postulante colombiano del PRO. Pero no se escuchó a nadie haciendo mención del aprovechamiento del apellido ilustre que utilizó Carrió en la conformación de las listas de la provincia de Buenos Aires. O realmente creen que la chaqueña hubiese colocado al hijo de Raúl Alfonsín en el segundo escalafón de la nomina si el ex presidente aún estuviese entre nosotros.


Pero más allá de los supuestos, el tono de la campaña no difiere mucho del pasado. Desde la recuperación de la democracia en el año 1983, vale recordar entre otros escándalos y exabruptos, la quema del cajón radical por parte del líder sindical, Herminio Iglesias, en el cierre de campaña del candidato justicialista Italo Luder en pleno Obelisco. Formulas que hacían bandera con la propuesta de recuperar las Islas Malvinas. En 1989 el ex presidente, Carlos Menem, prometiendo todo aquello que después haría a la inversa con la privatización a mansalva de todas las empresas e industrias nacionales y la dependencia absoluta de los organismos internacionales de crédito. Más acá en el tiempo, en 1995 la gente siendo concientizada que tenía que votar a favor del oficialismo para poder seguir pagando la cuota de la licuadora o poder seguir viajando a Miami. La Alianza asegurando que mantendría la convertibilidad, algo por supuesto insostenible. La elecciones parlamentarias del 2001, tristemente recordadas porque tuvieron un 40 por ciento de ausentismo. Y para coronar el anecdotario popular, el nuevo triunfo en primera vuelta de Menem en las presidenciales de 2003, que luego terminarían con la asunción del hasta entonces desconocido santacruceño, Néstor Kirchner, por el abandono del riojano en el ballottage.


Si transitamos este pasado tumultuoso, hoy no hay de que sorprenderse. ¿Será que en parte la grasitud de la campaña política es acorde con la sociedad que la padece? Considerando que una porción importante de la sociedad sólo consume política a través de un programa de televisión que se burla de los protagonistas, que en sus modales está lejos de la moderación y de la corrección, la hipótesis no es para nada descabellada.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)
El curioso caso de Alfonso Prat Gay

Por Fernando Neira (*)


A pesar de que las últimas mediciones de intención de voto indican que más de la mitad de los electores porteños dice no conocer al joven economista que encabeza la lista del Acuerdo Cívico y Social en la Capital Federal, la brecha entre el partido que lidera Elisa Carrió y el PRO de Gabriela Michetti es cada vez más corta. ¿Quién es el elegido por Lilila y por qué ocurre este fenómeno?


Prat Gay parece tener dos grandes estigmas que cargar sobre su espalda. Por un lado, según un sondeo realizado por Ricardo Rouvier & Asociados hay un 56 por ciento de las personas consultadas que dice no saber quién es el ex presidente del Banco Central durante el mandato de Néstor Kirchner en el año 2002. Y por otro, una porción importante de los que si lo conocen pero lo tienen identificado con la etiqueta del establishment y su pasado laboral en la banca de inversión del JP Morgan. Su trayectoria “conocida”, trajo consigo varias rupturas dentro de la propia Coalición Cívica cuando Carrió lo propuso para encabezar la lista, e incluso provocó el quiebre de algunas alianzas con el Socialismo porteño.

A pesar de que algunos miembros del ARI lo hayan incluido en las denuncias por fuga de capitales que sufrió el sistema financiero durante la crisis del 2001 y de haber sido señalado como impulsor de medidas económicas que favorecieron a la banca privada y provocaron la llegada del corralito ya siendo funcionario público, siete años después la chaqueña decidió sumarlo a su frente y ubicarlo nada menos que como cabeza de lista. Es una decisión que sólo Carrió sabe realmente porque tomó y que habrá que esperar al 28 de junio para ver si fue acertada o no.

La reducción de la brecha entre la formula que lidera las encuestas de la ex vicejefa de Gobierno y el Acuerdo Cívico en la Ciudad de Buenos Aires se pueden explicar por dos variables. Hasta antes de su renuncia a la jefatura, Michetti gozaba de una muy buena llegada al electorado, y a pesar de las contradicciones que provocó su postulación obligada por Mauricio Macri, igualmente mantuvo una imagen positiva. Por lo tanto el PRO no tenía mucho más para crecer en ese terreno, los personajes eran conocidos, y al fin al cabo es el partido que está gobernando la Capital. Entonces el estancamiento les llegó rápido en las mediciones. Está claro que es un porcentaje para nada despreciable el 33 por ciento que, estiman, sacaría la formula conformada por el binomio Michetti-Bullrich, ya que le aseguraría una victoria y varias bancadas.

Sin embargo, y sin explicaciones aparentes, en los últimos sondeos realizados por la mayoría de las consultoras privadas reflejaron un acercamiento de la nómina de Prat Gay-Gil Lavedra, que los ubican a sólo 6 o 7 puntos respecto del líder. El otro punto que puede explicar este fenómeno es el trabajo de campaña que viene haciendo Carrió y el Acuerdo Cívico en su conjunto para imponer en el ideario popular la imagen de este economista de 44 años, hijo de un ingeniero azucarero y de una ama de casa. Según los asesores con una buena campaña, el candidato escogido por Lilita tenía mucho más para crecer que la propia Michetti.

Más allá de la duplicidad de las conductas de propios y extraños para con la postulación de Prat Gay, es difícil interpretar la decisión de Carrió de acuerdo a su pasado y su ideología política. Más allá de su formación radical y de la alianza que refirmó en los últimos meses con parte de la UCR, el ARI de Lilita nació en el 2002 como una fuerza de centroizquierda, una alternativa que poco a poco se fue transformando en oposición. Pero el paso del tiempo parece haber virado también, entre otras cosas, el sentido y las bases de las ideas.

(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)

4.6.09

El fin de la tregua

Por Fernando Neira (*)


La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, es conocida metafóricamente por algunos en el mundillo político como una empresa de demoliciones que no sabe que hacer con los escombros, por su postura desmedida de la denuncia constante contra sus opositores.


Resultaba extraño que a un mes de las elecciones legislativas del 28 de junio la correntina no se haya pronunciado respecto de la fórmula que lidera todas las encuestas en Capital Federal. Pero como es sabido, las mediciones suelen enloquecer a propios y extraños y el caso de Carrió y Gabriela Michetti no fue la excepción.


Sin que haya una explicación determinada que explique dicha variación, en las últimas semanas varios sondeos privados indicaron que se achicó la brecha que separa a la lista del Pro, encabezada por la ex vicejefa de Gobierno renunciante, y la del Acuerdo Cívico y Social liderada por el ex J.P. Morgan, Alfonso Prat Gay, que se ubica en segundo lugar. La máxima diferencia a favor de la lista macrista lo reflejó la consultora que dirige Artemio López, que le da un 32.7 por ciento a Michetti por sobre el 23.2 por ciento que obtendría el frente que ubica a Lilita en el tercer escalafón de la nomina de diputados. Para Ricardo Rouvier & Asociados, en cambio, la distancia entre las formulas en más escueta ya que le da un 28.8 por ciento al Pro y un 22.3 por ciento al Acuerdo Cívico.


Al ver estas cifras, la creadora del ARI decidió que era tiempo de atacar a la aliada predilecta de Mauricio Macri en el ámbito porteño, diciendo que Michetti “no tenia carácter para discutir con Néstor Kirchner en el Congreso”, y que “no le iba a alcanzar con el sólo hecho de ser amorosa o tener buen dialogo”. La respuesta de la mujer más significativa del Pro no tardó en llegar, pero fue con delicadeza y asesoramiento de terceros. La candidata que inició su vida política en la Democracia Cristiana replicó que “Carrió tiene una forma vieja de hacer política”, que es la de “atacar a los demás”.


Más allá del pase de facturas que se hicieron dos de las máximas figuras femeninas de la política nacional luego de la llamativa variación en las encuestas, vale aclarar que el electorado porteño tiene algunas características que deberían tenerse en cuenta para no sacar conclusiones apresuradas. Por un lado el votante de la Ciudad de Buenos Aires suele tener una tendencia opositora, virando hacia un progresismo mentiroso que a veces lo hace indescifrable hasta último momento. Su voto suele ser volátil y hay un porcentaje importante de indecisos que ronda el 20 por ciento según las ultimas estadísticas. Si por cada variación, minúscula o mayúscula, que se observe en las mediciones en los próximos treinta días que restan para las elecciones los candidatos se van a empezar a tirar de las mechas, van a terminar igual que el ex Jefe de Gobierno, Jorge Telerman: pelados.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)
Gran Confusión

Por Fernando Neira (*)


En un país serio costaría imaginar que un sketch cómico realizado para la televisión podría ingerir en la política real. Pero en la Argentina, la conjetura no es tan clara y nada se descarta.


Desde que el conductor televisivo Marcelo Tinelli decidió que era el momento adecuado para reflotar la vieja formula exitosa del seudo reality humorístico llamado Gran Cuñado, se disparó un debate ético en varios sectores de la sociedad acerca de si era apropiado tomarse en serio las repercusiones que este programa podría originar.


En este contexto, tanto asesores, candidatos oficialistas y de la oposición, como los propios electores, pusieron bajo la lupa lo que reflejan las caracterizaciones dentro de la casa más vista de la programación local. Seguramente los interesados advirtieron que si bien lo que muestra la pantalla de TV no va a modificar una idea o concepto firme sobre un candidato, igualmente algo puede llegar a influir al momento de definir un voto. Al fin y al cabo lo que muestra Gran Cuñado es un espejo exagerado de la realidad de las figuras parodiadas. En algunos casos los guionistas optaron por enfatizar más la imitación del tic, de la pose o del rasgo físico, y en otros apostaron a desfigurar las posturas o las ideologías.


En el producto de Ideas del Sur se puede ver por ejemplo a un Cleto (Cobos) dubitativo, muy parecido al De la Rúa versión 2001, a una presidenta Cristina (Fernández) autoritaria y arrogante, o a un Mauricio (Macri) con postura canchera y con ideales de “gente bien” desorientado porque no le llevan el desayuno a la cama. Un Felipe (Solá) camaleónico o un Luis (D´Elía) subordinado y manipulado por el poder.


Más allá de evaluar si las caracterizaciones son buenas, malas u ofensivas, la conformación de los personajes se suele armar actoralmente en base a una imagen real pero exagerada de la misma. Seria conveniente preguntarse cómo el televidente recibe esta parodia y procesa la información. Ya que si se la toma con cierta seriedad -desde ya que no es lo recomendable- en algunos casos el reality puede ingerir para reforzar un preconcepto sobre un personaje o también puede llegar a deformar una imagen previa. Siempre basándonos en la poca información seria que circula y que consume un alto porcentaje de las personas que el 28 de junio van a ir a las urnas a colocar un voto para elegir autoridades legislativas.


Este punto es el más discutible de la cuestión. En una etapa proselitista tan endeble y carente de propuestas como la que estamos atravesando, cabe preguntarse si este tipo de programas no colaboran para generar más confusión en el electorado y si no hace que el votante se aleje aún más de la política al ver que los personajes parodiados en la televisión despiertan más interés que los verdaderos políticos de carne y hueso.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)
La elección en la que ganan todos y no gana nadie

Por Fernando Neira (*)






Analizar el resultado de una elección legislativa de término medio no es tan fácil de desmenuzar como lo puede ser un partido de fútbol, donde claramente hay un equipo que gana y otro que pierde por el sólo hecho de convertir más goles que su rival.




En el ámbito político en cambio, y más aún en este contexto que hay tantos factores y cargos en juego, los razonamientos no son del todo manifiestos y más de un personaje se adjudicará alguna victoria caprichosa cuando finalice el conteo de los votos.



El análisis primitivo que puede elaborarse es considerar la cantidad de bancadas que obtuvo cada fuerza de acuerdo al porcentaje de votos conseguidos en el escrutinio. Citemos un ejemplo que planteamos anteriormente en este medio, y basándonos en las cifras promedios de las encuestas, está claro que si el oficialismo saca como se proyecta un 36 por ciento de los votos en la provincia de Buenos Aires, es inevitable que resigne entre cuatro o cinco lugares de los 20 que posee en la cámara baja. Y más considerando que las cifras en las principales provincias como Córdoba, Santa Fe o Mendoza no son muy alentadoras para el matrimonio Kirchner y Cia.



Pero como es sabido, el hecho de dominar la provincia de Buenos Aires, por más que sea por un margen menor, y los votos que puedan sumar en algún que otro territorio afín del norte y el sur del país, le darán al Gobierno el aire suficiente como para seguir adelante con el modelo. Obviamente tendrán que mostrar una postura más conciliadora y menos confrontativa, similar a la que aparentó Néstor Kirchner en las últimas apariciones públicas, ya que se verán afectados en las mayorías parlamentarias y sin el apoyo del justicialismo unificado con su poderoso cotillón partidario por detrás.



Los resultados finales de la elección y los márgenes entre los distintos frentes allanarán también el camino hacia las presidenciales de 2011. De acuerdo a las performances logradas, los candidatos tejerán nuevas alianzas o reforzaran otras para seguir construyendo hacia el gran objetivo, que no mencionan pero que a muchos obsesiona. A todos los políticos les agrada ser protagonistas en las batallas ganadas pero no les gusta para nada adjudicarse las derrotas. ¿Qué papel jugará el peronismo disidente una vez conocido el resultado electoral? ¿Felipe Solá seguirá aliado a Mauricio Macri o volverá a cobijarse en el PJ que lo moldeo a imagen y semejanza? ¿Qué papel jugarán los pesados del peronismo si la situación se pone compleja para la gobernabilidad de los Kirchner? ¿Realmente tirarán por la borda tantos años de aceitar un mecanismo logístico y de despliegue territorial que garantiza un cúmulo de votos subsidiados? Son interrogantes que vale la pena tener en cuenta, pero no por ello aventurar respuestas apresuradas.



Seguramente la noche del 28 de junio traiga consigo muchos comentarios de candidatos aludiendo que hicieron una gran campaña, hablaran de resultados positivos, de primeras minorías y se colgarán medallas por ser la primera oposición. Pero el verdadero deseo del electorado es que recuerden que los que obtuvieron una banca fueron elegidos por el pueblo para legislar y no para proyectar su futuro político.




(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)
PROyectando

Por Fernando Neira (*)


Dejando de lado la discusión por las candidaturas testimoniales, los escarches que sufren funcionarios del gobierno y las injustificables sumas de dinero invertidas en las diferentes campañas, resulta interesante analizar la composición jerárquica de las principales figuras del frente Unión-PRO.


Está claro que la cabeza del partido que lidera las encuestas en Capital Federal es el ex presidente de Boca Juniors, Mauricio Macri. En el entorno del actual Jefe de Gobierno porteño saben que su gran obsesión es luchar por la presidencia en 2011 y ocupar el sillón en que que hoy está Cristina Fernández. Pero sus asesores le recomendaron no mencionar todavía de ese tema hasta que no haya consumado una contundente victoria en las próximas elecciones legislativas del 28 de junio, que es lo que pronostican sucederá al menos en el ámbito porteño. Justamente Gabriela Michetti, es la candidata que encabeza la lista del PRO en la Capital, la aliada más cercana que tiene Macri a nivel político, ya que a nivel económico no hay quién iguale el rango que ostenta su colega Francisco De Narváez, que declaró un patrimonio de más de 80 millones de pesos.


La funcionaria que abandonó la vicejefatura porteña, en realidad accedió a la postulación para liderar la lista de diputados nacionales del PRO por pedido manifiesto del partido de acuerdo a la buena imagen que reflejan las encuestas, ya que sus verdaderas intenciones eran otras. Michetti auguraba culminar y mejorar su gestión para que al finalizar su mandato poder suceder casi naturalmente a su líder y quedar como Jefa de Gobierno. Pero las cosas no siempre salen como se prevén, sino pregúntenselo a Aníbal Ibarra.


Por el lado del propietario de Multimedios América, las verdaderas intenciones están casi a la luz del día si se rasca un poco la cáscara proselitista que invadió gran parte de la pauta publicitaria de los diarios, radios y la televisión. Esta claro que De Narváez no se desvive por ocupar una banca en la cámara de diputados, de hecho ya la tiene desde 2005 y asistió contadas veces a las sesiones parlamentarias. La espina clavada que tiene uno de los creadores de la Fundación Unidos del Sud es gobernar la provincia de Buenos Aires, cargo al que se postuló en las elecciones de 2007 y quedó ubicado en un tercer lugar detrás de Daniel Scioli del Frente para la Victoria y de Margarita Stolbizer de la Coalición Cívica, con poco más de 1 millón de votos.


Repasando las hipótesis planteadas, dentro de dos años, y de no mediar imponderables, Mauricio iría en busca de la ansiada presidencia, Gabriela del control de la Jefatura porteña y De Narváez por la gobernación de la provincia más representativa y el bastión justicialista. Ahora bien, cabe preguntarse qué rol protagónico le guardaron en el PRO a Felipe Solá ¿Será que sólo es un actor de reparto en esta película tragicómica y que por eso lo mantienen marginado de la mayoría de los actos de campaña? A partir del 29 de junio y en las mejores salas se irá debelando el misterio.


(*) Artículo publicado en la revista política Cuarto Intermedio (www.cuartointermedio.com.ar)

Se fue un tipo extraordinario

Su documento de identidad decía que mi viejo nació un 25 de agosto de 1933, aunque en realidad su cumpleaños era el 23 de agosto, se ve que ...