11.12.08

Tendrán los celulares pájaros en el alambre

Por Leticia Robles

Todas las charlas telefónicas y mensajes de texto enviados mediante celulares de prepago o por contrato serán grabados de manera automática y conservados, como parte de las nuevas reglas aprobadas por el Congreso de la Unión para combatir el uso de esta tecnología en extorsiones y secuestros.
La medida aplicará a todo el territorio nacional y las compañías telefónicas deberán conservar las grabaciones y registros durante un año. Esta información sólo podrá ser utilizada por los procuradores General de la República y estatales, a fin de garantizar su uso exclusivo en investigaciones policiacas. Se trata de las nuevas obligaciones que los empresarios del sector deberán cubrir, según la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones enviada desde el martes desde el Senado al Ejecutivo federal para su promulgación.
El artículo 44 de esta ley, que crea el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, precisa el catálogo de obligaciones para quien ofrezca este servicio en territorio mexicano. En su fracción se establece que se deberá “conservar un registro y control de comunicaciones que se realicen desde cualquier tipo de línea que utilice numeración propia o arrendada, bajo cualquier modalidad”.
Este registro deberá permitir la identificación con precisión del tipo de comunicación, servicios suplementarios (incluidos el reenvío o transferencia de llamada) y de mensajería o multimedia empleados, incluidos los textos cortos. También deberá contener los datos necesarios para rastrear e identificar el origen y destino de las comunicaciones de telefonía móvil: número marcado y modalidad de líneas con contrato, plan tarifario o prepago. También conservará los datos necesarios para determinar la fecha, hora y duración de la comunicación.
“La obligación de conservación de datos a que se refiere la presente fracción cesa a los doce meses, contados a partir de la fecha en que se haya producido la comunicación”, indica la ley. Ordena que “los concesionarios tomarán las medidas técnicas necesarias respecto de los datos objeto de conservación, que garanticen su conservación, cuidado, protección, no manipulación o acceso ilícito, destrucción, alteración o cancelación, así como el personal autorizado para su manejo y control”.
También estarán prohibidos los llamados “números privados”, por lo cual todas las compañías deberán hacer compatible sus sistemas de identificación de llamadas. Cuando la reforma fue aprobada en comisiones del Senado, en septiembre pasado, el presidente de la Comisión de Comisiones y Transportes, Ángel Aguirre Rivero, informó a Excélsior que estas disposiciones fueron trabajadas y consensuadas con la Comisión Federal de Telecomunicaciones y los empresarios del ramo. La nueva disposición legal empata a México con mecanismos de seguridad que se aplican en otras naciones.
Con las nuevas reglas de seguridad en el uso de celulares de prepago o por contrato todas las conversaciones telefónicas realizadas en territorio nacional, inclusive desde un teléfono fijo a uno móvil, se grabarán en automático, igual que los mensajes escritos o multimedia y se conservarán durante un año.
La disposición forma parte de la estrategia para combatir el uso de esta telefonía en extorsiones y secuestros, la que desde el martes pasado el Senado envió al Ejecutivo federal para su promulgación en el Diario Oficial de la Federación.
Incluye un candado para que esta información sólo sea conocida por los procuradores General de la República y estatales, además de la compañía que la preserve, y únicamente se abra cuando sea necesario para una investigación.
El artículo 44 de la Ley Federal de Telecomunicaciones, reformado por el Congreso, establece dentro de las obligaciones de los concesionarios de redes públicas de telecomunicaciones, en el punto XII, que deberá “conservar un registro y control de comunicaciones realizadas desde cualquier tipo de línea que utilice numeración propia o arrendada, bajo cualquier modalidad”.
Este registro deberá permitir la identificación, con precisión, del tipo de comunicación, sea transmisión verbal, buzón de voz o datos; servicios suplementarios, incluidos el reenvío o transferencia de llamada; los servicios de mensajería o multimedia y los mensajes cortos, servicios multimedia y avanzados.
También los datos necesarios para rastrear e identificar el origen y destino de las comunicaciones de telefonía móvil: número de destino y si se contrató por plan tarifario o por prepago.
Los datos necesarios para determinar fecha, hora y duración de la llamada, así como el servicio de mensajería o multimedia; deberá conservar la fecha y hora de la primera activación del servicio y la etiqueta de localización (identificador de celda) desde la que se haya activado el servicio.
Será necesaria la ubicación digital del posicionamiento geográfico de las líneas telefónicas y estarán obligadas a conservar estos datos 12 meses.
Ordena que “los concesionarios tomarán las medidas técnicas necesarias respecto de los datos objeto de conservación, que garanticen su conservación, cuidado, protección, no manipulación o acceso ilícito, destrucción, alteración o cancelación, así como el personal autorizado para su manejo y control”.
En el punto XIII establece que los datos conservados deberá entregarlos al procurador general de la República o procuradores generales de Justicia de las entidades, cuando realicen funciones de investigación de los delitos de extorsión, amenazas, secuestro en cualquiera de sus modalidades o de algún delito grave o relacionado con la delincuencia organizada.
“Queda prohibida la utilización de los datos conservados para fines distintos a los previstos; cualquier uso distinto será sancionado por las autoridades competentes en términos administrativos y penales.
“Los concesionarios están obligados a entregar la información dentro del plazo máximo de 72 horas siguientes contados a partir de la notificación, siempre y cuando no exista otra disposición expresa de autoridad judicial.
“El Reglamento establecerá los procedimientos, mecanismos y medidas de seguridad que los concesionarios deberán adoptar para identificar al personal facultado para acceder a la información, así como las medidas técnicas y organizativas que impidan su manipulación o uso para fines distintos a los legalmente autorizados, su destrucción accidental o ilícita o su pérdida accidental, así como su almacenamiento, tratamiento, divulgación o acceso no autorizado.”
De igual forma las empresas estarán obligadas a “realizar el bloqueo inmediato de las líneas contratadas bajo cualquier modalidad, reportados por los clientes o usuarios como robados o extraviados; realizar la actualización respectiva en el registro de usuarios de telefonía; así como realizar la suspensión inmediata del servicio de telefonía para efectos de aseguramiento cuando así lo instruya la Comisión Federal de Telecomunicaciones, de conformidad con lo establecido en el Código Federal de Procedimientos Penales”.
En caso de que los usuarios vendan o cedan una línea de telefonía, en cualquiera de sus modalidades de contratación, deberán dar aviso al concesionario, a efecto de que dicha línea sea bloqueada, en tanto sea registrado el nuevo usuario.

2.11.08

Crimen (financiero) contra la humanidad

Por José Saramago

La historia es conocida, y, en aquellos tiempos antiguos en que la escuela se proclamaba educadora perfecta, se le enseñaba a los niños como ejemplo de la modestia y la discreción que siempre deberían acompañarnos cuando el demonio nos tentara para opinar sobre lo que no conocemos o conocemos poco y mal. Apeles podía consentir que el zapatero le apuntase un error en el calzado de la figura que había pintado, por aquello de que los zapatos eran su oficio, pero que nunca se atreviera a dar su parecer sobre, por ejemplo, la anatomía de la rodilla. En suma, un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. A primera vista, Apeles tenía razón, el maestre era él, el pintor era él, la autoridad era él, mientras que el zapatero sería llamado cuando de ponerle medias suelas a un par de botas se tratase. Realmente, ¿hasta dónde vamos a llegar si cualquier persona, incluso la más ignorante de todas, se permite opinar sobre lo que no sabe? Si no tiene los estudios necesarios es preferible que se calle y deje a los sabedores la responsabilidad de tomar las decisiones más convenientes (¿para quién?).

Sí, a primera vista Apeles tenía razón, pero solo a primera vista. El pintor de Felipe y de Alejandro de Macedonia, considerado un genio en su época, ignoró un aspecto importante de la cuestión: el zapatero tenía rodillas, luego, por definición, era competente en estas articulaciones, aunque fuera solo para quejarse, si ese era el caso, de los dolores que sentía. A estas alturas, el lector atento ya habrá entendido que no es de Apeles ni del zapatero de lo que se trata en estas líneas. Se trata, sí, de la gravísima crisis económica y financiera que está convulsionando el mundo, hasta el punto de que no podemos escapar a la angustiosa sensación de que llegamos al final de una época sin que se consiga vislumbrar qué y cómo será lo que venga a continuación, tras un tiempo intermedio, imposible de predecir antes de que se levanten las ruinas y se abran nuevos caminos. ¿Cómo lo hacemos? ¿Una leyenda antigua para explicar los desastres de hoy? ¿Por qué no?
El zapatero somos nosotros, todos nosotros, que presenciamos, impotentes, el avance aplastante de los grandes potentados económicos y financieros, locos por conquistar más y más dinero, más y más poder, con todos los medios legales o ilegales a su alcance, limpios o sucios, normalizados o criminales.

¿Y Apeles? Apeles son, precisamente, los banqueros, los políticos, las aseguradoras, los grandes especuladores que, con la complicidad de los medios de comunicación social, respondieron en los últimos 30 años, cuando tímidamente protestábamos, con la soberbia de quien se considera poseedor de la última sabiduría; es decir, aunque la rodilla nos doliera, no se nos permitía hablar de ella, se nos ridiculizaba, nos señalaban como reos de condena pública. Era el tiempo del imperio absoluto del Mercado, esa entidad presuntamente auto reformable y auto regulable encargada por el inmutable destino de preparar y defender para siempre jamás nuestra felicidad personal y colectiva, aunque la realidad se encargase de desmentirlo cada hora que pasaba.

¿Y ahora? ¿Se van a acabar por fin los paraísos fiscales y las cuentas numeradas? ¿Será implacablemente investigado el origen de gigantescos depósitos bancarios, de ingenierías financieras claramente delictivas, de inversiones opacas que, en muchos casos, no son nada más que masivos lavados de dinero negro, de dinero del narcotráfico? Y ya que hablamos de delitos: ¿tendrán los ciudadanos comunes la satisfacción de ver juzgar y condenar a los responsables directos del terremoto que está sacudiendo nuestras casas, la vida de nuestras familias, o nuestro trabajo? ¿Quién resuelve el problema de los desempleados (no los he contado, pero no dudo de que ya son millones) víctimas del crash y qué desempleados seguirán, durante meses o años, malviviendo de míseros subsidios del Estado mientras los grandes ejecutivos y administradores de empresas deliberadamente conducidas a la quiebra gozan de millones y millones de dólares cubiertos por contratos blindados que las autoridades fiscales, pagadas con el dinero de los contribuyentes, fingen ignorar?

Y la complicidad activa de los gobiernos, ¿quién la demanda? Bush, ese producto maligno de la naturaleza en una de sus peores horas, dirá que su plan ha salvado (¿salvará?) la economía norteamericana, pero las preguntas a las que tendría que responder están en la mente de todos: ¿no sabía lo que pasaba en las lujosas salas de reunión en las que hasta el cine nos ha hecho entrar, y no solo entrar, sino asistir a la toma de decisiones criminales sancionadas por todos los códigos penales del mundo? ¿Para qué le sirven la CIA y el FBI, además de las decenas de otros organismos de seguridad nacional que proliferan en la mal llamada democracia norteamericana, esa donde un viajero, a su entrada en el país, tendrá que entregar a la policía de turno su ordenador para que este copie el respectivo disco duro? ¿No se ha dado cuenta el señor Bush que tenía al enemigo en casa, o, por el contrario, lo sabía y no le importó?

Lo que está pasando es, en todos los aspectos, un crimen contra la humanidad y desde esta perspectiva debe ser objeto de análisis, ya sea en los foros públicos o en las conciencias. No exagero. Crímenes contra la humanidad no son solo los genocidios, los etnocidios, los campos de muerte, las torturas, los asesinatos selectivos, las hambres deliberadamente provocadas, las contaminaciones masivas, las humillaciones como método represivo de la identidad de las víctimas. Crimen contra la humanidad es el que los poderes financieros y económicos de Estados Unidos, con la complicidad efectiva o tácita de su gobierno, fríamente han perpetrado contra millones de personas en todo el mundo, amenazadas de perder el dinero que les queda después de, en muchísimos casos (no dudo de que sean millones), haber perdido su única y cuántas veces escasa fuente de rendimiento, es decir, su trabajo.

Los criminales son conocidos, tienen nombre y apellidos, se trasladan en limusinas cuando van a jugar al golf, y tan seguros están de sí mismos que ni siquiera piensan en esconderse. Son fáciles de sorprender. ¿Quién se atreve a llevar a este gang ante los tribunales? Todos le quedaríamos agradecidos. Sería la señal de que no todo está perdido para las personas honestas.

5.10.08

A punto de cumplirse 516 años de aquel 12 de Octubre que marcó el inicio de la invasión europea a nuestro continente, es saludable volver a leer la conocida carta "Guaicaipuro Cuauhtémoc cobra la deuda a Europa", escrita por el periodista venezolano Luis Britto García y al parecer publicada por primera vez el 18 de octubre de 1990 por el diario El Nacional, de Caracas. El texto es una obra de ficción, pero de una ingeniosidad filosa y de una legitimidad tan actual, que vale la pena releerlo.

EUROPA DEBE EMPEZAR A PAGAR SU
DEUDA CON LOS INDOAMERICANOS
Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace sólo quinientos años. Aquí pues, nos encontramos todos.
Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.
El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.
¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!
¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos.
¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir devolución inmediata, sino a indemnización por daños y perjuicios.
Yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis. Tan fabulosa exportación de capitales no fue más que el inicio de un plan "Marshalltezuma", para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?
Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal. En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de quinientos años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el tercer mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente, hemos demorado todos estos siglos en cobrar. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas de 20 y hasta 30% de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10%, acumulado sólo durante los últimos trescientos años, con doscientos años de gracia.
Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de trescientos.
Es decir, un número para cuya expresión total serían necesarias más de trescientas cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra. Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre? Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del viejo continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica.
Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que le impide cumplir sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con la que mataron al poeta.
Pero no podrán. Porque esa bala, es el corazón de Europa.

4.10.08

Una valija por aquí y nada por allá
COMO POR ARTE DE MAFIA

Por Juan Carlos Camaño (*)

No pocos capitalistas se preguntan, también dentro de las pantallas de los televisores, si estamos asistiendo al desplome del imperio. ¡Qué momento! Hasta ayer mismo era impensable semejante interrogante en las filas de los dueños del dinero. Tiembla la tierra y oscurece el horizonte.
La magnitud de la crisis no permite, ni siquiera a los expertos, de aquí y allí, armar fuegos de artificio, cortinas de humo, distracciones masivas. A tal punto que hasta los más empecinados en agitar la famosa valijita del soplón del FBI y la CIA , Antonini Wilson, han tenido que achicar el espacio en los medios de comunicación con el temita de los ochocientos mil dólares. No es para menos, el cimbronazo del capitalismo, en su recamara –EE.UU.- es, dicen, admiten, aseguran, e intentan convencernos, de setecientos mil millones de dólares. Sin embargo, las malas lenguas, de los “perros comunistas”, hablan de algo más: una cifra aproximada al millón de millones de dólares.
Entonces, claro, toda prestidigitación alrededor de la valijita de Antonini se desvanece frente al despatarre financiero producido en el centro del universo, punto neurálgico de las más refinadas corrupciones a escala planetaria. La valijita del soplón del FBI y la CIA se reduce a cenizas. Pero ni así deja de ser alumbrada por el foco de la “transparencia”. Empeño emprendido por hombres, mujeres y organizaciones que, con el estandarte de la “ética” y la “moral” dominante, rinden tributo, directa o indirectamente, a lo que EE.UU, hace aparecer y desaparecer como por arte de mafia: una valijita –la de Antonini- que sale, incesante, de la galera y otras dos sepultadas bajo siete llaves.
La valijita del soplón del FBI y la CIA , vale recordar, cobró un impulso inusitado, mientras por otra parte otras dos valijas, de alto poder explosivo, no alcanzaron ni remotamente un tiempo horario considerable en el espacio mediático. Ambas valijas, con cargamento letal, se perdieron detrás del telón de la “ética” y la “moral” que riegan por el mundo la Casa Blanca y el Pentágono, con sus líneas informativas comunicacionales y sus organismos transnacionales de espías y torturadores.
Recordemos: en la valijita del soplón del FBI y la CIA había ochocientos mil dólares. En las dos de escasa prensa: quinientas balas, en una, y seis detonadores nucleares, en la otra. Dos valijas, dos cargamentos, con implicados de alto rango del actual gobierno de Estados Unidos y el Pentágono. Reiteramos: tiembla la tierra y oscurece el horizonte. ¿Alguien dio la orden de callar? Puede que sí y puede que no. La mentira y el silencio conforman una unidad de sentido en el proceso de reproducción del capital, tanto material como simbólico.
Con la valijita del soplón, Antonini Wilson, se mantiene el asedio –política de desgaste- sobre la presidenta de la Argentina , Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías. En cambio con la valija que contenía 500 balas –enviada desde Nueva York a La Paz-, y la que transportó 6 detonadores nucleares –desde EE.UU. a Taiwán, para ponerlos delante de las narices de China- ningún acoso, nada de alboroto, ningún desgaste. Sí, asquerosas censuras y autocensuras.
El cargamento con las 500 balas, que pasó diferentes controles aéreos sin dificultades, se topó en el Aeropuerto de La Paz con un retén aduanero y al quedar descubierta la señorita encargada de la encomienda, apareció un justificativo irrisorio y ofensivo: “Los proyectiles son para la práctica deportiva” (Autor: Philip Goldberg, quien por muchos otros motivos más graves todavía, fuera expulsado, como embajador de EE.UU. en Bolivia, a instancia de una firme decisión del gobierno de Evo Morales).
Acerca de la valija, con el sello de la “guerra preventiva” y, por ende, con olor a sangre humana, el Pentágono dijo, de manera escueta, que los militares a cargo del operativo –apuntar a China desde Taiwán-, habían incumplido con algunas de sus responsabilidades. ¿Tan sólo eso?
Philip Goldberg se fue de Bolivia advirtiéndole a Evo Morales que había cometido un error al expulsarlo. Lo que en buen romance, en el diccionario de la diplomacia yanki, significa hacer explícita, a los cuatro vientos, una amenaza, también con olor a sangre humana.
Por su parte el Pentágono, “contrariado” por las “irregularidades” de algunos de sus miembros, afectos al terrorismo nuclear, presenta excusas de ocasión, sin modificar un ápice su despliegue guerrerista. El que, es de sencilla deducción, se intensificará siguiendo los pasos del descalabro financiero. A más crisis interna, más barbarie externa. Regla de oro de las metrópolis imperialistas.
En síntesis: la valijita de Antonini Wilson, las valijas de la muerte –una en La Paz , otra en Taiwán-, la amenaza de Philip Goldberg a Evo Morales y las insultantes “disculpas” del Pentágono, son conejos de una misma galera. Todo, como por arte de mafia.


(*) Presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP)

25.9.08

Ignacio Ramonet: “El parto que está teniendo
Bolivia no es posible sin dolor”

Por Grover Cardozo Alcalá (*)

Sentado en una banca de la avenida Nobelvagen de Malmo en Suecia y en medio del V Foro Social Europeo, el escritor Ignacio Ramonet realiza una mirada a los duros sucesos que tuvieron lugar en Bolivia en las últimas semanas: “es normal lo que está pasando en Bolivia porque es normal que las clases sociales que dominaron el país se resistan a admitir que ese período tan feliz para ellos se terminó”.

En medio de activistas de toda Europa, Ramonet debate y comparte largas conversaciones sobre los desafíos que en el orden social esperan a Europa, en momentos en que el neoliberalismo duro empieza a hacer aguas en América Latina y otras regiones del planeta. Por unos minutos sacamos a Ramonet del Jesus parken, un espacio en el que resaltan las whiphalas donde tiene lugar el Encuentro Latinoamericano, que es parte gran Foro Europeo.

“Bolivia es parte de una serie de sucesos que conforman un fenómeno histórico que mueve a Latinoamérica a crear la sociedad que los latinoamericanos se merecen”, afirma mientras los organizadores lo buscan nerviosos para llevarlo al próximo seminario.
Lacónico y directo reclama para Bolivia el sentido común que es necesario a todo sistema político: “Para que una democracia funcione democráticamente, la minoría debe respetar a la mayoría, porque en eso consiste el pacto sobre el que funciona la democracia. Las minorías no tienen el poder, no ejercen el poder pero tienen el respeto del poder”, dice el autor de “La tiranía de la comunicación”.

-¿Qué lectura tiene Ignacio Ramonet de los problemas políticos y de violencia que sacudieron a Bolivia en las últimas semanas?

A pesar de las tergiversaciones que introdujeron los medios, yo diría que en definitiva es normal lo que está pasando en Bolivia porque es normal que las clases sociales que han dominado el país, que se han apropiado la riqueza y que explotaron a los trabajadores de Bolivia durante siglos se resistan a admitir que ese período tan feliz para ellos se terminó. Les cuesta reconocer que el gobierno actual tiene toda la legalidad porque ha sido elegido democráticamente y que ese apoyo ha sido reiterado en el referéndum con un resultado que no admite discusión.Por consiguiente Bolivia es un país que está en busca de justicia social hace mucho tiempo. El gobierno de Evo Morales aporta la esperanza de responder a esas aspiraciones de las masas bolivianas. No se trata de hacer nada extraordinario, sino sencillamente de repartir un poco mejor la riqueza, establecer avances que la mayoría de los países desarrollados conocen hace siglos: alfabetización generalizada, cuidado médico generalizado, derecho para los ancianos de tener una vejez igualmente digna, justicia para todos y fin de la discriminación étnica en particular hacia la mayoría indígena.

-¿El gobierno se mueve en los márgenes de la ley y entre aquello que le permite el estado de derecho?

Todos estos proyectos son perfectamente legítimos. Son proyectos que el pueblo boliviano está reclamando hace muchos anos y que el gobierno lo está aplicando tranquilamente con la fuerza que le da la legalidad democrática. Como siempre este es el enfrentamiento de los que llevan tanto tiempo reclamando justicia y los que no quieren perder sus privilegios.

-¿Hablas de que es normal lo que está haciendo el gobierno, y en esa consideración incluyes el costo de 30 muertos y muchos heridos?

Cuando digo normal, estoy señalando que no se puede poner en marcha un proceso de esta envergadura -dando por fin justicia a los reclamos de la sociedad boliviana- sin que ese proceso suscite reticencias, reservas y protestas por parte de aquellos que pierden sus privilegios de manera histórica y definitivamente, porque Bolivia está viviendo un momento en que la historia bascula, en que la historia cambia, porque ahora la historia se divide en dos. Antes de Evo Morales y después de él y por consiguiente ese parto no se puede hacer sin dolor. Es un parto que cuesta. El gobierno de Evo Morales y la autoridades que están llevando a cabo este cambio saben que habrá obstáculos en la marcha de semejante proyecto. Lo que pasa es que se trata de un cambio histórico que tendría que ser pacífico porque es legal, porque no ha transgredido ninguna legalidad y tampoco ningún principio fundamental. El gobierno está aplicando el programa para que el que ha sido elegido, que es un programa de reposición de la soberanía nacional. Un programa de repartición de la riqueza nacional un poco más equitativo y busca reducir el nivel de discriminación y racismo que existe en la sociedad boliviana. Todas estas, son aspiraciones perfectamente legítimas y normales que tendrían que haberse producido mucho antes. Eran las raíces de la Revolución del 52 abortadas por todo lo que paso después y se producen con 50 años de retraso. Por consiguiente la voluntad de la mayoría de la población de que esta vez no se falle, también es muy fuerte. Entonces la responsabilidad de estas muertes (30 campesinos) la tienen las fuerzas sociales que se resisten a este cambio y lo hacen utilizando métodos que no son compatibles con el debate democrático.

-¿Es un problema que se produce en Bolivia, pero alentado desde dentro y fuera de Bolivia?

Las fuerzas que se resisten el cambio tienen apoyos en el exterior del país. Muchas oligarquías latinoamericanas apoyan a estas fuerzas conservadoras porque otras oligarquías también están conociendo este proceso en Venezuela, Ecuador, Nicaragua y en cierta medida en Brasil, Uruguay y Argentina. Estas oligarquías se dan cuenta que hay un fenómeno histórico poderoso que está moviendo a los ciudadanos latinoamericanos a que por fin se dé paso hacia un tipo de sociedad que los latinoamericanos merecen. Una sociedad de justicia, desarrollo, crecimiento y oportunidades para todos. El problema es que algunas personas, porque nacen en un tipo de familia o clase social, tienen más oportunidad que otras y eso no es normal.

-¿Que la desigualdad en América Latina va desde el punto de partida, lo que no es nada justo ni razonable?

Como punto de partida ya hay una desigualdad que no es normal. Eso no ocurre en una democracia verdadera, por lo menos no tan acentuadamente porque no se debe olvidar que en América Latina el abismo que separa a los más ricos de los más pobres es el más grande como en ninguna parte del mundo.

-¿Lo que sucede en Bolivia no sólo es efecto de fuerzas internas, sino también del exterior?

Todas las fuerzas progresistas y muchos ciudadanos y ciudadanas de buena voluntad, esperan que Evo Morales prosiga con cambios pacíficos sin que ninguna fuerza exterior contribuya a agravar y envenenar las cosas y desestabilizar a este gobierno.

-¿Algunos sectores en Bolivia, en la prensa y en la política, incluidos los prefectos opositores, afirman que quienes antes eran excluidos en Bolivia, ahora tienen la tentación de excluir a otros. A eso atribuyen sus movilizaciones incluida la que acabó en una tragedia?

Para que una democracia funcione democráticamente, la minoría debe respetar a la mayoría, porque en eso consiste el pacto sobre el que funciona la democracia. Las minorías no tienen el poder, no ejercen el poder pero tienen el respeto del poder, entonces las mayorías siempre tienen que tener el cuidado de guardar respeto a las minorías.Por otro lado el argumento que consiste en decir que aquellos que han sido discriminados durante siglos y siglos y que ahora están en el poder, “ahora nos van a discriminar a nosotros”, es un argumento clásico de todos los cambios históricos. Lo que ocurre es que antes estaban en mayoría y ahora son minoría y de repente estiman y piensan que los que llegan ahora al poder los van a discriminar, porque piensan que se van a comportar como ellos. Lo que están haciendo con ese tipo de pensamiento y lógica es confesar que cuando ellos tenían la mayoría no respetaban a la minoría y los discriminaban porque eran mayorías electorales en situaciones donde muchas personas no votaban, como sucedía en Bolivia. Entonces ese tipo de argumentación no se puede recibir porque nadie puede acusar a una personalidad como Evo Morales, cuya integridad moral, ética y tradición de lucha indican bien que es una personalidad muy respetuosa con todo lo que pueden ser minorías y personas. El sentimiento al que pertenece Evo Morales es un sentimiento humanista de respeto al ser humano. Entonces no lo pueden acusar de eso. Mas que acusaciones parecen acusaciones preventivas, como hay guerras preventivas, porque no se ha producido un racismo al revés. Lo que Bolivia ha conocido es el racismo de siempre y en particular contra los de siempre.

-¿La Cumbre de Unasur dio un sólido respaldo a la democracia boliviana y a Evo Morales, pero también recomendó que se instale el diálogo entre oficialismo y oposición? ¿Qué otros elementos debería tener ese diálogo que ayuden a superar la situación que se vive en Bolivia?

Yo creo que la reunión de Unasur ha sido un éxito para el gobierno boliviano porque el voto fue unánime. En América Latina nadie desea una desestabilización política o una intervención exterior. Eso pasó a la historia, a la historia de los gorilatos y América Latina afortunadamente está en otras vías y otras direcciones. Ahora la necesidad de dialogo es importante porque no se puede estar en contra y el hecho de que el presidente Lula haya estado de moderador es una garantía para todo el mundo de manera que se pueda avanzar dentro de la serenidad y la cordura. Bolivia no necesita más tragedias humanas porque ha conocido mucho de eso en su historia. Más bien necesita que de manera pacífica y solo con justicia social se llegue a la paz y sólo la paz permitirá la prosperidad para todos.

(*) Grover Cardozo Alcalá es periodista boliviano.

8.9.08

De festivales, ciclos y ferias

Por Maximiliano Tomas

No son tiempos sencillos para la industria editorial. Luego de años de bonanza, la inflación disparó el precio del papel, lo que, a su vez, impactó de forma directa en el costo de los libros. Así, mientras las grandes editoriales miden mejor la asignación de sus recursos, los sellos independientes debieron posponer para 2009 buena parte de sus lanzamientos de 2008 –en este contexto se supo, por ejemplo, que la editorial Interzona, que construyó uno de los catálogos más interesantes de las últimas temporadas, puso la marca y su catálogo en venta. Pese a todo, la oferta de eventos culturales y literarios de la segunda parte del año no sólo no decae, sino que se multiplica. Por un lado, Fernando Pérez Morales (Boutique del Libro de Palermo) y Damián Tabarovsky (Interzona) anunciaron una nueva edición del ciclo “Talando árboles”: tres días –miércoles 10 y martes 23 de septiembre; y el miércoles 8 de octubre, siempre a las 19– en los que se discutirá sobre medios y actualidad literaria.
En la primera jornada Alan Pauls, Fabián Casas y Alberto Díaz hablarán sobre narrativa argentina; en la segunda, Jorge Aulicino, Pedro Rey y Fernando Fagnani pensarán los relatos mediáticos; y en la última, el centro de reflexión será la edición independiente, con la presencia de Fogwill, Leonora Djament y Ernesto Skidelsky. Pero tal vez la mayor novedad del calendario 2008 sea la edición del Primer Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires, presentado por el MALBA del 12 al 16 de noviembre y dirigido por Soledad Constantini y Pablo Braun (dueño de la librería Eterna Cadencia y del sello homónimo). Con el título de “Circuitos” –y a desarrollarse tanto en las instalaciones del museo como en una carpa para cuatrocientas personas que se montará especialmente–, se trata de un encuentro bianual que pretende, según sus organizadores, “reunir y acercar al público local con escritores, pensadores y artistas consagrados y emergentes de todo el mundo” a través de conferencias, debates, entrevistas públicas, lecturas, performances y proyecciones.
Si bien ya suenan objeciones que parecen atendibles –que un festival de literatura sea inaugurado por un filósofo, aunque sea de la talla de Gianni Vattimo; pero sobre todo que la entrada no sea libre y gratuita–, lo cierto es que la lista de invitados no es para nada despreciable: Pedro Lemebel, Alberto Fuguet y Alejandro Zambra (Chile), Nicole Krauss (Estados Unidos), Claire Keegan (Irlanda), Juan Villoro y Mario Bellatín (México), Santiago Roncagliolo (Perú) y Tomasz Piatek (Polonia) entre los extranjeros; y de la Argentina estarán Cristian Alarcón, Juan José Becerra, Eduardo Berti, Carlos Gamerro, Gonzalo Garcés, Martín Kohan, María Moreno, Andrés Neuman, Hugo Padeletti y Matilde Sánchez, entre muchos otros.
En el marco del festival se realizará un homenaje a uno de los escritores con más consenso y fanáticos de la actualidad, Roberto Bolaño (foto), en el que se analizará tanto su obra como su influencia en la literatura latinoamericana actual. Finalmente, la semana pasada, Horacio García, Carlos Alberto Pazos y Marta Díaz, de la Fundación El Libro, anunciaron el lema de la Feria del Libro de Buenos Aires 2009: “Pensar con libros”. Adelantaron que es probable que sea inaugurada por una mujer, y que intentarán invitar a Claudio Magris y Alessandro Baricco. Además, confirmaron que la nueva narrativa argentina tendrá una presencia destacada en la programación, con al menos tres mesas dedicadas a los escritores nacidos después de 1970. A pesar del contexto, entonces, se vienen meses agitados.

18.8.08

CHINA Y LA HISTORIA UNIVERSAL

Por José Pablo Feinmann

Y durante unos días, en China, los hombres jugarán a que se aman, a que el deporte todo lo puede, a que, después de todo, formamos parte de una humanidad que comparte un hogar común: la Tierra. China ha entrado definitivamente en ese espacio que Hegel le negaba, la Historia Universal. Lo hizo por medio de un desarrollo tecnológico (que es el alma del siglo XXI) que consiguió lo que buscaba: ser apabullante. El espectáculo de Beijing buscó decir: “Ahora venimos nosotros. Somos muchos y poderosos. Somos capitalistas de mercado y somos comunistas. Somos autoritarios. Somos agresivos. En menos de diez años dominaremos la economía mundial”.
Cierta vez, en los sesenta, Mafalda preguntó a su padre: “¿Qué pasaría si un día todos los chinos a la vez dieran una patada en el suelo?” ¿Qué pasaría? O reventarían el planeta. O el planeta saldría de órbita. O los mares se desbocarían. El poder de China siempre impresionó. Impresionó lo que impresiona a Mafalda: son muchos. En ningún lado son tantos como en China. Tiene 1300 millones de habitantes. Ahora se ha consolidado. Su economía tiene una pujanza de la que carecen casi todas las otras. Y este espectáculo de Beijing fue mucho más que la exultancia de un nuevo rico (como pudo parecer el de Barcelona en los ’90).
Fue, en muchos de sus pasajes, una exhibición de belleza. Le recordaron al mundo la riqueza, la densidad de su milenaria cultura. Porque los chinos son geniales en el arte del diseño y eso los convierte en uno de los pocos pueblos que pueden utilizar el avance tecnológico para hacer arte. Cuando los norteamericanos hicieron sus Juegos Olímpicos sentaron a 40 pianistas ante 40 pianos blancos. Todos tocaron la Rhapsody in Blue. Fue la peor versión de la historia de una partitura que casi no puede sonar mal de ninguna manera. Gershwin, en su tumba, no sólo ha de haberse revolcado, debe haber insultado gravemente a sus compatriotas. Fue la apoteosis de estética-Liberace. China, por el contrario, alcanzó, con el talento y la sutileza de sus diseñadores, momentos de exquisitez, de alto refinamiento.
Tengamos en cuenta que la finalidad última del espectáculo era decirle al mundo que ellos son poderosos y que se vienen con todo y nadie los detendrá. Pero supieron expresar esa voluntad de poder no sólo por medio de la aparatosidad, de la grandiosidad técnica, sino que se dieron el lujo de llegar a los niveles del arte, en ceremonias en las que casi nunca ocurre eso. Posiblemente haya sido la mejor fiesta de inauguración de los Juegos Olímpicos en toda su historia.
¿Qué sabemos de los chinos? ¿Por qué Occidente los mira como a invasores, peligrosos o no? Pero China vivió siglos encerrada en sí misma. Era un imperio que miraba hacia sí, solamente. Su Gran Muralla se hizo para frenar a los mongoles, pero es también un símbolo de ese Imperio: que nadie entre aquí. Nos bastamos solos. Este volverse sobre sí fue interpretado por los grandes filósofos de Occidente como una negación a participar de la Historia. Al ser Occidente una cultura colonialista siempre consideró que la Historia era su Historia. Que aquel que no se ligaba a su rumbo permanecía, no fuera de la historia occidental, sino fuera de la Historia, sin más. “La China y la India se hallan, por decirlo así, fuera de la historia universal (...) Ni en la China ni en la India hay progreso, tránsito a otra cosa (...) Desde que el mundo existe, estos imperios sólo han sabido desenvolverse dentro de sí. Son (...) los primeros y a la vez los inmóviles” (Hegel, Lecciones sobre la filosofía de la historia universal, Alianza, Madrid, p. 221).
Para Hegel, “la historia debe comenzar por el imperio chino” (Ibid., p. 220). Pero este Imperio se de-senvuelve dentro de sí, es inmóvil. Sólo participa de la historia aquello que forma parte de su dialéctica. Si China no se une a la historia universal, si no entra dentro de esa dialéctica, queda condenada a la inmovilidad, se encierra y se mira meramente a sí misma. De aquí que la Muralla china tiene una significatividad más abarcativa: es una Muralla levantada contra la historia: no entrará en nuestro Imperio. Pero la historia habrá de jugar duro con ese Imperio. Porque habrá otro –gran productor de mercancías– que tendrá hambre de mercados, que fabricará tantas mercancías en sus ciudades industriales de Manchester y Liverpool que, si algún mercado se le niega, si alguno tiene la osadía de negarse a comprar sus mercancías, lo abrirá a cañonazos si es necesario. Esto hizo Inglaterra con China.
En 1840, los cañones ingleses “abatieron la autoridad del emperador y obligaron al Celeste Imperio a entrar en contacto con el mundo terrenal. El aislamiento total era la condición fundamental para la preservación de la antigua China. Como tal aislamiento tuvo un fin violento por intermedio de Inglaterra, la disgregación era tan inevitable como la que espera a una momia, cuidadosamente conservada en un ataúd hermético, cuando entra en contacto con el aire” (Karl Marx, La Revolución en China y en Europa, en New York Daily Tribune, junio de 1853). Sarmiento llamaba al Paraguay “la China de América”. Se sabe que la pequeña nación de Francisco Solano López se había cerrado al comercio con Inglaterra y buscaba un desarrollo propio. Esto le era intolerable a los liberales del Plata y armaron una guerra que fue la de la Triple Alianza.
Sarmiento (en Facundo) habría de decir que así como Inglaterra había abierto a cañonazos al viejo Imperio chino, los países de la Triple Alianza abrirían a cañonazos el obstinado encierro paraguayo. La verdadera financista de esa guerra fue la banca británica, que no toleraba mercados cerrados. Paraguay no era China, pero era un pésimo ejemplo en una América latina que Inglaterra requería abierta a sus intereses comerciales. En suma, China hace su entrada en Occidente para que Inglaterra introduzca en ella sus mercancías y para que el opio del Celeste Imperio se comercialice sin trabas.Pero los chinos vuelven a apartarse de Occidente con la experiencia maoísta y principalmente con la Revolución Cultural que esa experiencia promueve. Una Revolución Cultural china señala un camino autónomo, diferenciado del de Occidente.
Esta experiencia se recorre y fracasa y China pasa varios años en un segundo plano. No más, ahora ocupa el primero. Y tal vez debiéramos llamar a ésta otra Revolución Cultural. No es sencillo entender qué pasa en China. No parece haberse “occidentoxicado” como muchos creen. Su declarado “comunismo”, su autoritarismo, unidos a su economía de mercado dan un producto original, al que habrá que seguir observando porque la mayoría de sus aristas son fascinantes. De lo que no hay duda es de que, no sólo ya no está fuera de la historia, sino que ambiciona con ser la historia. Su vanguardia, su potencia más avanzada, o, en el menor de los casos, la única y verdadera competencia de Estados Unidos en el dominio estratégico del planeta.Entre tanto, abre en Beijing los Juegos Olímpicos con un espectáculo sin parangón alguno. Y uno de sus atletas más venerados, Li Ning, un hombre que ha ganado seis medallas en los juegos de Los Angeles en 1984, corre con la antorcha en su mano derecha para encender la llama que inaugurará los Juegos Olímpicos.
De pronto, inesperadamente, da un salto y vuela para llegar hasta ella, que está en lo alto, que parece inalcanzable, pero no: hacia ahí va Li Ning, volando, con su antorcha en ristre y enciende el fuego olímpico. Sin embargo, nada ha impedido que veamos unas cuerdas sosteniéndolo. Que descubramos que Li Ning no voló en realidad sino que lo hizo porque unas cuerdas lo elevaron hasta donde debía llegar. Ah, no: así cualquiera.
Creeremos verdaderamente en China el día en que Li Ning vuele como Superman. Pero no en los comics o en las películas. Eso ya lo hicieron los yanquis. Es en la realidad donde lo queremos ver volar a Li Ning. Hasta ese día, no estaremos convencidos del absoluto poder de la China del siglo XXI.

28.6.08

ACERCA DE LOS 16 DIARIOS MATUTINOS QUE SE OFRECEN EN LOS KIOSCOS DE BUENOS AIRES
SU MAJESTAD, EL DIARIO

Por Alvaro Abós (*)

Cuando se me ocurrió la idea de escribir este artículo, fui al quiosco y le pedí al diariero:

-Déme el diario.
-¿Qué diario?
-Todos.

Me entregó dieciséis ejemplares por los que aboné treinta y cuatro pesos con cincuenta centavos. Todo ese papel, que pesaba exactamente cuatro kilos ciento doce gramos, lo guardé en dos bolsas de plástico, que el quiosquero me regaló como atención. Así pues, cada día de la semana llegan a los quioscos de la ciudad de Buenos Aires dieciséis diarios matutinos. Ocho, son de interés general. Uno es deportivo; cuatro son económicos, aunque contienen información de otras áreas; uno sale en inglés, redactado e impreso en Buenos Aires; otro, en italiano, reproduce un diario de Milán y se vende junto al diario argentino que el lector tiene en sus manos; otro es la reimpresión para América latina de un diario de Madrid.
Por la tarde, se reparte gratis un diario a los viajeros del subterráneo: este único vespertino hace, pues, el número diecisiete. Los fines de semana, los diarios económicos no salen, pero lo hacen otros dos, en realidad semanarios, a los que el público llama diarios.
Algunos venden cientos de miles de ejemplares; otros... tan pocos que más vale ni mentar el tema. No está mal para un formato, el periódico diario, al que le pronosticaron mil veces su inminente defunción. Sobre el diario se han desencadenado las plagas de Egipto. Reinaba soberano en el siglo XIX. Pero en el siglo XX debió lidiar con la radio, el cine, la televisión. Ultimamente, con Internet y su blogosfera y el auge de la telefonía. El diario sobrevivió. El diario es como el libro, uno de esos muertos que gozan de buena salud. No sólo es actor de la vida social, puede ser protagonista de ella. El diario encierra una paradoja. Es un objeto a la vez trascendente y banal. Un diario puede provocar una crisis de gabinete, una corrida bancaria o directamente cambiar la historia.
Pero su vida es fugaz como la de algunas rosas que florecen y se agostan en pocas horas. El jueves 13 de enero de 1889, el diario L Aurore, de París, publicó el artículo Yo acuso , de Emile Zola, que desencadenó el affaire Dreyfus y marcó un hito en la historia de Francia. Al día siguiente, las verduleras del mercado de Les Halles envolvían la lechuga con esa página gloriosa. Un diario puede serlo todo durante 24 horas. Al siguiente amanecer, lo reemplaza la nueva edición. Pasa entonces a cumplir su segunda función: ser fuente de la historia, que no es, sino la reconstrucción de la vida que ha quedado apresada en ciertos documentos, y sobre todo en un inmenso mar de papel de diario. Esa función ya la cumplían los antiguos papiros, que Plutarco escrutaba para reconstruir lo sucedido siglos atrás. Hace poco releí Bel Ami , la novela de Guy de Maupassant, que narra la fundación de un diario en el París de 1870.
La actualidad del relato es asombrosa: crear un diario, entonces y hoy, es una aventura económica, política y humana. Una conjunción de riesgos y cálculos, de lectura de la realidad y predicción del futuro. Una mezcla de locura e inteligencia. A veces, un diario es la respuesta a un fracaso.
Bartolomé Mitre, a fines de 1869, se encontraba en una situación difícil. Había terminado su presidencia muy cuestionado, sobre todo por la guerra con Paraguay. Su economía personal, como lo cuenta el libro Bartolomé Mitre (1998), de Miguel Angel de Marco, estaba deteriorada. Con los mil ejemplares de LA NACION, el diario que salió a la calle el 4 de enero de 1870 y del que Mitre fue director y hasta tipógrafo, quiso reorientar su acción política y también obtener un medio de vida.
En 1913, Natalio Botana, de 25 años, había sacado Crítica , un vespertino que vegetó durante años sin pena ni gloria. En 1922, vendía 9000 ejemplares, muy poco frente a los 90.000 de La Razón . Entonces se le presentó una alternativa: o cerraba o se arriesgaba a sacar una quinta edición a las tres de la tarde, en abierto desafío a La Razón. Botana lo hizo y triunfó. Crítica no dejaría de crecer hasta el pico de 800.000 ejemplares, hazaña que consumó en 1939. Roberto J. Noble, antiguo diputado socialista, había sido muy criticado por ocupar un ministerio en el gabinete del controvertido gobernador de la provincia de Buenos Aires Manuel Fresco (1936-1939). Tanto fue así que, tras esa experiencia política, Noble se refugió en su campo y sólo al cabo de varios años volvió a Buenos Aires para, a manera de revancha, fundar en 1945 un diario al que bautizó Clarín.
Un paseo por el Buenos Aires de hoy nos muestra que la gente lee el diario mientras viaja en taxi, en colectivo y en subte, pero, sobre todo, lo lee en los cafés. Es una vieja costumbre con raíces en los cafés de Viena, Praga, París, Madrid y otras urbes europeas con las que Buenos Aires siempre tuvo sintonía. A veces, los cafés de Buenos Aires más parecen bibliotecas que lugares de tertulia. Miles de personas leen los diarios en Internet, lo que demuestra una vez más que los nuevos medios técnicos no se excluyen, sino que pueden convivir, y hasta aprovechar unos de otros.
¿Por qué ha sobrevivido el diario, un medio que es lento, costoso y difícil de producir en relación con la radio o Internet? Porque su capacidad sintetizadora para ordenar el caótico flujo de la información no ha podido ser reemplazada. En cierto sentido, los defectos del diario son sus virtudes. Un diario no es, sino una cabeza -o varias cabezas- que se han apartado, por lo menos durante unas horas, para pensar la realidad. Esa pausa es invalorable. Decía Walter Benjamin, en la segunda década del siglo XX, que la lectura del diario es la oración del hombre burgués. Hay gente que dice: yo no compro más el diario. Pero si no lo compra, lo leerá de ojito en el café, o escuchará sus contenidos por la radio o lo verá dramatizado en la TV. O se lo regalarán a la tarde en el subte.
El diario se ha convertido él mismo en una noticia. Sin ir más lejos, una huelga de redactores que privó a las tardecitas de París de esa costumbre que se llama Le Monde , fue recogida hace unas semanas como noticia por los medios de todo el mundo. Entre nosotros, también los diarios se convierten en noticia. La actual presidenta y su antecesor no parecen gustar mucho de los diarios y han erigido a algunos en contrincantes; pero, si los combaten, es que los han leído.
¿Puede un diario ser independiente del poder económico y del poder político, y subsistir? Me refiero a tener vida propia, no a vegetar. ¿Debe un diario limitarse a informar o debe opinar, involucrarse y criticar? No pretendo dar respuesta a estas cuestiones sobre las que se han escrito bibliotecas enteras. Sin embargo, daré mi opinión: la centralidad de un diario como actor social será proporcional a la tensión crítica que instale en su relación con el poder. No por un determinismo ideológico, sino porque esa tensión está en la naturaleza misma de un diario: el poder humano es falible y lo que hace un diario es iluminar con un foco de atención el entramado cotidiano del poder.
Un diario, si es bueno, si está bien escrito, si informa con rigor, si investiga, si opina con coraje, si recoge los debates de su tiempo y escucha lo que dice la calle, y también lo que la calle no dice porque circula por debajo de ella, será crítico incluso más allá de la ideología de sus editores o sus redactores.
* Escritor. Entre sus libros están "Cautivo" y "Cinco balas para Augusto Vandor"

24.6.08

La pelota hace memoria


Por Ezequiel Fernández Moores


"Nos dimos acá (por la boca), acá (brazo izquierdo) y en los glúteos". El volante peruano José Velázquez, cuenta que así le respondió un jugador argentino al que le preguntó si habían jugado dopados. Se trata de uno de los momentos más espeluznantes del muy buen documental "Mundial 78. Verdad o Mentira", del periodista Christian Rémoli que trasmitirá este miércoles por la noche el Canal Encuentro. "Hay drogas y dinero, por lo tanto hay doping y soborno. Y todos saben eso, todos sabemos que existe", agrega Oscar Ortiz, uno de los campeones mundiales de 1978.

El viernes será el turno de la presentación de un nuevo libro: "Hechos Pelota" (el periodismo deportivo durante la dictadura militar 1976-1983, de Ediciones Al Arco). "El deporte ?escribe su autor, el periodista Fernando Ferreira- sirvió de refugio para muchos. Sobrevivir sin mirar, sin oír, sin saber y sobre todo, sin querer entender". Será el segundo libro en menos de diez días. El otro es "Fuimos Campeones", del periodista Ricardo Gotta, quien se decidió a escribirlo después de que su hijo Sebastián le preguntó sobre el 6-0 a Perú. El primer libro había sido "El terror y la gloria" (Abel Gilbert y Miguel Vittagliano, 1998) y el segundo "La vergüenza de todos (El dedo en la llaga del Mundial 78)", del periodista Pablo Llonto, de 2005. El diario Página 12 reflotó el domingo pasado el documental "Mundial 78 La historia paralela", que había sido emitido en 2003 por Telefe. Libros y documentales dejan en un segundo plano la gloria deportiva. Hablan del 6-0, de doping y de manipulación política.


¿Acaso somos masoquistas? ¿Elegimos recordar sólo de modo incómodo el trigésimo aniversario de la conquista de nuestra primera Copa Mundial? ¿No tendrían acaso más sentido que revuelvan en la mugre los holandeses, derrotados por Argentina en la final, los peruanos, víctimas del supuesto soborno, o los brasileños, autoproclamados "campeones morales" del 78? En Holanda, la prensa deportiva sólo habló en estos días de la Eurocopa. El periodista Marcel Rozer prefirió inclusive renunciar al aniversario y aplazar unos meses la salida de su libro, que analiza por qué aquella fabulosa selección naranja de los años 70 perdió dos finales consecutivas ante los dueños de casa, Alemania en el ´74 y Argentina en el ´78. En Perú sí se habla del 6-0. Pero no del 6-0 del 78, sino del que propinó hace unos días Uruguay.

Las encuestas piden las renuncias del DT José "Chemo" Del Solar y del presidente de la Federación, Manuel Burga. ¿Qué buscamos entonces nosotros, si al fin y al cabo fuimos los campeones? ¿Acaso ese Mundial no fue el inicio de una nueva y definitiva era de trabajo serio y planificado para las selecciones argentinas? ¿Y no se ganó con un fútbol que, si bien fue más potente que preciosista, impuso una neta audacia ofensiva y arriesgó siempre por la victoria?
Pero no, aquí estamos, treinta años después, descubriendo que el dictador peruano, Francisco Morales Bermúdez, tenía a su hijo "Paquito" al frente de la delegación en el Mundial y realizó un sugestivo llamado telefónico al capitán Héctor Chumpitaz apenas horas antes del partido ante Argentina, como cuenta Gotta en su libro, en el que ofrece demasiados indicios de arreglos entre militares como para seguir pensando aún hoy en la inocencia del famoso 6-0.

Enterándonos que hasta el mismísimo Joao Havelange, entonces presidente de la FIFA, estaba tan al tanto de lo que pasaba en la Argentina que llegó a pedirle a su admirado general Jorge Videla por un desaparecido brasileño, como dice Llonto en su libro. O que el almirante Eduardo Massera mandó matar al austero general Omar Actis (primer presidente del EAM 78) y quiso matar también al entonces secretario de Hacienda Juan Alemann, como sugiere y cuenta el documental reflotado por Página 12. O que Sergio Renán acepta que cargará "de por vida" con la "llaga" (como él la llama), de "La Fiesta de Todos",el filme de nombres famosos que ensalzaban a la Argentina mundialista de Videla, según confiesa el propio director en el documental de Rémoli. O que la mayor parte de los medios de prensa asistió silenciosa o cómplice a la fiesta de los goles y los cadáveres, como lo refleja el libro de Ferreira.

¿Y la Italia de Mussolini campeona del 34? ¿Y la alemana campeona del 54 bajo la sombra del doping? ¿Y no hubo acaso dos arreglos bochornosos en el Mundial siguiente al de la Argentina, en España 82, los partidos Italia-Camerún y Alemania-Austria, éste último tan grosero que un diario de Gijón directamente publicó su crónica en la página de policiales? ¿Y los arbitrajes escandalosos del Mundial 2002 que llevaron al ex campeón mundial de ajedrez, Gary Kasparov, a afirmar que jamás había visto una estafa deportiva como esa? No todo puede ser manipulado. Si hubiese sido gol el remate de Rob Rensenbrink que pegó en el poste cuando terminaban los 90 minutos de la final, Holanda hubiese ganado 2-1 y no se habría ido al alargue que permitió el triunfo 3-1 de Argentina. Pero el racconto que nos contextualiza otras miserias mundialistas es necesario, aunque no sirva para aliviar las nuestras.


¿Nuestras? ¿Es que acaso somos responsables de la dictadura, de sus crímenes y de festejar su Mundial manipulado y de gastos sin control, a gusto y piacere del almirante Carlos Lacoste? En 2003, cuando fue el vigésimoquinto aniversario, los campeones del 78 rechazaron compartir su recuerdo en el Monumental con organismos de derechos humanos, que sólo querían pedir al menos por los más de trescientos pibes nacidos en cautiverio que siguen sin recuperar su verdadera identidad. Muchos jugadores, especialmente el DT César Menotti, se negaron creyendo tal vez que ello hubiese implicado admitir culpa, o vergüenza, por haber jugado y ganado el Mundial.

Por haberse prestado a la manipulación, aunque jamás se escuchó a alguno de ellos, aún en esas horas de puro chauvinismo, dedicarle el triunfo a los militares del Proceso. O como si ellos hubiesen sido los únicos protagonistas de un Mundial que fue festejado por casi todos. Unos saltando desaforados con los gritos del "Gordo" Muñoz y los goles de Kempes. Otros saliendo a festejar pero negándose al menos a tocar las bocinas de sus automóviles. Otros desahogándose con un grito de gol en su prisión de la ESMA, a 700 metros del estadio de River. Y otros, mientras había quienes sólo lloraban de dolor, subidos a los pulgares ensangrentados y felices del general Videla, como socios directos del horror.

Algo cambió ahora. Este domingo, en River, recordarán la fecha varios de los futbolistas campeones del 78 junto con víctimas directas de la represión. Estarán, entre otros, Héctor Baley, Luis Galván, Jorge Olguín, Alberto Tarantini, Omar Larrosa y Leopoldo Luque. "El sistema -escribió una vez Eduardo Galeano- nos vacía la memoria, o nos llena la memoria de basura y asi nos enseña a repetir la historia, en lugar de hacerla". Y treinta años después aquí estamos. Tal vez excesivos, melancólicos, oportunistas e inevitablemente parciales. Pero, también, acaso intentando hacer la historia. Para no repetirla.

22.6.08

Colegio de periodistas chilenos pide disculpas a los familiares
de las víctimas de la dictadura por las mentiras de sus afiliados

Por Ernesto Carmona

El Colegio de Periodistas de Chile pedirá disculpas públicas por la conducta impropia de sus afiliados que en 1975 mintieron para coadyuvar al montaje de falsos “enfrentamientos” fraguados por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) para justificar la desaparición de 125 personas, en los casos conocidos como “Rinconada de Maipú” y el de “Los 119” u “Operación Colombo”, adscrita a la transnacional “Operación Condor”.
La decisión de honrar la memoria de las víctimas en presencia de sus familiares fue acordada como “un gesto pendiente” por la entidad profesional después que fracasara una impugnación del fallo de sus Tribunales de Ética y Disciplina introducida ante la Corte de Apelaciones de Santiago por Claudio Sánchez, uno de los periodistas sancionados. Todos los demás afectados acataron los fallos éticos de la entidad profesional.
En el acto, programado para el sábado 21 de junio, a las 11 horas, en la sede del Colegio –Amunátegui 31–, intervendrán Luis Conejeros, presidente del Colegio, quien explicará el sentido de este gesto; Juanita Rojas, presidenta del Tribunal Nacional de Ética y Disciplina (TRINED) y Alfredo Taborga, presidente del Tribunal Regional Metropolitano (TRED), correspondiente a Santiago, quienes se referirán al procedimiento ético-disciplinario. También hablarán Isabel Gallardo, familiar de tres de las seis víctimas del caso “Rinconada de Maipú” y Roberto D’Orival, del Colectivo de Familiares y Compañeros de Los 11 y hermano de una de las víctimas.

El encuentro concluirá con la entrega de un documento que formalizará simbólicamente la solicitud de disculpas institucionales en desagravio a la memoria de las víctimas por la participación de sus afiliados en la fabricación de acciones armadas que nunca existieron. Incluso hubo periodistas de TV que “reportearon desde el sitio del suceso” –Rinconada de Maipú– mostrando la locación donde supuestos terroristas ya asesinados por la DINA habrían enfrentado a las fuerzas represivas, exhibiendo casquillos vacíos de proyectiles, pero sin mostrar ningún cadáver. La revista Qué Pasa llegó a citar como “testigo presencial” a un niño de 8 años.

Los sancionados

Los dos procedimientos ético-disciplinarios del Colegio acogieron denuncias de familiares de las víctimas de ambos casos presentadas en 2006 y 2007 contra los periodistas y los medios en que trabajaban, entre otros Canal 13 de la Universidad Católica , el estatal Canal 7 o Televisión Nacional (TVN), El Mercurio, La Segunda , Las Ultimas Noticias y La Tercera. Las empresas periodísticas jamás pidieron disculpas a sus lectores, por mentirles, ni a las víctimas, por deshonrar su memoria. Incluso tuve ocasión de presenciar en 2006
Por su participación en el montaje de Rinconada de Maipú, la entidad profesional sancionó con la expulsión a Roberto Araya Silva y suspendió la colegiatura, con censura pública, a Julio López Blanco, Vicente Pérez Zurita, Manfredo Mayol –todos de TVN-Canal 7 en 1975– y a Claudio Sánchez, entonces en Canal 13 UC.
En el Caso de Los 119 sufrieron suspensión y censura pública Fernando Díaz Palma, en 1975 director de Las Últimas Noticias, matutino de circulación nacional de la cadena El Mercurio; Alberto Guerrero Espinoza, entonces director de La Tercera , y Beatriz Undurraga Gómez, de El Mercurio.
Por fallecimiento, fueron declarados no imputables los entonces directores de El Mercurio, René Silva Espejo, y del vespertino La Segunda –también de El Mercurio–, Mario Carneyro. Todos esos medios también infringieron la ética profesional al difundir informaciones falsas respecto de los crímenes de la Operación Colombo.
El Tribunal de Ética determinó que quienes publicaron las informaciones sobre el caso Colombo "no cumplieron con su obligación de confrontar los hechos base de la noticia con otras fuentes que no fuera la oficial, con lo cual fallaron en entregar la verdad que la ciudadanía tenía el derecho a recibir". En este caso fue absuelta la periodista de El Mercurio Mercedes Garrido Garrido, porque "las acusaciones formuladas en su contra no fueron probadas".

Rinconada y Colombo

En el fallo de Rinconada de Maipú, el Tribunal de Ética estimó que Julio López y Claudio Sánchez tenían responsabilidades diferentes. Según el proceso, que es público, López admitió ante la fiscal Doris Jiménez haber mentido en su despacho porque agentes de la DINA le entregaron el libreto listo y lo llevaron hasta el lugar para filmar el falso enfrentamiento, con el propósito de justificar el asesinato de seis militantes del MIR y del PC, torturados y acribillados en Villa Grimaldi. López incluso se mostró arrepentido y manifestó su disposición a pedir disculpas públicas a los familiares de las víctimas.
Sánchez fue sancionado por negarse a concurrir a declarar, pero Canal 13 envió una carta al Colegio reconociendo que éste periodista efectivamente aparece en una cinta informando sobre el mismo suceso, pero se negó entregar el video por un juicio laboral con Sánchez, que a la postre el periodista también perdió. También recurrió ante la Corte de Apelaciones contra la sentencia del Tribunal de Ética, pero perdió por votación unánime.
En el caso Operación Colombo, también en 1975, la dictadura pretendió hacer creer que 119 presos políticos, habían huido a Argentina donde encontraron la muerte en un combate con fuerzas militares o matándose entre ellos mismos, en dos episodios ficticios distintos. Los medios citados en el juicio ético difundieron ampliamente la mentira y agregaron de su propia cosecha toda clase de injurias contra las víctimas.
Yo Claudio

Sánchez apeló ante la justicia ordinaria, reclamando –diccionario en mano– por el trato de “imputado” que le dio el lenguaje del Tribunal de Ética del Colegio de Periodistas, aunque en 1975 vilipendió a las víctimas de la Rinconada de Maipú. Hoy sólo aparece como “locutor en off “ del noticiario de Megavisión, después de haber sido el hombre ancla de esa estación del multi-millonario Ricardo Claro.
Al disparar en la Corte sus dardos contra el Tribunal de Ética de la Región Metropolitana del Colegio de Periodistas alegó que “además, ante esa instancia ética recibí un trato de "imputado" que es término propio y exclusivo de la jurisdicción penal y sólo atribuible respecto de quien quede sujeto a procedimiento, y existan presunciones fundadas que a él le ha cabido una participación de actor, cómplice o encubridor en los hechos que se investigan”.
Su apelación fue admitida –y finalmente el fallo le fue adverso, sin posibilidad de recurrir a la Corte Suprema – aunque uno de los ministros estimó que había apuntado mal sus dardos. En la página 8 de la causa 6455, el 21 de septiembre de 2007 quedo constancia de lo que sigue: “Para resolver sobre la admisibilidad del recurso, pídase informe al Tribunal de Ética Región Metropolitana del Colegio de Periodistas y la causa en cuestión. Ofíciese”.

Pero también se registró la disconformidad de uno de los dos ministros: “Se previene que el Ministro Sr. Pfeiffer estuvo por declarar inadmisible el recurso de apelación, desde luego, teniendo presente para ello que de conformidad con lo dispuesto en el Título XVIII de¡ Libro 1 del Código de Procedimiento Civil, la apelación –en su carácter de recurso ordinario que da origen a la segunda instancia– debe ser interpuesto ante el mismo Tribunal que dictó la resolución recorrida "para ante" el Tribunal Superior respectivo, dentro de los plazos y con las formalidades establecidas por el artículo 189 del citado Código, requisitos que, en la especie, no fueron observados por el apelante”. El otro ministro fue Juan Manuel Muñoz Pardo, más el abogado ntegrante Benito Mauriz Aymerich.

Pero al final, Sánchez perdió ante la unanimidad de los ministros de la novena sala de la Corte de Apelaciones, que el 2 de junio de 2008 fallaron así: “Teniendo presente que el fallo recurrido ha sido dictado conforme al mérito de los antecedentes de hecho existentes, en que se funda, y con arreglo a derecho, sin que en la tramitación de los autos aparezca infringida alguna garantía jurídica del recurrente, se confirma la sentencia apelada de veintiuno de agosto de dos mil siete, que se lee a fojas 66 y siguientes. Regístrese y devuélvase.

La Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago fue presidida por la ministro Dobra Lusic Nadal y conformada por el ministro Mario Rojas González y la abogado integrante Claudia Chaimovich Guralnik.
Yo Claudio quedó oleado y sacramentado…

18.6.08

Posturas y estrategias


Por Fernando Neira

Intimados o no por las consecuencias políticas de los nutridos cacerolazos que se congregaron el lunes feriado en distintos puntos del país, el Gobierno anunció ayer que envió al Congreso de la Nación la resolución dictada por el Poder Ejecutivo de implementar, entre otras medidas, las tristemente celebres retenciones móviles al cultivo de la soja.
El cambio de estrategia del oficialismo que parte de enviar la medida a la aprobación de las cámaras también implica y obliga a cambiar las posturas y excusas de los otros protagonistas de la disputa. Por el lado del gobierno, el kirchnerismo deberá poner en funcionamiento el aparato justicialista que le asegure cierta fidelidad hoy por hoy incierta de parte de los gobernadores provinciales. Quién se animaría a aventurar el aval parlamentario de los máximos funcionarios cordobeses, entrerrianos y santafecinos por ejemplo, teniendo en cuenta los ánimos enardecidos de esos pagos. Habrá que ver también cómo juegan los diputados transversales, y sin dudas que hoy el panorama refleja que será una disputa al filo.
Por parte de los representantes del sector del campo y la oposición, la determinación tomada por la presidenta de la nación los obliga a cambiar la estrategia y a mostrar los verdaderos motivos por los cuales una medida impositiva generó tal polvareda. Hasta ahora la carta fuerte que mostraban los representantes agrarios, y que generaba apoyo de ciertas clases de la población, era la falta de constitucionalidad de la medida, el no debate de la disposición en el ámbito parlamentario. Ahora bien, si la medida finalmente hace el recorrido normal de una ley propuesta en un país federal y republicano como predica el campo, ¿qué les queda por reclamar?.

La pregunta que se hacen muchos es ¿por qué el gobierno tardó casi cien días en tomar este camino?. Sin hacer demasiadas elucubraciones se pueden tejer algunas hipótesis al respecto. Está claro que la implementacion de las retenciones móviles es una medida antipática para los pequeños productores y no tanto para los medianos y grandes conglomerados de siembra, que a pesar de la aplicación seguirían teniendo rentabilidades extraordinarias.
Imaginemos el siguiente panorama tres meses atrás, con un gobierno de Cristina Fernández todavía pleno y con un porcentaje de imagen positiva mucho mayor que el que tiene en el presente. Si la presidenta de la nación hubiese mandado este mismo proyecto al parlamento para que sea tratado sin el contexto de mal humor generalizado que hay hoy en día, ¿hay alguna duda de que hubiese sido aprobado por los diputados y senadores?. Pero con ese supuesto panorama al gobierno no le quedaban demasiadas alternativas si el campo se plantaba en contra de la medida constitucional, aunque quizás hubiese obligado a los representantes agrarios a mostrar de entrada su verdadera cara. Volviendo al presente y teniendo en cuenta lo sucedido, hoy las responsabilidades de resolver el conflicto cambiaron de mano y no están tan claras para una sociedad que está harta de los golpes colaterales.

Es sano para la vida democrática de un país que los ciudadanos estén al tanto de lo que se sesiona o se trata en las cámaras legislativas y es una manera trasparente de ver en acción la importancia que tiene el voto popular. Es una situación acorde para verificar si los funcionarios que integraban la lista sábana de los partidos políticos que los ciudadanos colocaron dentro de las urnas están a la altura de las circunstancias.Con la historia reciente y pasada que cosechó este país, no queda otra opción que ponerse del lado de la democracia, mal le pese a algunos.

26.5.08

Dos lobos hambrientos y una caperucita

Por Fidel Castro (*)

En la ceremonia inaugural de la cumbre América latina y Caribe-Unión Europea, celebrada en Perú el pasado 15 de mayo, se habló en inglés, alemán y otros idiomas europeos sin que partes esenciales de los discursos se tradujeran por las televisoras al español o al portugués, como si en México, Brasil, Perú, Ecuador y otros los indios, negros, mestizos y blancos –más de 550 millones de personas, en su inmensa mayoría pobres– hablasen inglés, alemán u otro idioma foráneo.
Sin embargo, se menciona ahora elogiosamente la gran reunión de Lima y su declaración final. Allí, entre otras cosas, se dio a entender que las armas que adquiere un país amenazado de genocidio por el imperio, como lo ha sido Cuba desde hace muchos años y lo es hoy Venezuela, no se diferencian éticamente de las que emplean las fuerzas represivas para reprimir al pueblo y defender los intereses de la oligarquía, aliada a ese mismo imperio. No se puede convertir la nación en una mercancía más ni comprometer el presente y el futuro de las nuevas generaciones.
La IV Flota no se menciona, por supuesto, en los discursos que se televisaron de aquella reunión, como fuerza intervencionista y amenazante. Uno de los países latinoamericanos allí representados acaba de realizar maniobras combinadas con un portaaviones de Estados Unidos del tipo Nimitz, dotado con todo tipo de armas de exterminio en masa. En ese país hace unos pocos años las fuerzas represivas desaparecieron, torturaron y asesinaron a decenas de miles de personas. Los hijos de las víctimas fueron expropiados por los defensores de las propiedades de los grandes ricos. Sus principales líderes militares cooperaron con el imperio en sus guerras sucias. Confiaban en esa alianza. ¿Por qué caer de nuevo en la misma trampa? Aunque es fácil de inferir el país aludido, no deseo mencionarlo por no herir a una nación hermana.
La Europa que en esa reunión llevó la voz cantante es la misma que apoyó la guerra contra Serbia, la conquista por Estados Unidos del petróleo de Irak, los conflictos religiosos en el Cercano y Medio Oriente, las cárceles y aterrizajes secretos y los planes de torturas horrendas y asesinatos fraguados por Bush. Esa Europa comparte con Estados Unidos las leyes extraterritoriales que, violando la soberanía de sus propios territorios, incrementan el bloqueo contra Cuba, obstaculizando el suministro de tecnologías, componentes e incluso medicamentos a nuestro país. Sus medios publicitarios se asocian al poder mediático del imperio.
Lo que dije en la primera reunión de América latina con Europa, celebrada hace nueve años en Río de Janeiro, mantiene toda su vigencia.
El anfitrión de la reunión estuvo a punto de sacar de sus casillas a los europeos cuando en la clausura mencionó algunos puntos planteados por Cuba:

1. Condonar la deuda de América latina y el Caribe.
2. Invertir cada año en los países del Tercer Mundo el 10 por ciento de lo que gastan en las actividades militares.
3. Cesar los enormes subsidios a la agricultura, que compiten con la producción agrícola de nuestros países.
4. Asignar a Latinoamérica y el Caribe la parte que les corresponde del compromiso del 0,7% del PIB.

Por las caras y las miradas, observé que los líderes europeos tragaron en seco durante unos segundos. Pero, ¿por qué amargarse? En España sería todavía más fácil pronunciar discursos vibrantes y maravillosas declaraciones finales. Se había trabajado mucho. Venía el banquete. No habría en la mesa crisis alimentaria. Abundarían las proteínas y los licores. Faltaba sólo Bush, que trabajaba, incansable, por la paz en el Medio Oriente, como es habitual en él. Estaba excusado. ¡Viva el mercado!
En la actualidad, Estados Unidos y Europa compiten entre sí y contra sí por el petróleo, las materias primas esenciales y los mercados, a lo que se suma ahora el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado que ellos mismos han creado con las voraces e insaciables sociedades de consumo. Dos lobos hambrientos disfrazados de abuelitas buenas, y una Caperucita Roja.


* Fragmentos de la reflexión de Castro publicada en Granma.

19.5.08

¿Cuántos minutos puede jugar Ginóbili?

Mañana los San Antonio Spurs de Manu Ginóbili juegan en Nueva Orleáns su pase a la siguiente etapa de los playoffs de la NBA, la liga de básquet más competitiva del mundo. En ese partido volverá a repetirse un fenómeno que intriga a buena parte de los seguidores argentinos de ese deporte. ¿Por qué Ginóbili no entra desde el principio en la cancha? ¿Por qué juega sólo una porción de los 48 minutos que dura el partido? Adrián Paenza, matemático y uno de los principales divulgadores de la NBA en la Argentina, aporta una mirada diferente sobre el tema.



Por Adrián Paenza


Desde hace varios años, Ginóbili juega en San Antonio. Sale campeón bastante seguido, no sólo en la NBA, sino también es campeón olímpico, campeón de Europa, campeón de Italia... Es, en verdad, “campeón”, así, a secas. O “super-campeón”. El atleta profesional argentino más importante de este siglo.
Sin embargo, a pesar de todos estos antecedentes, el director técnico de su equipo, Greg Popovich, no lo incluye en el equipo titular. Ha cambiado en los últimos partidos pero, en general, Manu empieza los partidos como si fuera un suplente más. El propio Popovich dijo alguna vez que “sentar a Ginóbili en el banco es como sentar allí a toda la Argentina”.
Muchas veces me han preguntado por qué y, por supuesto, las verdaderas razones las ignoro. Sólo puedo hacer conjeturas, como casi todo el mundo. Sin embargo, hay algo que la matemática puede aportar. Sí, leyó bien: la matemática. Y me gustaría hacer esta suerte de “ejercicio mental”.
Los partidos de la NBA duran 48 minutos. No hay ningún jugador que juegue todos los minutos. En todo caso, los que promedian más tiempo en la cancha no llegan a los 43 minutos (Raja Bell en Phoenix o Deron Williams en Utah, en la última temporada). Y ésa es una de las claves a tener en cuenta. El técnico tiene que elegir qué jugadores pone en cada momento del partido teniendo en cuenta qué jugadores presenta el rival, cuáles son los “apareamientos” que más le convienen, el resultado parcial y, además, cuán cansados están. Más aún: cuando cambia a alguno de los titulares por los suplentes, necesita que en esos minutos el equipo no se desintegre ni se desbalancee.
Falta poco para llegar al momento de la matemática. San Antonio tiene tres jugadores “estrella”: Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili (en algún orden que usted puede alterar. Pero, por respeto, ubico al argentino último). Si uno analiza la cantidad de minutos que han jugado en los 82 partidos de la serie regular (que clasifican para los playoffs), descubre ciertos patrones que sigue el técnico Popovich. Por supuesto, en un mundo ideal le convendría que los tres jueguen todos los minutos que dura el partido. Pero como eso es imposible, Popovich tiene las siguientes restricciones:
1) Duncan tiene que jugar 34 minutos.
2) Parker tiene que jugar 33 minutos.
3) Ginóbili tiene que jugar 31 minutos.
4) Duncan, Parker y Ginóbili tienen que jugar los últimos 5 minutos de cada partido.
5) Mientras que Duncan y Parker empiezan jugando juntos los primeros 8 (ocho) minutos, Ginóbili espera su turno en el banco.
6) Popovich quiere que al menos uno de los tres esté siempre en la cancha como titular.
Por supuesto, los seis puntos que escribí más arriba no están marcados a fuego. Son sencillamente patrones. Y, obviamente, han cambiado para los playoffs, porque los últimos partidos Ginóbili los jugó como titular y entonces toda las teorías y conjeturas quedan anticuadas. Pero, igualmente, quiero mostrar cómo debe intervenir la matemática en las decisiones del staff técnico de San Antonio.
La pregunta es: ¿se puede diseñar una estrategia para que Popovich logre lo que quiere? (que se cumplan los seis puntos). Aquí es donde quiero compartir algunos razonamientos de los cuales participaron activamente Alicia Dickenstein, Pablo Milrud y Pablo Coll (*), a quienes les pedí que me ayudaran a dilucidar el problema.




Cavilaciones de un grupo de matemáticos


Si los tres tienen que jugar los últimos 5 minutos, entonces podemos hacer de cuenta que el partido dura 43 minutos. Por otro lado, como Duncan y Parker tienen que jugar los primeros 8 minutos obligatoriamente, entonces las “ecuaciones” que resultan son las siguientes (por favor, no se asuste con la palabra ecuación... sólo significa igualdad). Acá van:
Duncan: como juega 34 minutos en total, 8 minutos al principio y 5 al final, quedan por distribuirle:
34 - 8 - 5 = 21 minutos
Parker: por las mismas razones, le quedan por distribuir:
33 - 8 - 5 = 20 minutos
Ginóbili: igual, le quedan por distribuir:
31 - 5 = 26 minutos


La razón para que esto suceda es que tanto a Duncan como a Parker les “resto” los minutos que seguro están en la pista, lo mismo que a Ginóbili (la diferencia en la ecuación es que Manu no está obligado a jugar los primeros 8 minutos).


Por lo tanto, los minutos que quedan por distribuir para cada jugador son:
Duncan = 21
Parker = 20
Ginóbili = 26


Lo que sí importa que pase es que uno de los tres tiene que estar siempre en la cancha.
En el mundo ideal, lo que Popovich quiere es que los tres jueguen la mayor parte del tiempo juntos. Pero como no puede lograrlo (y él lo sabe), lo que tiene que tratar de hacer es que el tiempo que van a estar juntos (que voy a llamar X) sea el máximo posible. Es decir, se trata de maximizar el número X, teniendo en cuenta todas las restricciones que escribí antes.


¿Cuántos minutos quedan para que jueguen los tres juntos? Es decir, como en los últimos 5 minutos ya se sabe que jugarán los tres, pareciera que quedan 43 minutos. Pero, por otro lado, como en los primeros 8 minutos juegan solamente Duncan y Parker, mientras que Ginóbili está en el banco, entonces hay que restar estos 8 minutos de los 43, porque ya se sabe que allí no jugarán los tres juntos.
Como conclusión solamente quedan por distribuir 35 minutos de los 48 que dura el partido.
Ahora viene una cuenta preciosa.
Queremos que el número X sea el mayor posible (y sabemos que a lo sumo será 35). Es decir, idealmente, si se pudiera, trataríamos de que X sea 35... Pero esto no va a resultar así.
Necesito ahora escribir una igualdad más. No se asuste. La explicación de lo que significa está más abajo. De todas formas, si le interesó el tema hasta acá, lo invito a que la/lo piense sola/o.


X+(21-X)+(20-X)+(26-X)=35(**)


¿Qué pretendo decir con esta cuenta?


La primera letra X de esta igualdad es porque ésos son los minutos que van a jugar los tres juntos.
Después, (21-X) son los minutos que le van a quedar a Duncan por jugar (sin alguno de los otros dos compañeros). Por otro lado, (20-X) son los minutos que le van a quedar a Parker por jugar (sin Ginóbili y/o sin Duncan). Y por último, (26-X) son los minutos que le van a quedar a Ginóbili por jugar (sin Duncan y/o sin Parker).


¿Por qué sumo? Es que la suma de los minutos que van a jugar juntos (que llamamos X) más los minutos que a cada uno de los tres le quedan por jugar sin los otros dos... tiene que dar 35, que son los minutos que quedan por distribuir.


Volviendo a la igualdad (**), y haciendo las cuentas, resulta:
67–2X = 35
Por lo tanto, pasando de miembro se tiene
67–35 = 2X
Luego,
32 = 2X
O sea, X = 16


En consecuencia, se deduce lo siguiente:


1) Duncan jugará 21-X = 21-16 = 5 minutos solo.
2) Parker jugará 20-X = 20-16 = 4 minutos solo.
3) Ginóbili jugará 26-X = 26-16 = 10 minutos solo.


Para terminar, un breve resumen. Lo que sigue es una tabla con los minutos que juega cada uno y la explicación pertinente.




Minutos
8 juegan Duncan y Parker juntos (sin Ginóbili) al principio del partido.
5 juegan los tres juntos al final.
16 juegan los tres juntos en cualquier momento (cuando decida Popovich).
5 juega Duncan solo.
4 juega Parker solo.
10 juega Ginóbili solo.
48



La suma de los minutos que figuran a la izquierda resulta ser 48, como tiene que dar.


Moraleja: Con las restricciones que se desprenden de lo que hicieron en la temporada regular, los tres jugarán juntos 21 minutos por partido, incluidos los 5 finales. Es decir, cuando uno mira todas estas cuentas, descubre por qué Popovich distribuye los minutos de esa forma. O mejor dicho, encuentra una potencial explicación de por qué lo hace. ¿Sabrá él que desde la Argentina lo estamos ayudando?


* Mi gratitud a Alicia (Dickenstein) y los dos Pablos (Coll y Milrud). Ellos pensaron el problema por separado y lo resolvieron sin inconvenientes. Una lástima que Popovich no los llame para consultarlos.

Se fue un tipo extraordinario

Su documento de identidad decía que mi viejo nació un 25 de agosto de 1933, aunque en realidad su cumpleaños era el 23 de agosto, se ve que ...