Imagino
que la mayoría de las personas considera que tiene o tuvo una mamá genial. Pero
yo tengo la certeza de que tuve la mejor del mundo.
Para
el que no lo sabe, Dorita, como la conocía todo el barrio, decidió irse de este
plano el último jueves. Así de repente, sin aviso. Como decía mi papá cuando la
buscaba para algo y no la encontraba, “no sé dónde está esta mina, desaparece
así de repente”, refunfuñaba cabrón. Pero esta vez se nos fue de verdad,
delante de nuestros ojos. Y digo que se fue de este plano porque una persona
como mi mamá no se va jamás. Los que la conocieron un poquito saben
perfectamente porque lo digo. Dora no pasaba desapercibida.
Voy
a extrañar desde lo más superfluo hasta lo más elemental. Desde que me siguiera
acomodando el cuello de la camisa a los 37 años, a que cuidara y malcriara a mi
pequeño Valentín. Voy a extrañar esos platitos con comida tapada en la hornalla
de la cocina con la tapa de una olla arriba para que comiera algo cuando llegara
de trabajar. Los mates que me cebabas a la tarde mientras escribía en la compu.
Que me cuentes que en el bingo te faltó el 24 para llevarte el pozo más grande.
Ese que dijiste que algún día ibas a ganar.. Se acabaron los zapallitos salteados
a la no sé qué, los brócolis con no se cuánto y los buñuelos de alguna cosa
verde. Abrigate que hace frío o cuidado cuando vuelvas que a esa hora no hay
nadie en la calle, eran una fija a la hora de salir. Hasta me dejaste las
cortinas limpias, estabas en todo vieja..
Al
regresar a casa todos los días, las cosas van a estar igual que cuando las dejé,
ya que ninguna mano mágica las va a acomodar. Nadie va a poner el lavarropas
por mí, ni agregarme fruta en la frutera. No niego que era un poco malcriado,
digamos que era uno de los beneficios por ser el menor y el que vivía más cerca
de la vieja. La gran contra de eso es que fui el que menos años te disfrutó.
Tus nietos te van a extrañar horrores, los peques y los grandulones. Vos no
diferenciabas edades, a todos los consentías con algo. Mejor dicho con todo lo
que tenías a tu alcance. Salamines para unos, Coca Cola para otros, y así.. Los
habrás escuchado a Valen y Delfi gritándole al cielo para saludarte. Se les fue
la Abu Dora. Absolutamente todos te van a extrañar.
A
Valen le di el regalito que vos no llegaste a darle, le gustó mucho y lo
abrazaba porque se lo habías dejado vos. También le armé un cuaderno en el que
te empezó a dibujar, y a poner frases que me pidió que le escriba para que él
las copie debajo. Así que cuando quieras babearte un poco ojéalo Ma te va a encantar.. No te llegamos a
contar que este viernes en el acto de fin de año del jardín a tu nieto lo
nombraron abanderado. Ayer se lo contamos a Papá y se puso muy contento y Valentín
le logró robar una sonrisa sincera y genuina a su abuelo. Sonrisa que me
encantó verle entre tanta tristeza que hay en sus ojos desde que te fuiste.

Estabas
cansada, se lo venías diciendo a todos. Y para no estarlo, como si fuera poco
con nosotros vos te ocupabas de los problemas de todo el bendito mundo. No
tuvimos una vida para nada fácil, entre papá y yo te hicimos renegar bastante y
por muchos años, por mi parte sabes que el agradecimiento es eterno. Ese primer
hijo que no fue, los nietos que tardaban en venir, las pérdidas, el paso del
tiempo y sus consecuencias. Pero no sólo te ocupabas de las cosas importantes,
sino de cosas más banales o incluso distantes. Como por ejemplo cuando hace
unos meses fuiste a la panadería nueva y como la chica no había vendido casi
nada en el día, le compraste 5 facturas, que era para lo que te alcanzaba, como
para que no se pusiera tan mal. Cuando era chico me hiciste dudar si no era un
buen trabajo la venta ambulante, porque en el colectivo le comprabas a todo
aquel que pasaba ofreciendo algo, estampitas, lapiceras que no funcionaban,
turrones, chocolates etc. Le querías dar una mano a todos entendí después.
Los
médicos dijeron que tenías el corazón agrandado, y qué novedad. No te cabía en
el pecho, eras puro amor mamá. No conozco a nadie que me haya dicho nada malo
de vos, nunca jamás. Al contrario, no sabés todas las cosas lindas que dijeron
de vos cuando te fueron a despedir. Sos de esas personas especiales, de las que
no abundan, y no sé si de las que ya no nacen.

Ojalá
ahora estés bien, más tranquila. Tomándote unos mates con Olga, tu vecina de
toda la vida que se fue 10 minutos antes que vos. Acá tenemos mucho, pero mucho
dolor y tristeza. Pero un orgullo enorme por vos, por cómo nos criaste a cada
uno de tus hijos, por como cuidaste a tus nietos, y por todo lo que hiciste en
general en tu vida. Demostraste que no hace falta terminar la primara para ser
una persona buena y educada. Que cobrando la jubilación mínima te “compraste”
el corazón de todo el mundo. Que con tu humildad se te abrieron las puertas de
todos lados. Que esa adolescente que llegó del sur de Italia a los 16 años junto
a sus padres y una hermana escapando del hambre de la posguerra, se transformó
en la mujer que fuiste, dejando una huella enorme en el camino. Construyendo la
familia que construiste. Acompañando a papá siempre mientras él se rompía el
lomo trabajando 20 horas por día para que nos falte lo menos posible. Por todo
esto y por muchas cosas más que ahora seguro me estoy olvidando entre tanta
pena, no tengo dudas en decir que fuiste la mejor mamá que pude tener. Estoy
orgulloso de caminar por el barrio y que todo el mundo me conozca por ser quien
soy: “el hijo de Dora”.
Te
amo mamá, tu hijo. Fer.-