16.5.06

Una lista contra los fantasmas

Por Daniel Arcucci

Con la lista para Alemania en la mano, uno puede deducir que José Pekerman, y también Julio Grondona, han tomado todas las precauciones posibles para no volver a tropezar con las mismas piedras con las que la selección chocó en Japón, hace cuatro años.

De aquella historia futbolísticamente trágica en resultado, quedaron dos escenas grabadas, una al principio y otra al final de la competencia, y fueron lecciones que parecen haberse aprendido de memoria: la primera se dio minutos antes del debut ante Nigeria y fue la lesión de Ayala, que debió ser reemplazado de urgencia por Placente a falta de otra alternativa; la segunda se dio en el que sería el último partido, cuando Bielsa se quedó sin variantes de ataque en el banco para quebrar a Suecia.
De esta lista de hoy, suficientemente sólida en ilusión, surge con claridad que se pretende contar con todas las variantes posibles en defensa -hasta con un exceso de zagueros centrales, pero polifuncionales- y en ataque -con seis opciones, mucho más que pocas veces antes- corriendo el único riesgo de dejar desguarnecido el puesto de volante central -con Mascherano casi en soledad-.
Y no parece ser la única influencia de la experiencia japonesa: sólo sobreviven de ella Ayala y Crespo -que se salvaron de la renovación por la falta de reemplazantes claros-, y también Aimar y Sorin -hijos dilectos del DT-. Por lo demás, no hay ausencias que puedan suponerse potencialmente decisivas, tal como sí sucedía con Saviola y Riquelme hace cuatro años. El dolor por Zanetti y Lux, por ejemplo, es más humano que futbolístico.
Demichelis, que conmueve por su emotiva reacción, no parece que vaya a conmover la estructura del equipo por no estar. Agüero fue un hermoso sueño, pero incompatible en simultáneo con el de Palacio. Y, hay que decirlo, ninguno de ellos hubiera sido titular en un equipo que, desde su conformación como plantel, saldrá a atacar hasta a los fantasmas.
Rincón Literario:

Luna

Por Alejandra Bárbara

Abandonó las garras.
Ya no tenía ganas de arañar: La ternura disfrazada de agresión se cruzó en su camino.
Iban por distintas veredas. Era un tanto difícil entablar una conversación de ese modo.

Así que la ternura pasó, y la doña jamás se enteró.
Sólo rasguños, y patadas.


Nunca duermes como una persona normal.
Buscas el mejor rincón de la casa, el más cálido, el más mullido...

y ahí te quedas mientras se invierte el reloj de arena.
Cansada, oscura, eterna...
Nadie comprende tus sentimientos, tu desconfianza, el miedo inquebrantable a enfrentar a quien no conoces.
Luna, nunca pensé que podía enamorarme de vos...
Tu mirada brillante, tu piel oscura y de angora invita a que solo yo te acaricie.
Tal vez sea la forma en que estiras tus brazos, en un movimiento firme y delicado... sensual solo como tú sabes, tan amenazante como tus uñitas largas y filosas que sueles mostrar.
Lunita...

Eres mi gata y te atreves a saltar.

Se fue un tipo extraordinario

Su documento de identidad decía que mi viejo nació un 25 de agosto de 1933, aunque en realidad su cumpleaños era el 23 de agosto, se ve que ...