23.5.06

Rincón Literario:

The open door

Por Gabriel Schnitman

Al creer que entre tanto humo iba a encontrarte me trajo problemas verte...

Estaba asustado. No entendía mi rol, mi oficio y mi profesión.
Me desperté temprano y me cambié. Vestía un sucio pantalón, un saco del abuelo y una camisa a rayas. El calzado era el mismo de siempre.
El espejo se posó delante mío. Quería saber quien era yo y entender cuan diferente era, si es que lo era, mi yo anterior. Me paré y reflejé mi mejor postura. Nos miramos durante minutos, callados y serenos. Amagué a hablar para intentar explicarle que yo también lo veía cambiado. Me senté y lo ignore, como tratando de descreer en su existencia.
Me apagaba y me prendía. Me miraba y no me veía. Me encontraba y por momentos no me buscaba.
Entrado el verano compre más espejos. Coloqué uno a uno en su lugar, como si lo supiera. En casa había 23 espejos en total, sin contar el del baño, aquel que muestra solo la cara, la cara más cara.

Nos despertamos temprano y nos cambiamos. Vestíamos un sucio pantalón, un saco del abuelo y una camisa a rayas. El calzado era el mismo de siempre.
Solíamos hacer reuniones, conferencias y hasta fiestas. Los debates alternaban entre lo interesante y lo por demás aburrido. A veces nos quedábamos horas discutiendo acciones banales y rutas cotidianas.
Vivíamos la noche, desde su nacimiento hasta su muerte. Nos observábamos dormir, era un lindo momento. Delegábamos responsabilidades de guardias de resguardo para cuidar quien sabe que. Éramos una familia.

La última vez fue en primavera. Lo recuerdo como si fuera hoy. Cada imagen, cada gesto. La sombra de la soledad entre a casa y se sentó a esperar. No se iría sin uno de nosotros.
Si bien sabíamos (todos, los 23) que esto podría pasar, nunca como lo vimos como real, como cercano. Le pedimos, creo que fui yo, que espere sentada media hora, el tiempo necesario.Algo diferente se ocultaba en el dorso de cada espejo. Faltando 3 minutos, entré en el espejo de mi derecha. La sombra y su soledad cerraron la puerta con llave.

Se fue un tipo extraordinario

Su documento de identidad decía que mi viejo nació un 25 de agosto de 1933, aunque en realidad su cumpleaños era el 23 de agosto, se ve que ...