18.6.06

AUTOPERCEPCIÓN EN EL PERIODISMO ARGENTINO

Dependencia, falta de ética y pobreza profesional

Producto de un estudio realizado entre junio y noviembre de 2005, periodistas de Buenos Aires y 17 provincias del país revelaron sus principales preocupaciones y problemas a la hora de ejercer la profesión. Los resultados expresan una dura autocrítica y los condicionamientos que hoy limitan la libertad de expresión.

La mitad de los periodistas consultados para un estudio nacional considera que los principales problemas de su profesión son la dependencia de la publicidad oficial y la falta de profesionalización. Así lo indica un trabajo encargado por FOPEA y realizado por Jorge Giacobbe y Asociados a 282 periodistas de la Ciudad de Buenos Aires y 17 provincias del país.
Los objetivos del estudio fueron impulsar un debate que una organización no puede dar en soledad y servir de disparador sobre los principales problemas de la profesión: abordar el reclamo de autocrítica desde dentro y fuera del periodismo, la autoconciencia de los periodistas sobre sus debilidades para enfrentar un escenario que plantea nuevas complejidades, la libertad de expresión.
De los resultados se desprende una fuerte autocrítica de los periodistas, que admiten que de 1 a 10 el nivel ético promedio está por debajo de los 5 puntos (más del 95 por ciento ha tenido conocimiento directo de actitudes no éticas de sus colegas) y el rigor profesional apenas supera esa calificación. Reconocen de manera casi unánime la necesidad de profundizar la formación académica y admiten su propia necesidad de mayor capacitación. Si bien el 45 por ciento asegura que su principal motivación es la vocación periodística y el 43 por ciento siente placer al practicarla, el mismo porcentaje se reparte sensaciones de contradicción y frustración.
Parece plasmarse, en ese sentido, un correlato con el nivel de independencia en la profesión. Por un lado, los encuestados miden su autonomía en casi 7 puntos. Sin embargo, el 60 por ciento califica al periodismo argentino como “condicionado” y casi el 30 lo considera “complaciente”. Siete de cada 10 periodistas perciben influencias del departamento comercial en la redacción de sus medios.
El 18 por ciento sostiene que en la empresa periodística en la que trabaja no hay libertad para publicar todo tipo de noticias y más del 47 por ciento señala que esa libertad es parcial. El 52 por ciento asegura haber recibido llamadas coercitivas de parte de funcionarios públicos: en el 48 por ciento de esos casos, el medio siguió adelante con la publicación, pero en la misma proporción la nota se levantó o fue modificada, o el periodista sufrió represalias a nivel laboral o personal. Casi el 39 por ciento de los encuestados respondió que la gestión presidencial en la que hubo mayor presión coercitiva oficial hacia el periodismo es la actual de Néstor Kirchner, mientras un 25 por ciento consideró que fue igual en todas las gestiones desde 1983.
La visión de los periodistas sobre el futuro de la profesión parece sombría. Sólo el 39 por ciento considera que mejorará, el 36 que seguirá igual y el 21 que será peor.
Disparar el debate, no cerrarlo
“Si queremos mejorar la calidad del periodismo desde el debate, la capacitación y la elevación de los estándares éticos necesitamos conocer los datos de la realidad en la profesión”, explicó Daniel Santoro, presidente de FOPEA. “Por eso propusimos a través de esta encuesta enviada a 400 periodistas en ejercicio del todo el país, una automirada, que dio como resultado un crudo diagnóstico sobre la realidad del periodismo en Argentina y su relación con el poder. La crudeza de este diagnóstico revela la necesidad de organizarse para enfrentarlo”, enfatizó el periodista durante la conferencia de prensa realizada en el auditorio de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales.
Jorge Giacobbe, titular de la empresa que realizó el estudio, explicó que la modalidad de consulta fue a sobre cerrado y sin identificación para garantizar al encuestado la confidencialidad de sus opiniones. “El 70 por ciento de los cuestionarios entregados fue respondido. Cifra que destaca la confianza depositada en FOPEA y en el uso que se iba a hacer de información realmente comprometida, como lo muestran los resultados”, destacó el investigador.
Santoro completó aclarando que se privilegió un contacto personal, lento y paulatino con los encuestados, sin urgencia y dando lugar a la reflexión. "Se buscó lograr un trabajo de carácter no coyuntural y por ello se decidió realizarla a lo largo de cinco meses y presentarla con posterioridad a las elecciones del 23 de Octubre", confió.
Giacobbe recorrió el cuestionario haciendo aclaraciones técnicas y deteniéndose en datos que tal vez no fuera perceptibles en la lectura fría de los números. En cuanto a la preguntas sobre el nivel de rigurosidad y de ética entre los periodistas, destacó que ninguno de los 282 consultados le asignó calificación superior a 8. Cuando se les preguntó sobre la formación de los futuros periodistas, las calificaciones fueron llamativamente bajas, “un llamado de atención a las instituciones educativas”.
Santoro explicó que el trabajo es fruto de una coincidencia de intereses con Giacobbe y Asociados, que realizó la pesquisa bajo su propio costo. “FOPEA planteó las áreas temáticas y la consultora aportó su experiencia en la constitución del cuestionario y su procesamiento”, comentó.
“Este trabajo es un punto de partida. No es el cierre de nada, sino que apuntamos a que sea disparador de un debate que debemos y nos debemos los periodistas desde hace muchos años. En FOPEA trabajamos para que esta discusión no se abandone y nos guíe a consensuar algunas referencias que sirvan para hacer un periodismo acorde a las complejidades que plantea nuestra realidad”.

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