10.7.07

Curioso homenaje en vida

En el nombre del señor Presidente



A pesar de que existe una ley nacional que lo prohíbe, Néstor Kirchner permitió que durante su mandato una calle, un barrio y hasta un gasoducto fueran bautizados con su nombre en distintos puntos del país. Una (mala) costumbre argentina para asegurarse un lugar en la historia.


Por Leonardo Nicosia


En San Juan hay un barrio que se parece a cualquier barrio humilde. Casitas de ladrillo, pintadas con colores vivos y rodeadas de calles de tierra. El silencio del cerro solamente lo interrumpen los autos, que pasan rasantes por la ruta nacional 40. El lugar podría pasar inadvertido, si no fuera por la enorme piedra incrustada en el centro de una plaza. “Barrio Presidente KIRCHNER”, anuncian unas enormes letras negras. En el mismo mármol, aparecen unos dibujos del bastón y la banda presidencial. “El país de los hacedores es el país que a la larga trasciende la historia”. La frase está firmada por el líder santacruceño, con la solemnidad de un prócer.
Parece una postal de realismo mágico. Pero no es la única muestra de los homenajes y reconocimientos que se le han realizado al Presidente desde 2003 hasta hoy. En Caleta Olivia hay una calle “Néstor Kirchner”. Lo mismo ocurre con el polémico gasoducto de El Calafate bautizado “Presidente Néstor Kirchner”. Y también se presentó un proyecto de ley para nombrar un acueducto de Santa Cruz con su nombre.
En cualquier parte del mundo es común bautizar obras públicas con el nombre de un ex presidente que ha pasado a la historia. Pero los seguidores de Néstor Kirchner no se aguantaron las ganas y le rindieron esa clase de homenaje cuando todavía está ocupando el sillón de Rivadavia. Tal vez se inspiraron en Juan Domingo Perón, que durante su segunda presidencia hasta le puso su nombre a la provincia de Chaco (ver recuadro). Una verdadera tradición peronista, de la que el kirchnerismo no pudo escapar.
Pasar a la historia. Durante la época de oro de Carlos Menem, varias calles y barrios se inauguraron con el nombre del riojano (ver recuadro). Y, si bien Kirchner se disgusta cuando se lo vincula al ex presidente, en este punto sigue su camino.
Por lo pronto, ya tiene una calle bautizada “Néstor Kirchner”. Se encuentra en la localidad de Caleta Olivia, en la zona industrial de esa ciudad petrolera santacruceña. El autor del homenaje es un ex intendente, José Manuel Córdoba, que estuvo al frente de la Municipalidad hasta 2003. Hombre cercano a Kirchner, hoy ocupa una banca de diputado nacional del Frente para la Victoria.
El barrio en San Juan fue i-naugurado en febrero de 2006. Está ubicado a 20 kilómetros de la capital provincial, en la localidad de Albardón. La idea de bautizarlo con ese nombre se le ocurrió a Juan Carlos Abarca, intendente peronista de la zona. El hombre se declara un kirchnerista fervoroso. Y como si esto fuera poco, es un fiel seguidor de José Luis Gioja, gobernador sanjuanino ultra-kirchnerista.
El Presidente no pudo estar presente en el acto de inauguración. Pero mandó en su lugar al subsecretario de Vivienda y Urbanismo, Luis Bontempo. Después de todo, el barrio se había construido con fondos del Gobierno nacional: más de tres millones de pesos. Esa noche de festejos, las autoridades explicaron el motivo de ese “nombramiento” . “Este barrio lleva el nombre del mejor presidente que ha tenido el país en los últimos tiempos”, lanzó el gobernador Gioja. “Es un reconocimiento para un hombre como Néstor Kirchner, que trabaja día y noche para que los argentinos estemos mejor”, dijo el intendente. “Necesitamos que el Gobierno nos ayude para construir otras 312 casas”, agregó el jefe municipal. El enviado de Kirchner les agradeció y prometió más fondos millonarios para la provincia de San Juan.

Dale gas. “Artículo 1º: DENOMINASE con el nombre de Presidente NESTOR CARLOS KIRCHNER el gasoducto que une la zona de Boleadoras con El Calafate”. Esto puede leerse en la ley 470/05 que determina el nombre del gasoducto que lleva gas natural a la villa turística de El Calafate. La obra, que se inauguró hace casi un año, genera polémica: según una denuncia del diputado Esteban Bullrich, se gastaron 137 millones de pesos más de lo previsto en su construcción, que fue adjudicada a la cuestionada empresa BTU, involucrada en el megaescándalo de corrupción de la empresa sueca Skanska.
El proyecto de ley tuvo un trámite ultrarrápido. Fue presentado el día 23 de noviembre de 2005, firmado por cinco diputados provinciales. “En reconocimiento a la persona que más ha luchado fervientemente para lograr dicho crecimiento y desarrollo, tanto de la zona como de la Provincia de Santa Cruz”, elogiaban los fundamentos. En marzo de 2006, la Comisión de Obras lo despachó con la recomendación de aprobarlo. Y quince días después, fue sancionado por unanimidad de los legisladores presentes. En una Cámara donde la inmensa mayoría es kirchnerista –excepto dos diputados–, solamente habló uno de los autores de la iniciativa y nadie puso objeciones.
Hubo otro proyecto para que otra obra importante se llame igual que el líder santacruceño, aunque hasta el momento no prosperó. Varios diputados provinciales pidieron que se ponga el nombre “Dr. Néstor Carlos Kirchner” al acueducto que todavía se está construyendo entre el río Santa Cruz y la bahía San Julián. “Intentando resaltar la impecable administración del ahora Presidente de todos los argentinos”, decían los fundamentos del proyecto 346, presentado el 24 de noviembre de 2004.
La iniciativa terminó desechada, porque se excedió del plazo de dos años que dispone para ser tratada. Hay quienes insinúan que desde el oficialismo habrían desestimado esta oferta, para que el nombre del Presidente no quedara vinculado a una obra que en los últimos años empezó a generar polémica. Los dos mayores cuestionamientos son los tiempos de construcción y el cumplimiento del presupuesto programado. Por un lado, la obra ya debería estar terminada: la fecha límite establecida por ley era marzo de 2006. Por otro, el costo subió de manera inquietante, bastante por encima de los 58 millones de pesos del presupuesto oficial. La construcción está a cargo de las empresas Gotti, Esuco y JCR, consideradas dentro de “las preferidas” para hacer obra pública en Santa Cruz.
En el caso del gasoducto de El Calafate, el Presidente no concurrió al acto de inauguración, en agosto de 2006. Pero el evento contó con la presencia estelar de Cristina Fernández. La Primera Dama estuvo acompañada por Fulvio Madaro, ex presidente del Enargas, que todavía no había sido echado de su puesto por el escándalo de coimas en el gasoducto del Norte. La senadora y hoy candidata oficial a la presidencia de 2007 visitó las instalaciones, habló de la importancia del nuevo servicio y hasta se animó a encender el mechero de la planta central con una antorcha. Pero nunca mencionó que la millonaria obra pública que estaba inaugurando había sido bautizada con el nombre de su esposo. Tal vez, ella también sintió un poquito de vergüenza ajena.

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