23.9.06

Fuga de cerebros

LOS CIENTÍFICOS LATINOAMERICANOS SE VAN A LOS ESTADOS UNIDOS

Por Alejandro Pairone

Los latinoamericanos subsidian cada año a los Estados Unidos con el 60 por ciento de todos los técnicos y profesionales de alta capacitación que emigran en busca de un destino mejor, según develó una investigación de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Esta migración calificada equivale al 10 por ciento de los profesionales, científicos y técnicos de alta capacitación formados en las universidades de todos los países de la región.
El fenómeno fue detectado hace más de 30 años, pero se profundizó en la última década cuando ese flujo migratorio hacia los Estados Unidos se incrementó en un 59 por ciento.
El trabajo de la Cepal revela que, contrariamente, las migraciones de profesionales dentro de la América Latina apenas aumentó un 12 por ciento.
Las cuantificaciones pertenecen al estudio "Movilidad Internacional de Talentos en América Latina", realizado por el director de la CEPAL, Ángel Solimano.
El país con más alto componente intelectual de sus migraciones a Estados Unidos es la Argentina, que tiene 191 científicos cada mil migrantes, seguida de Chile, con 156, Panamá, con 138 cada mil y Perú con 100, entre otros.
La investigación de la CEPAL habla de la migración de talentos, a los que define entre otros, como expertos en tecnología, científicos, académicos, estudiantes, empresarios y profesionales en general, y los considera como "un recurso económico importante que crea nuevos bienes, servicios, ideas y riqueza".
Esa pérdida representa una descapitalización estratégica para Latinoamérica y en los hechos no es otra cosa que un nuevo subsidio que el Sur tributa al Norte, aunque en forma de conocimiento.
El autor de la investigación dijo que este proceso "es una manifestación de la desigualdad internacional del ingreso, que en consecuencia tienen a profundizar la desigualdad internacional del conocimiento".
Solimano entendió que se trata de un "subsidio que en parte regresa vía remesa, pero es insuficiente porque regresa dinero y no el valor agregado del conocimiento que se fue con el talento".
El problema del subsidio intelectual no es nuevo y fue planteado hace 34 años en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, Chile 1972).
"Hubo intentos de contabilizar el capital humano transferido en la migración calificada, y propuestas para establecer sistemas impositivos de recompensas a los países en desarrollo por esta transferencia inversa de tecnología", señaló un informe de ese encuentro.
Ese trabajo pertenecía al Centro Latinoamericano de Demografía (Celade), y revelaba que la transferencia intelectual ocurre por una combinación entre crisis de los países de origen y políticas agresivas de captación en los países de destino.
"La emigración calificada viene en aumento no sólo por expulsión, sino por políticas agresivas de los países industrializados que demandan cerebros y ofrecen condiciones salariales y laborales imposibles de equiparar en los países de origen", denunciaba.
Ahora, la nueva investigación de la CEPAL observó una profundización de aquella tendencia y un aumento vertiginoso desde 1990.
El que más aumentó su expulsión de cerebros fue El Salvador, con una suba del 203 por ciento, seguido de Nicaragua con un 162 por ciento y México, con un 74,5 por ciento.
El promedio argentino creció un 24 por ciento, mientras que el más bajo fue Chile, con un 15 por ciento de incremento.
No obstante la importancia y magnitud de este movimiento migratorio, en 2002 los profesionales sudamericanos eran sólo el 6,5 por ciento de todas las visas de inmigrante calificado (H-1B) entregadas por Washington, asegura la CEPAL.
La mayor proporción, con un 65 por ciento del total, fue para profesionales asiáticos en tanto que los europeos sólo tuvieron el 15 por ciento.
La emigración calificada de talentos latinoamericanos es un éxodo intelectual que, según la CEPAL, "se traduce en un aumento de las brechas sociales y en una erosión constante a la masa crítica de conocimiento" de la región. Washington captura al 75 por ciento de los estudiantes.
Ese es el porcentaje de estudiantes que se queda en Estados Unidos al terminar un curso de especialización. Viajan becados por fundaciones u Organizaciones no Gubernamentales.
El flujo de masa intelectual latinoamericana hacia Estados Unidos también se produce en la etapa de la formación, cuando muchos profesionales que realizan allí maestrías o posgrados no regresan a sus países de origen, según una investigación académica.
El trabajo reveló que hacia los primeros años del siglo XXI, al menos el 75 por ciento de los profesionales que realizan maestrías en las universidades estadounidenses se quedan a trabajar en ese país cuando terminan la especialización.
"Globalizados pero restringidos. Una visión Latinoamericana del Mercado Global de Recursos Humanos Calificados", es el nombre de una investigación de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) que recuerda que, en 1970, aquella cifra se ubicaba por debajo del 50 por ciento.
En estos casos de trata de profesionales calificados en su campo que llegan a las universidades estadounidenses becados por fundaciones locales latinoamericanas para incrementar la circulación de ideas y conocimientos específicos en sus países.
Por el contrario, regresa a su país más del 95 por ciento de los profesionales que realizan posgrados, doctorados o maestrías en universidades latinoamericanas.
"Los países de la región registran emigración e inmigración de recursos humanos calificados, aunque la emigración hacia fuera de la región ha sido el rasgo más llamativo por su intensidad, tendencia y repercusiones", _evalúa en sus conclusiones la investigación de la CEPAL.
Las empresas se llevan profesionales de sus filiales En menos de una década, las multinacionales estadounidenses triplicaron la cantidad de profesionales que llevaron a sus casas matrices, provenientes de las filiales latinoamericanas.
La transferencia de ejecutivos y profesionales latinoamericanos desde las filiales regionales hacia las casas matrices en los Estados Unidos se incrementó en un 370 por ciento durante el último lustro.
Esa movilidad interna en las corporaciones estadounidenses es una de las revelaciones más sorprendentes de una investigación de la CEPAL sobre migraciones calificadas desde el Sur al Norte.
El estudio revela que en 1996 la cantidad de ejecutivos sudamericanos transferidos desde las filiales a las matrices era de 10.437, mientras que al último día de 2002 fue de 37.082.
El mayor crecimiento ocurrió en Colombia, donde en 1996 había 1.128 y en 2002 ya eran 7.692. Le sigue la Argentina, que pasó de 1.524 a 6.628, mientras que en igual período Venezuela pasó de 2.179 a 7.963.
Contrariamente, Brasil tuvo unas de las proporciones más bajas, al pasar de 4.175 a 9.562. La CEPAL entiende que esto se debe a la buena formación profesional de la región, pero también a que en Estados Unidos hay mejores salarios y mayores posibilidades de desarrollo profesional, además de estabilidad.
La tasa de crecimiento de las transferencias de ejecutivos mostró un crecimiento del 50 por ciento bianual en el lapso analizado. Era de 10.437 en 1996, pasó a 15.315 en 1998, luego a 24.991 en 2000 y llegó a 37.082 en 2002.
Parte del crecimiento se explica en que muchas multinacionales estadounidenses que operan en la América Latina montaron sus oficinas regionales en Miami, cuando al inicio de los noventa lo hacían en Buenos Aires, San Pablo, Bogotá o Caracas.-

(*) Nota publicada por la agencia ISA
El mal ejemplo del Papa

Por Leonardo Boff (*)

La actitud del Papa Benedicto XVI está provocando justificadas iras entre las comunidades islámicas a causa de la infeliz cita de un emperador bizantino del siglo XIV, según la cual "Mahoma defendía cosas malas e inhumanas, tales como su orden de difundir la fe por la espada". Pero también causó escándalo y vergüenza a los cristianos. La citación es totalmente inoportuna. Sabe muy bien el Papa del enfrentamiento ahora existente entre el Islam y el Occidente que hace guerra a Afganistán y a Irak y que abiertamente apoya la causa israelí contra los palestinos, de mayoría islámica. En ese contexto la citación alinea el Papa a las estrategias bélicas del Occidente. ¿Como no irritarse contra esta actitud?

Para nosotros cristianos, la actitud del Papa nos deja perplejos porque es de la esencia de la fe cristiana perdonar y rezar como el pobrecito de Assis:"donde hay ofensa que yo lleve el perdón". No queriendo perdonar, el Papa legitima a todos aquellos que no quieren pedir perdón ni en la vida cotidiana, ni a los negros que esclavizamos por siglos, ni a los sobrevivientes de los indígenas que diezmamos. Si el Papa no hace oficialmente un acto de disculpa, nos da un mal ejemplo. No cumple el mandato del Señor de "confirmar los hermanos y las hermanas en la fe".

Pero su gesto no es aislado. Como Cardenal, se opuso a la entrada de Turquía en la Comunidad Europea por el simple hecho de que este país es mayoritariamente musulmán. Hace poco suprimió en el Vaticano la instancia que promovía el diálogo Cristianismo-Islamismo. En el documento Dominus Jesus de su autoría, del 15 de septiembre de 2000, uno de los textos más fundamentalistas de los últimos siglos, afirma que "la única religión verdadera es la Iglesia Romana Católica” y que "los seguidores de otras religiones objetivamente se encuentran, con referencia a la salvación, en una situación gravemente deficitaria". No tiene sentido encuentros con otras religiones porque "es contrario a la fe católica considerar la Iglesia como una vía de salvación al lado de otras". Con este trasfondo, no causa extrañeza su discurso en la Universidad de Ratisbona. ¿Sin embargo, no sería más digno del Papa pedir claramente perdón por las incomprensiones que provocó incluso involuntariamente? ¿Por qué no lo hace?

Para entenderlo, se necesita comprender la ideología infalibilista que sigue vigente en el Vaticano y en general en la Iglesia. Según ella, el Papa no puede errar, aunque el dogma de la infalibilidad sea muy limitado. Afirma que el Papa es solamente infalible en situaciones bien delimitadas, gozando entonces, personalmente, de aquella infalibilidad que es de toda la Iglesia. Pero la ideología infalibilista atribuye de forma ilegítima infalibilidades a todas palabras del Papa. Si al pedir perdón, confiesa que erró lo que no es permitido por el infalibismo.

Funciona en la cabeza del Papa Benedicto XVI el despotismo papal formulado ya en 1302 por Bonifacio VIII que rezaba:" para cada criatura humana es absolutamente necesario para su salvación estar sometida al Papa en Roma". Eso no fue abolido siquiera por el Concilio Vaticano II en 1964. Fue introducida en los textos una "Nota explicativa previa" donde se reafirma que el Papa puede siempre actuar "según su parecer personal" como nombrar obispos, establecer normas y establecer políticas eclesiásticas. En otras palabras: Un Papa puede autónomamente decidir todo; mil millones de católicos juntos no puede decidir nada. Ese absolutismo nos hace entender las razones del Papa para no pedir perdón.-

(*) Leonardo Boff es teólogo.

Se fue un tipo extraordinario

Su documento de identidad decía que mi viejo nació un 25 de agosto de 1933, aunque en realidad su cumpleaños era el 23 de agosto, se ve que ...