5.6.07

ARGENTINA ESTÁ SEGUNDA EN UN RANKING DE CONSUMO DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS EN LATINOAMÉRICA

EL 81% DE LA GENTE JOVEN DE CLASE MEDIA Y ALTA TOMA ALCOHOL

SURGE DE UNA ENCUESTA REALIZADA A PERSONAS DE ENTRE 18 Y 39 AÑOS. VENEZUELA ES EL ÚNICO PAÍS QUE SUPERA EL PROMEDIO DE CONSUMO ARGENTINO. AQUÍ, EL 66 POR CIENTO ADMITE QUE BEBE CON FRECUENCIA.

Por Gabriel Giubellino

El consumo de bebidas alcohólicas se extendió en los argentinos de nivel alto y medio alto de entre 18 y 39 años. El 81% de este sector contesta que sí a la pregunta si toma alcohol, y esto ubica a la Argentina en el segundo lugar en la tabla general de Latinoamérica, a sólo un punto del primer país, Venezuela. Significa que apenas el 19% de este segmento no prueba una gota.
En esa tabla que mide consumo general de bebidas alcohólicas, Argentina supera a Chile (tercero, con 73%), Brasil y Colombia (71%) y México (67%).Ahora, si se quita la cerveza de la pregunta inicial, Argentina pasa a liderar cómoda el consumo general de bebidas alcohólicas, con el 70% que responde que toma vino y otras cosas. Siguen Chile (62%) y Brasil (59%). Son datos de un estudio realizado por Universal McCann, consultora que en Argentina desarrolla planificación y compra de medios, basados en investigaciones de hábitos de consumo.
Estos porcentajes, que marcan al segmento estudiado como líderes en consumo en la región, deben ser puestos en contexto. No se mide ni cantidades, ni mucho menos adicción. Cuando hicieron la pregunta relacionada con la frecuencia del consumo ¿si tomó en la última semana¿, la tabla se da vuelta: Puerto Rico, que estaba último en consumo general con el 51%, pasa a ser el primero con el 82%. Y Argentina pasa a ocupar el último lugar en este consumo, con un 66% de respuestas positivas. En síntesis, en el país el consumo de alcohol es extendido, pero espaciado.En la región reina la cerveza, pero en los segundos lugares aparece clara la cultura de cada lugar. Tequila en México, aguardiente en Colombia, ron en Puerto Rico, whisky en Venezuela, vino en Brasil.
¿Y acá? Las bebidas que siguen en la tabla son el vino (67%), los aperitivos con alcohol (45%), champagne (31%) y bebidas combinadas listas para tomar, es decir, tragos (23%)."En las segundas y terceras opciones aparece que en el norte de Latinoamérica se consumen bebidas de mayor graduación alcohólica ¿dice Valeria Beola, gerente de Universal McCann en Argentina. Como se ve en otras categorías de productos, la distancia física marca distancia también en los hábitos de consumo".Según datos del sector cervecero, en Argentina el consumo promedio es de 37 litros por persona, menor al de países como Brasil (52 litros) o México (53). "En cerveza, el consumo por habitante se ha mantenido estable en los últimos 10 años".
En cuanto al vino, datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) indican que en 2006 el consumo anual por habitante fue de 29,23 litros, un aumento del 0,16% con respecto a 2005. En general, todas las categorías de bebidas alcohólicas "vienen empujando el crecimiento del conjunto", dice Beola, quien explica que el estudio se hizo sobre un segmento "muy apetecible para las marcas, por la edad, el nivel socioeconómico, la capacidad de acceso y por estar más abierto a probar".
Los estudios realizados en el país no indican que las dos bebidas alcohólicas con mayor penetración, la cerveza y el vino, se sustituyan una con la otra. En el Estudio Integral del Mercado del Vino, realizado por Fondo Vitivinícola de Mendoza, encuentran que los jóvenes se encuentran más alejados del consumo de vino, pero no hablan de sustitución de bebidas sino de escenas. "Cervezas y gaseosas proponen una amplia variedad de ocasiones de consumo: pueden acompañar las comidas y también se asocian con salidas. El vino, por el contrario, se encuentra restringido a las comidas y además, en menor medida que sus competidores. En situaciones, como las salidas, su presencia es mínima".
Una observación realizada en ese estudio puede ayudar a comprender por qué los jóvenes argentinos de buen bolsillo casi lideran la tabla general, pero caen en cuanto a frecuencia de consumo. Dice el informe: "La velocidad y la ansiedad con que se vive en los tiempos actuales, especialmente en los centros urbanos, hace que el almuerzo sea más una excusa para descansar la mente que un espacio relajado dedicado a la ingesta". Por ende, en la semana, durante el tiempo de trabajo, se toma menos alcohol que en el fin de semana, cuando aumenta la ingesta de bebidas alcohólicas en general.

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