8.3.10

La Real Argentina es maravillosa y para nada secreta
Por Fernando Neira

Los patriotas de cotillón estamos de parabienes. La última semana no nos dio respiro a aquellos que tenemos los colores celeste y blanco impregnados en nuestros corazones. El maratón de alegrías comenzó el miércoles pasado, nada menos que en Alemania. Y fue de la mano de uno de unos de nuestros mejores embajadores, Diego Armando Maradona. El 10, el que humilló a los ingleses haciéndoles un gol con la mano vengándonos de Malvinas, el que criticó a la Iglesia y su riqueza, el que le dijo al mundo “que la chupen” sin ponerse colorado, junto con sus dirigidos le ganaron al conjunto germano por 1 a 0 con un tanto de Gonzalo Higuaín. Nada menos que el 9 titular del Real Madrid, el conjunto más importante de España. Si bien es verdad que el partido amistoso jugado en Munich no tuvo la relevancia de la final de la Copa del Mundo de México ´86, pero bien vale para llegar como candidatos a Sudáfrica, alejar fantasmas y dejar con el ánimo por el piso a los fríos alemanes que juegan pésimo, no como la Argentina del Dieeego.


Pero como por suerte la alegría no es sólo brasileña, y a está al atura está a la vista de todos, todavía teníamos más para disfrutar y regocijarnos frente al mundo que nos envidia. Era el turno de destacarnos y hacer saltar la banca en el denominado deporte de los blancos. Parada difícil la del equipo argentino de Copa Davis en Estocolmo. Llegábamos con un equipo muy debilitado, con las ausencias marcadas de los cobardes de Pico Mónaco y Juan Martín del Potro, que se bajaron por lesión, al menos es lo que excusaron. No tuvieron los huevos del Gran David, que recién operado y con problemas en los aductores decidió viajar igual para defender nuestros colores. El correntino Mayer hizo lo suyo el viernes derrotando a Joachim Johannson en 4 set. Pero el sábado empezó la verdadera hazaña criolla. Nalbandian salió a jugar el doble junto a Horacio Zeballos, y con la mística intacta que lo caracteriza en estas situaciones, el cordobés se calzó el traje de héroe y se llevó el punto fundamental para llegar 2 a 1 arriba al cuarto partido. Tras la derrota de Leo Mayer ante Robin Soderling del domingo, fue nuevamente David el que salió a la cancha con las lesiones a cuestas para pasar por arriba a un poderoso Andreas Vinciguerra. La excursión de la Legión argentina por Suecia dejó en claro que con huevos y patriotismo se puede pelear para conquistar la famosa ensaladera. Ahora nos espera Rusia, pero esa es otra historia que nos encargaremos de contar más adelante, en el caso de obtener una victoria histórica claro.


Pero como no sólo sobresalimos en el ámbito del deporte ahora es el turno de contar el logro del cine argentino en la madrugada del lunes en Los Ángeles. Nuestro film El secreto de sus ojos, dirigida por Juan José Campanella, ganó el Oscar de la Real Academia como mejor película extranjera por sobre la favorita La cinta blanca, que era alemana!!!, así que imagínense como deben estar los teutones con los argentos. Que manera de amargarles la semana por favor… Es nuestra segunda estatuilla después más de veinticinco años, la anterior fue la recordada La Historia oficial, de Luiz Puenzo, que reflejaba aquellos años oscuros de un país que por suerte ya no es, y que los optimistas grondonistas no quieren recordar. La única perlita que podemos mencionar en la entrega de los premios estadounidenses es que no hubo lugar para el "a comerla" del señor Guillermo Francella, pero bueno tampoco somos perfectos.

Que bueno es ser argentino, y aún más en los tiempos que corren….

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